El martes 9 de junio, en la explanada exterior del Centro de Gobierno en Tijuana, la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó un acto simbólico de la destrucción de mil 311 máquinas tragamonedas que se sumaron a la 314 que ya habían desarmado a principios del presente 2020.
Guillermo Ruiz Hernández, titular de la FGE, destacó el resultado de estos decomisos porque esas máquinas tragamonedas son puntos de vicio para muchos jóvenes, en donde luego son enganchados por delincuentes.
“Los adolescentes son quienes utilizan ese tipo de máquinas, eso generan robos domiciliarios, lo menores sustraen el dinero de la bolsa a las madres, luego van a distribuir droga”, dijo Ruiz Hernández.
El Fiscal General del Estado declaró a ZETA que cada máquina tragamonedas les costó a los delincuentes alrededor de 2 mil dólares, y cada una de ellas les generaba una cantidad aproximada de 2 mil a 3 mil pesos al día.
Lo que significa que al perder las máquinas aseguradas, las células del crimen organizado que las administraban perdieron un aproximado de 3 millones de dólares de inversión, y han dejado de ganar más de 3 millones de pesos por día, detalló el fiscal Guillermo Ruiz.
El Fiscal del Estado aseguró que las investigaciones continúan para determinar a cuál organización criminal pertenecía cada aparato asegurado en los distintos municipios bajacalifornianos, además de buscar el resto de maquinitas, porque en noviembre de 2019 cuando inició la administración les informaron que había por lo menos 5 mil tragamonedas operando, y saben que es un número aproximado.