A tres semanas de que el gobernador y los cinco alcaldes de Baja California firmaran el Acuerdo Estatal de Unidad contra COVID-19, la entidad incrementó en un 54.47% el número de casos positivos y en un 87.16% la cantidad de personas fallecidas por coronavirus. Para evitar incrementos en la ocupación hospitalaria, principal indicador que determina el cambio de color del semáforo, más del 90% de los enfermos que acuden a una unidad médica son obligados a atenderse en sus domicilios. En esas condiciones el gobierno de Jaime Bonilla prevé cambiar la colorimetría de Rojo a Naranja antes de concluir junio, ignorando que no ha habido una disminución en la curva de contagios, ni en las pruebas con resultado positivo
Lejos de disminuir el número de casos positivos y de defunciones, junio ha sumado a la estadística de COVID-19 en Baja California la mayor cantidad de personas contagiadas y fallecidas que cualquier otro mes.
Del 1 al 22 de junio, BC incrementó en un 87.16% el número de personas fallecidas, al morir 774 de las mil 662 que han perecido durante la contingencia de salud por coronavirus, de acuerdo a la propia estadística de la Secretaría de Salud.
En tanto, el número de contagiados aumentó en un 54.47%, al detectarse durante ese lapso 2 mil 759 casos nuevos, para llegar a 7 mil 822 infectados y contando.
Estas cifras contradicen la retórica del gobernador Jaime Bonilla Valdez y del secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, quienes a diario repiten que “va disminuyendo la fuerza de la pandemia” y que Baja California “está a punto de darle la espalda al COVID”.
También muestran que el Acuerdo Estatal de Unidad contra el COVID-19, firmado tres semanas atrás por el mandatario y los cinco alcaldes de Baja California, ha fallado.
Pese a ello, Pérez Rico sostuvo que “como Estado vamos a la baja, esa es una realidad”, por lo que consideró factible cambiar la colorimetría del semáforo de Rojo a Naranja antes de que concluya junio, “estamos en una tendencia en la cual, seguramente, la próxima semana seremos uno de los estados que transicionará (sic), no vamos a salir junio en Rojo”.
No obstante, ante la alta incidencia en el número de casos activos y la amplia movilidad en municipios como Tijuana, no descarta la posibilidad de un rebrote, que no sería tal porque nunca han estado en cero, sino que se trataría de un incremento considerable en los casos de contagio.
RECHAZAN PACIENTES EN HOSPITALES
De acuerdo al sistema de semaforización, para cambiar de un color a otro es necesario considerar cuatro indicadores: ocupación hospitalaria, tendencia, casos activos e incidencia de casos positivos.
Desde el inicio de la aplicación de este sistema métrico, Baja California no ha logrado cambiar ninguno de los cuatro indicadores.
Durante junio, el número de casos activos se ha mantenido en un promedio superior a los 700, derivado del aumento en la incidencia de casos en todos los municipios, donde la demanda hospitalaria continúa siendo alta, pero en un afán de tener los indicadores bajos, las autoridades de salud han optado como estrategia enviar a los pacientes a atenderse en sus domicilios, en lugar de abrir mayor cantidad de unidades médicas.
En el caso de Tijuana, “más del 90% de los pacientes que llegan a urgencias son enviados a atenderse en sus casas”, reconoció Alonso Pérez Rico, quien expuso que los pacientes son devueltos de las salas de urgencias a enfrentar la enfermedad en sus viviendas.
Y justificó: “El pronóstico y evolución de un paciente con COVID es infinitamente mejor en su casa, si requiere oxígeno y ventilación mecánica lo tenemos que hospitalizar, pero en este sentido el enfoque mejor va a ser el ambulatorio, mitigar los riesgos de un ambiente hospitalario”.
A aquellos que no son admitidos en los hospitales, dijo, “se les tienen que decir todos los signos de alarma de pacientes con insuficiencia respiratoria aguda grave. Si ocupa oxígeno se le dice ‘estas son tus opciones, te hospitalizamos o tienes que tener un tratamiento con oxígeno por fuera’”.
Para ello, a quienes solo requieren oxígeno y no ventilación mecánica, se les recomienda la contratación de una compañía, servicio que deben pagar porque la Secretaría de Salud no provee oxígeno, aclaró.
Otra estrategia implementada por el funcionario para evitar la saturación hospitalaria, ha sido “continuar con las altas y los egresos de los pacientes en Mexicali”, municipio que actualmente es el epicentro de la pandemia de coronavirus en Baja California.
