Los restauranteros de Ensenada no pueden darse el lujo de cerrar, advirtió, porque si lo hacen, como ya ha ocurrido, muchos de ellos no podrán reabrir y al término de la pandemia habrá una crisis mayor a la esperada dentro de ese sector y de la economía en general
“Hemos mantenido un estrecho diálogo con la Dirección de Alcoholes, Protección Civil, y demás dependencias relacionadas con el objetivo de poder conservar las fuentes de trabajo que son prioridad para los empresarios del sector privilegiando siempre la salud”, afirmó.
Dijo que desde la publicación hecha por el Alcalde Armando Ayala Robles del Plan Covid, reforzado por los lineamientos contemplados en el protocolo “mesa segura” impulsado por Canirac nacional, -de la cual Miguel Ángel Badiola es secretario general-, los restaurantes han reforzado sus medidas sanitarias.
Se han tomado medidas como sustitución de menús físicos por desechables o digitales en código QR, separado mesas a una distancia mínima de 2.5 metros, estableciendo filtros de entrada con gel antibacterial, tapetes sanitizantes y toma de temperatura a los comensales, explicó Nolasco Cruz.
Los restauranteros han actuado responsablemente capacitando a su personal sobre la higiene en el manejo de alimentos, lavado constante de manos, el uso de guantes, caretas y cubre bocas, así como en la sanitización de los establecimientos, mobiliario, mantelería y utensilios para brindar un servicio de máxima seguridad, subrayó.
El sector ha implementado nuevas estrategias para adaptarse a la nueva normalidad reforzando o implementando el servicio a domicilio con la modalidad de ordena y recoge en un convenio con el ayuntamiento para usar los espacios públicos como drive thrue o “zona para recoger”
En estos esfuerzos, enfatizó, se han involucrado empresarios, empleados, clientes y se atienden puntualmente las recomendaciones de las autoridades federales, estatales y municipales.
El presidente del organismo manifestó la necesidad de mantener en operación la industria restaurantera que da empleo al 70% de la planta laboral del sector turístico y sostiene la economía de actividades como el campo, la pesca, el comercio y el sector servicios, entre otros.
Subrayó la aportación que muchos empresarios gastronómicos que, a pesar de las limitaciones económicas, han donado cientos, tal vez miles de raciones de alimentos para apoyar los filtros sanitarios, personal médico, policías y a personas de escasos recursos durante la pandemia.
Los restauranteros de Ensenada no pueden darse el lujo de cerrar, advirtió, porque si lo hacen, como ya ha ocurrido, muchos de ellos no podrán reabrir y al término de la pandemia habrá una crisis mayor a la esperada dentro de ese sector y de la economía en general en donde los que más padecerán las consecuencias serán los trabajadores y sus familias.
En todo, caso se pide a las autoridades correspondientes que permitan la operación de todos los establecimientos que cumplan con todos los protocolos sanitarios para minimizar la propagación del virus y en caso contrario se les den las indicaciones de qué deben mejorar para que no tengan que cerrar, manifestó.
No se trata dijo, de poner en riesgo a nadie, sino de ser un agente promotor de la salud y el bienestar del sector en el que hay mucha gente involucrada.