Es por todos conocido que a Miguel Ángel Bujanda no le molesta hacer el trabajo sucio, sea para Francisco Vega de Lamadrid cuando era su secretario particular, o al día de hoy cuando reacciona a los intereses de Morena en el Congreso del Estado de Baja California, al que llegó por el PAN. Ahora el diputado -señalado por cierto por el secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, en un caso de moches- pretende dar la estocada final al ya agonizante Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) de Baja California, organismo que ha recibido múltiples golpes por parte del gobierno en turno. Pues bien, Bujanda tiene la intención de hacer lo mismo que en algún momento quiso hacer el diputado Juan Manuel Molina: deshacer el SEA. Por ello impulsa una iniciativa de reforma al Artículo 95 de la Constitución, cuyo objetivo es reducir el número de consejeros del Comité de Participación Ciudadana para que solo sean cinco ciudadanos, y con ello, los funcionarios tendrán una abrumadora mayoría, con once posiciones. En otras palabras, los actos relacionados al desarrollo de políticas públicas contra la corrupción y la evaluación del mismo, correrán por cuenta de los mismos funcionarios que ya lo investigan. La cuestión, refieren en el Congreso del Estado, es ver si Bujanda promueve su iniciativa para oficializar el SEA antes o después de sus vacaciones en España, país que visitará por dos semanas en los próximos días.