“Si es necesario abrir cien unidades hospitalarias, más hospitales reconvertidos, eso vamos a hacer, no vamos a dejar que lleguemos al cien por ciento -de ocupación-, si es necesario abrir cien unidades hospitalarias lo vamos a hacer. Eso no pasó en Tijuana y no va a pasar en Mexicali y no va a pasar en Ensenada. El Estado tiene la forma de cómo ampliar su infraestructura”, ponderó Pérez Rico.
Inmediatamente después recordó que el problema nunca ha sido la infraestructura, sino la falta de personal médico capacitado para tratar y atender a pacientes con COVID, déficit que actualmente está más marcado en Mexicali y Ensenada, municipios en los que hacen falta 60 enfermeras y 30 médicos especialistas, con todo y que de Tijuana fueron enviados 30 trabajadores de la salud como apoyo.
FALSA EXPECTATIVA DE MEJORA EN MEXICALI
Si bien en la última semana Baja California descendió del tercer al sexto lugar en número de casos positivos y defunciones a nivel nacional, el bajar dos escalones derivó del aumento en contagiados y número de personas muertas registrados en Veracruz y Tabasco.
Lo mismo sucede en el descenso al séptimo lugar que registró Mexicali en las últimas dos semanas, lo cual no se ha traducido en una disminución de casos; lejos de ello, con 410 casos activos, ese municipio continúa en curva ascendente en personas infectadas y fallecidas por coronavirus.
Del 1 al 22 de junio, la Capital del Estado elevó en un 75.93% los casos positivos, para llegar a 4 mil 270 casos, mientras que la cantidad de defunciones incrementó en un 197.1%, para un total de 728 personas fallecidas.
Como sucedió en Tijuana a principios de mayo, el fin de semana pasado el Hospital General de Mexicali registró uno de los peores escenarios de la pandemia, al observarse el sábado 20 de junio a pacientes con sintomatología de SARS-CoV-2 atendidos en sillas en las salas de urgencias, mientras otros esperaban en fila para ser ingresados al nosocomio. Ese día, el reporte oficial determinó una ocupación hospitalaria de 97.64%, en esa unidad médica.
Lejos de reconocer la saturación hospitalaria, el secretario de Salud de Baja California argumentó: “Mexicali va disminuyendo la fuerza de la pandemia, el escenario es que cada vez tenemos menos pacientes en las clínicas de fiebre, cada vez van menos pacientes a los servicios de triage -punto de valoración primaria a pacientes con síntomas respiratorios-”.
Respecto a los pacientes que sentados en sillas esperan una cama de hospital en Mexicali, subrayó que “no nomás en Mexicali esperan camas, también aquí en Tijuana, en Tecate, Rosarito y Ensenada. ¿Por qué tienen que esperar camas los pacientes que llegan a urgencias? Porque tienen que ser valorados, lo más importante es que sí ameriten hospitalización, no por el hecho de precipitarme y no tenerlo en urgencias lo ingreso y lo meto a piso, cuando ese paciente podría estar en su casa”, justificó, haciendo énfasis en que los pacientes tienen que esperar en sillas no solo horas, sino hasta tres o cuatro días “porque los tienen que valorar, los médicos están en ese proceso de determinar si el paciente va a ser ambulatorio u hospitalizado”.
TIJUANA, ALTA INCIDENCIA DE FALLECIMIENTOS
El 27.29%, de los 2 mil 668 casos positivos a COVID-19 registrados en Tijuana, se acumularon durante junio; del 1 a 25 de este mes falleció el 52.58% de 827 pacientes contabilizados en la estadística de mortalidad en este municipio.
Con 237 fallecimientos en junio, el índice de mortandad en Tijuana es de 11.4 personas fallecidas al día.
Aun así, Alonso Pérez Rico, asegura que en Tijuana “llegamos al ápice, disminuimos y ahorita ya estamos del otro lado, literalmente ya sobrepasamos la pandemia”.
Cuestionado sobre la alta incidencia de muertos por COVID-19, expuso: “El que tengamos una de las ciudades con mayor número de muertos nada más significa que estamos en un momento epidemiológico un poco más avanzado que el resto de los estados. Desafortunadamente nuestros estados hermanos no han vivido lo que es una curva de aceleración rápida como Tijuana”.
