Mientras el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que la pandemia ya “se domó”, y que el tratamiento contra el coronavirus en México ha sido “exitoso”, expertos coinciden en que por la falta de pruebas o test podría haber una subestimación en las cifras de casos confirmados y activos de COVID-19 en el país. Por ello, cuando se empiecen a dictar las medidas de regreso a las actividades laborales, finalizando con el confinamiento (lo que está previsto para el 17 de mayo en algunos municipios y para el 1 de junio en todo el territorio nacional), habrá muchos lugares donde la información esté sesgada, lo cual podría derivar en un rebrote de contagios
El lunes 27 de abril, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pidió a sus ahora 37 países miembros -Colombia es el más reciente- “aumentar la capacidad de diagnóstico (lo cual es), crucial para las estrategias de desconfinamiento y reducir el riesgo de nuevos picos” del coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19).
De estos, México es el que menos test de diagnóstico ha realizado porcentualmente entre los países que pertenecen a la OCDE, con 0.4 por cada mil habitantes. Por el contrario, Islandia y Luxemburgo se encuentran a la cabeza, con cifras muy superiores a la media con 134.9 y 64.6 pruebas, respectivamente.
Los datos de la gráfica ofrecida por la OCDE contienen cifras de Our World in Data, que recoge en su página web los datos ofrecidos por los distintos ministerios de Sanidad y otros organismos sanitarios oficiales. En ese conteo, México se encuentra por detrás de Chile (8.1), Francia (9.1), Reino Unido (9.99) o Estados Unidos (15.6).
Ante ello, el mexicano José Ángel Gurría Treviño, secretario general del organismo multilateral, aseguró que se está registrando un “aumento significativo” de diagnósticos en los 37 países que conforman el “club de los países más desarrollados”.
En este contexto, el estudio Las Cifras del COVID-19, elaborado por el académico Roberto Ponce López, profesor de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública y colaborador del área de Urbanismo Ciudadano del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), encontró que los hospitales de por lo menos 25 estados de la República Mexicana no tienen registro de pruebas del coronavirus.
La investigación señala que, al 17 de abril, el Gobierno de México había aplicado 48 mil 365 pruebas, 51% de las cuales procedía de hospitales de la Secretaría de Salud (SSa) federal. Un 36% correspondía a nosocomios del IMSS y 3.4% a instituciones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En conjunto, 91% del total de esas pruebas fueron concentradas en instalaciones federales. En contraste, las pruebas de unidades de salud estatales sumaban apenas 1.5%, ya que sólo 731 pruebas provenían de nosocomios operados por los gobiernos locales.
Ponce López indicó en su estudio que, o los gobiernos estatales no están realizando pruebas, o no hay coordinación con la Federación para registrar sus resultados en la base de datos nacional, de manera que se puede generar una subestimación de la pandemia.
“Sea cual sea la razón es muy relevante porque, cuando se empiecen a dictar las medidas de regreso a las actividades laborales y acabar con el confinamiento, va a haber muchos lugares donde la información esté sesgada”, indicó el ex director de Área de Geoestadística y ex director general adjunto de Investigación en Opinión Pública en la Oficina de la Presidencia de la República.
A estas dudas se sumó José Narro Robles, ex titular de la SSa, quien expuso en un hilo de la red social Twitter, que no eran “correctas” y “generan desconfianza e incertidumbre”, las cifras del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez. “Él sabe que la cifra de casos confirmados está incompleta. Por ello nunca quiso aplicar masivamente las pruebas diagnósticas”, tuiteó el también ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Desde el 28 de febrero, cuando se presentó el primer brote, hasta el miércoles 29 de abril (día 38 de la Jornada Nacional de Sana Distancia), México sumaba 17 mil 799 casos confirmados acumulados de coronavirus; así como 5 mil 444 activos confirmados, 13 mil 263 sospechosos, 50 mil 850 negativos y mil 732 defunciones, de un total de 81 mil 912 personas estudiadas.
Según el polémico sistema de vigilancia llamado Centinela, anunciado por el propio subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Federal el 8 de abril, por cada caso confirmado de COVID-19 en México, hay 8.2 que no se registran, por lo que, haciendo el cálculo, al jueves 30 de abril habría aproximadamente 145 mil 951 casos positivos de coronavirus en el país.
Respecto al número de defunciones por entidad federativa, en el primer lugar de la lista hasta el corte del 29 de abril, se encontraba Ciudad de México, con 389; seguido de Baja California, con 215; Estado de México, 143; y Sinaloa, con 133 decesos por coronavirus.
En cuanto a los casos confirmados acumulados por entidad federativa de residencia, en primer sitio se encontraba la Capital de la República, con 4 mil 782; Estado de México, 2 mil 863; Baja California, mil 495; Tabasco, 941; y Sinaloa, 821.
De los casos confirmados activos por Estado, en primer lugar se encontraba Ciudad de México, con mil 540; Estado de México, 873; Tabasco, 329; BC, 225; Veracruz, 209; y Sinaloa, 196.
Según lo informó José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología de la SSa del Gobierno Federal, 4.26 era la tasa de incidencia nacional por cada 100 mil habitantes. En cuanto a las defunciones, había 152 “sospechosas” y 163 fallecimientos, la mayor cifra de muertos para un solo día. Además de que hay mil 047 nuevos casos confirmados, lo que representaba un 6.3% de incremento del día anterior.
