La pandemia que se está sufriendo en gran parte del mundo, a México le pega más fuerte.
Sin considerar la figura presidencial, con todos sus adornos y candilejas que lo rodean; concretando lo que estamos viviendo en Baja California, resulta que el COVID-19 llegó en la época justa en que los funcionarios (gobernador, alcaldes y diputados) apenas estaban calentando la silla. No la misma que usaron sus antecesores, por aquello de no contaminarse.
Si hay algo que destaca de los neofuncionarios, es su falta de experiencia para gobernar, salvo los legisladores locales, unos que repitieron, a pesar de su lamentable conducta en el tema de la Anti Ley Bonilla. Ahí están los votos de la ignominia, que ya forman parte de la historia bajacaliforniana.
Aclarando que “la experiencia” no significa capacidad para este trabajo.
Pero un empresario, un profesionista que ha vivido de su trabajo, de sus éxitos, salvo excepciones, resulta difícil que entienda, comprenda, conozca el trabajo que han desarrollado los Organismos de la Sociedad Civil. La lucha, esfuerzos, capacidades y especialmente sus resultados, difícilmente son apreciados por los neo funcionarios. Incluso los ven con desconfianza.
Quien ha trabajado en la iniciativa privada y en el sector gubernamental, asegura que este último, el sistema administrativo, es sumamente complicado. No es que sea mejor ni que garantice el bien actuar, sino que hay una serie de “candados” o sistemas que debe cumplir para asegurar el buen uso de los dineros públicos. Y a pesar de lo que dicen que es sumamente complicado, cada que concluye un gobierno, es acusado, ante la opinión pública y en muchos casos se les comprueba… aunque pocas veces se les castiga.
Los nuevos funcionarios desconocen el trabajo desarrollado por los OSC y los motivos que gobiernos anteriores tuvieron para ayudar en sus gastos (especialmente a quienes atienden niños, ancianos, personas con discapacidad y centros de rehabilitación, entre otros). ZETA-Cartaz publicó un largo escrito, avalado por más de 50 instituciones que atienden a la niñez desamparada.
Por primera vez, un gobierno estatal, amenaza, y en algunos casos, cumple en cortarles el servicio de agua, porque las instituciones se quedaron esperando un Decreto que por más de 20 años les había beneficiado. Ese es uno de los muchos ejemplos que les está perjudicando, una pandemia que está distrayendo a las autoridades de otros problemas. La misma Ley de Asistencia Social, compromete a la autoridad a prestar ayuda financiera y la bonificación de algunos pagos de derechos.
Nota 1. Investigue y se sorprenderá. En el Diario Oficial, el pasado 11 de junio se publicó un Ordenamiento Jurídico que da vida al Sistema de Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción. Usted denuncie y gane una gratificación. Va contra “los moches” y compras con sobre precios en el sistema de gobierno. ¿Será?
Nota 2. Rechazar la forma de protestar, es muy distinto a aplaudir el exceso de fuerza policiaca o la inacción de quienes tienen obligación de cuidar el orden. ¿Tienen derecho a robar, golpear, agredir a quienes están peleados con la sociedad?
Nota 3. Los muertos y contaminados con el COVID-19, nos dicen que todavía en Baja California no se llega al pico. Prudencia en las salidas indispensables y paciencia en el confinamiento.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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