Y agregó: “El que continuemos teniendo muertes, solamente habla de lo que es la enfermedad COVID de la que todavía estamos aprendiendo como comunidad médica global, de qué se trata esta enfermedad, cuáles son las medidas más efectivas de tratarla, es un aprendizaje continuo”.
Aprendizaje que no ha logrado disminuir el porcentaje de pacientes que fallecen tras ser intubados, el cual es del 50%. El 5% de los pacientes que desarrollaron SARS-CoV-2 terminan en cuidados intensivos, requiriendo ventilación mecánica, “de esos pacientes, en el mejor de los casos, la mitad podemos llevarla a buen puerto y el otro 50% no vive”, apuntó el funcionario estatal.
ENSENADA, SAN QUINTÍN Y SAN FELIPE, FRANCO INCREMENTO
Con más de cien casos activos, Ensenada es el segundo municipio en BC con mayor propagación, después de Mexicali.
En las últimas semanas, es este el municipio que mayor porcentaje de aumento ha registrado, al elevar en 115.94% la estadística de casos confirmados de COVID-19 para un acumulado de 596.
En lo que va de junio también incrementó el número de defunciones (85), lo que significó un aumento del 88.8%.
Pero esta alza también fue minimizada por el secretario de Salud de Baja California, quien anotó: “Aunque Ensenada empiece a subir, son muy poquitos los pobladores ahí como para que sea significativo en nuestro Estado”.
De los 139 pacientes positivos acumulados en San Quintín, 113 se registraron durante junio, lo que significó un incremento del 434.6% con respecto al resto del periodo de pandemia. En cuanto a decesos, el aumento fue de cuatro, para sumar siete en total.
Respecto al aumento exponencial, Alonso Pérez Rico explicó que los brotes están surgiendo en los campos y deriva del arribo de jornaleros de otras entidades del país a esa región, “donde hay casos activos”.
Para frenar la propagación, dijo, el equipo de epidemiología de la Secretaría de Salud y del Instituto Mexicano del Seguro Social acudieron a esa zona para “reforzar las acciones en comunidad, hablar con los pobladores, nos aseguramos de que sepan que es el COVID, cuáles son sus síntomas y, en caso de presentar alguno, se aíslen”.
Y descartó la posibilidad de aislar para poner en cuarentena a los jornaleros que arriben de estados con alta incidencia de coronavirus, toda vez que “el aislamiento de personas no está recomendado cuando no se tiene evidencia de síntomas, solo en una isla se aísla a los que llegan, como es la Isla de Cedros”, sitio en el que no se registra algún caso.
San Felipe también ha tenido un alto incremento en junio, mes en que elevó el número de casos positivos de 9 a 70, aunque se mantiene con solo un deceso.
En este lugar el 80% de los pacientes son atendidos de manera ambulatoria, “se van a su casa con el esquema de identificarlos, diagnosticarlos, resguardarlos y cortar cadenas de trasmisión con sus familiares, decirles ‘no salgan, se pueden enfermar’ para mitigar la propagación de las infecciones en esas comunidades, como son chicas, sí se pueden hacer esas acciones epidemiológicas y más dónde todos se conocen. Así se evita que interactúen los que entraron en contacto con la persona que dio positivo”, asentó el titular de Salud de Baja California.
SIN SALIR DE ROJO, NO DESCARTAN “REBROTE”
Aun cuando prevén cambiar la colorimetría del semáforo preventivo de COVID-19 de Rojo a Naranja antes de que concluya junio, la propia autoridad bajacaliforniana admitió que no puede negarse la posibilidad de un rebrote en el número de contagios.
“Los rebrotes están directamente ligados a la movilidad e interacción de las personas, aquí en Tijuana es obvio que en la medida que se van abriendo actividades no esenciales que se consideran pertinentes para la economía, salud y bienestar del Estado, vamos a tener más casos, porque la gente empieza a movilizarse”, reconoció Alonso Pérez Rico.
También pronosticó que San Diego “va a tener una segunda ola porque aumentó su movilidad completa, ya levantaron todas sus restricciones”.
De observarse una segunda ola en California, “aquí empezaremos con restricciones nosotros para, precisamente, no caer en eso, regresar del Naranja al Rojo”.
INSABI NO PAGA A PERSONAL MÉDICO Y SSA NO LES PROVEE EPP ADECUADO
Desde hace un mes, la Secretaría de Salud dejó de proveer de overoles Tyvek al Hospital General de Tijuana, entregando a cambio trajes de tela transparente tipo gasa, con lo que el personal no se siente seguro “porque no es equipo para ingresar a las áreas COVID”.