A pesar de estas cifras, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que la epidemia del coronavirus “fue domada” en México, ya que en el país no existe un desbordamiento de la enfermedad, ni se ha rebasado la capacidad de los hospitales, afirmó.
En un video publicado en redes sociales el 26 de abril, el titular del Poder Ejecutivo federal expuso que el 70% de las camas de terapia intensiva de todo el Sector Salud cuentan con personal médico y equipos ventiladores para atender a los pacientes.
El mandatario también felicitó a los ciudadanos, a quienes agradeció mantenerse en casa durante la Fase 3 (en la que continúa la Jornada Nacional de Sana Distancia) y contribuir a que la propagación del virus no se incremente en estos momentos, considerados los más difíciles de la pandemia.
“Se siguen cumpliendo las medidas al pie de la letra y esto nos ha ayudado mucho, por eso no tenemos un desbordamiento, no se saturan los hospitales; les puedo informar que tenemos una disponibilidad de hasta 70% de camas de terapia intensiva”, destacó el político tabasqueño.
Debido a esto, consideró que en México “vamos bien, porque se ha podido domar la epidemia” y en el país el crecimiento del COVID-19 se ha mantenido “horizontal”, a diferencia de otras naciones, donde desgraciadamente “se disparó”.
Y refrendó su reconocimiento a todos los trabajadores del Sector Salud del país que luchan contra la enfermedad, además de expresar su pésame a las familias que han perdido a un ser querido a causa del coronavirus. “Son nuestros héroes y heroínas los médicos y enfermeras”, destacó López Obrador.
En cuanto a la ocupación hospitalaria en la Fase 3 de la epidemia en México, hasta el jueves 30 de abril se encontraba al 23% de su capacidad a nivel nacional, según datos de la red IRAC (Infección Respiratoria Aguda Grave), que a la fecha tiene definidos 669 hospitales.
Desde la entrada de la Fase 3, los 32 gobiernos estatales deben reportar a dicha plataforma nacional la información local, misma que el Gobierno Federal integra, analiza y expone diariamente. Sin embargo, de acuerdo con Alomía Zegarra, solo se cuenta con 588 unidades de salud registradas (88%) con su situación diaria.
Por otra parte, hay 13 mil 744 camas COVID disponibles a nivel nacional, de las cuales 4 mil 006 (23%) están ocupadas y 79% por ocupar. Entre las camas se encuentran las de terapia intensiva, donde se atiende a personas con respiración mecánica.
Por entidad federativa, Baja California reporta 44% de camas ocupadas y 56% disponibles, mientras que en Sinaloa se cuenta con 4% ocupadas y 96% disponibles, afirmó el director general de Epidemiología de la SSa durante la conferencia de seguimiento diario respecto a la pandemia del coronavirus en México.
Por otra parte, están las camas que cuentan con ventilador, para atender a personas críticamente enfermas que, con la reconversión hospitalaria, no necesariamente deben estar localizadas en un área de terapia intensiva, pero incluyen la disponibilidad de la respiración mecánica asistida, el personal, el equipo y los protocolos de bioseguridad requeridos.
De estas, en BC hay 44% ocupadas y 56% disponibles, mientras que en Sinaloa se cuenta con 8% de camas ocupadas y 92% disponibles.
No obstante estas cifras, Mario González Ulloa, presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados, indicó que los nosocomios de Ciudad de México y Puebla ya registran saturación en las camas destinadas a pacientes críticos de COVID-19 que requieren terapia intensiva, “sobre todo hay limitaciones en el número de ventiladores, los hospitales privados están haciendo esfuerzos por tratar de conseguir algunos ventiladores adicionales, estamos explorando muchas posibilidades y China es una de ellas; estamos viendo el mercado local, internacional, tratando de ver por muchos esfuerzos dónde podemos conseguirlos”, señaló en entrevista con el diario capitalino Reforma.
En CDMX, los hospitales Médica Sur, Ángeles, Español, ABC Observatorio, Dalinde y San Ángel Inn Universidad están saturados. En Puebla, el Hospital MAC. A nivel nacional hay 363 camas de terapia intensiva para pacientes críticos de COVID-19. En CDMX hay 82 y en Puebla 13.
González Ulloa precisó que el total de camas para hospitalización para dichos pacientes a nivel nacional es de mil 052 solo para pacientes COVID-19, ya que los hospitales privados tienen una infraestructura mayor. “Por ejemplo, en el caso de Puebla, de esas 13 camas que destinamos exclusivamente para COVID-19, además tenemos 29 para otros procedimientos. En CDMX son 82 destinadas a COVID, pero tenemos 167”, ejemplificó.
Por otra parte, señaló que con base en el convenio Todos Juntos contra COVID-19, firmado entre la Asociación Nacional de Hospitales, Consorcio Mexicano de Hospitales y el Gobierno de México, alrededor de 170 nosocomios privados del país pusieron a disposición de la administración encabezada por López Obrador, alrededor de 3 mil 175 camas para que canalicen a procedimientos quirúrgicos que le representan mayor volumen y se libere espacio necesario para los afectados de la pandemia.
El convenio, con duración de un mes, inició el 23 de abril y terminará el 23 de mayo. En este participan 60 mil profesionales y trabajadores de la salud de dichos hospitales privados, entre médicos, enfermeras, técnicos y camilleros. Los padecimientos incluidos son partos y cesáreas, enfermedades del apéndice, hernias, úlceras gástricas, endoscopías y colecistectomía.