Para solventar la mala calidad de los trajes, las autoridades del nosocomio entregan dos overoles para que los utilicen empalmados.
Para colmo, solo se cuenta con una sola talla, por lo que no a todos les queda el overol, “los que son altos o de complexión obesa los rompen y se ven obligados a pegarlos con tape”, compartieron médicos y enfermeras de ese nosocomio.
Aunque esta situación ya se hizo del conocimiento de las autoridades, a la fecha no se ha resuelto, por lo que el personal trata de comprar con su sueldo el Equipo de Protección Personal, como lo hicieron al inicio de la pandemia.
Sin embargo, no todo el personal está en posibilidades de hacerlo, particularmente aquellos que recién fueron contratados a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), quienes hasta el inicio de esta semana no habían recibido pago alguno, a más de tres semanas laborando en los hospitales reconvertidos a COVID-19.
Ante las quejas de algunos de los afectados, Alonso Pérez Rico aclaró que, de los 380 trabajadores de la salud contratados por el Insabi para atender la contingencia de salud en Baja California, solo ocho no han recibido la remuneración correspondiente a su labor.
“De esos 380, a todos se les explicó cuando se les contrató que hay un rezago en el pago, pero una vez que se les paga, se les paga el retroactivo”, es decir, todo lo acumulado junto.
Aunque no ha ocurrido así en todos los casos, toda vez que algunos de los afectados aseguran haber recibido el pago rezagado en dos partes.
Para concluir, el secretario admitió que a pesar del pago no oportuno, ni médicos ni enfermeras han dejado de trabajar.
Ayuntamiento de Tijuana oculta actas de defunción durante pandemia
Pese a sostener que no ocultaría las cifras del Registro Civil, como lo ordenara vía oficio el secretario general de Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez Lozano, autoridades del Ayuntamiento de Tijuana evaden proporcionar información respecto a las cifras de actas de defunción.
El 8 de junio, dos días después que Rodríguez Lozano denostara a la oficial de Registro Civil de Tijuana, Magaly Ronquillo Palacios, el alcalde Arturo González Cruz sostuvo que el Ayuntamiento que preside “no ocultará cifras del Registro Civil”.
Para evitar “entrar en polémicas de otra naturaleza”, González Cruz determinó que la información del Registro Civil no sería proporcionada por la titular de esa dependencia, sino por el director de Comunicación Social, Miguel Larre. “Tenemos, sobre todo en la pandemia, que tener mucho cuidado con la información que sale de la oficina del Ayuntamiento de Tijuana, por eso hemos acotado que tengamos un solo vocero”, expuso.
Sin embargo, la instrucción del presidente municipal no ha sido acatada, toda vez que desde el 10 de junio ZETA requirió información a la Dirección de Comunicación Social del XXIII Ayuntamiento de Tijuana.
El día 17 del mismo mes, personal de la dependencia indicó que Miguel Larre haría llegar a este medio la información proporcionada por el Registro Civil, pero a la fecha el funcionario se ha negado a responder el requerimiento.
Los temas relacionados a COVID-19 son los más requeridos por los ciudadanos durante el periodo de pandemia, de acuerdo a las solicitudes presentadas a la plataforma de Transparencia, informó por su parte Ariadna Sandoval Rocha, titular de la Unidad de Transparencia del XXIII Ayuntamiento de Tijuana.
A partir de marzo al 16 de junio, la dependencia registró 185 solicitudes de información, de las cuales 22 se relacionaban a COVID, siendo el registro de decesos a causa de ese patógeno una de las principales peticiones de información demandada por la población.
Acorde con la funcionaria, las peticiones se atienden con celeridad, “el plazo para atender las solicitudes se suspendió por el Instituto de Transparencia de Baja California hasta el 29 de junio de 2020, pero debido a que la pandemia es un tema de interés público, por medio de la Secretaría General de Gobierno municipal se instruyó a responder esas solicitudes, no obstante, la interrupción de los plazos”.
Indicó que de diez días que tienen como plazo máximo para responder las solicitudes, la dependencia a su cargo está resolviendo las peticiones en cinco días.
Sin embargo, en la liga dispuesta en la página del Ayuntamiento de Tijuana, donde se subieron las solicitudes y su respuesta para que, al igual que los solicitantes, los ciudadanos puedan disponer de esa información pública, la solicitud de copia de actas y registro de defunciones por COVID-19 carece de respuesta del área, a pesar que se requirió el 7 de junio.