“Primero muerto, que confesor…”
Este dicho se escucha con frecuencia. Lo puede aplicar en la vida diaria con la conducta de cualquier persona que ejerce “su pequeño poder”; desde el cuidador de carros que “aparta” lugar para un “cliente”, hasta el trabajador de ventanilla (banco, empresa, dependencia oficial, etc.) que disfruta en complicar la vida a quien -por necesidad- se acerca a realizar un trámite.
Como que la ventanilla les reviste de poder superior y les da una fuerza personal que sus mismas carencias les ha impedido avanzar en la vida. Abundan estos tipos, y si se juntaran en un solo paquete, veríamos el enorme bien que podrían hacer a la convivencia humana si su conducta, su trato, fuera amable y comedido. Ponerse en el lugar de enfrente para actuar con consideración. Ojalá que esta época en la que casi todos somos damnificados, decidiéramos convertirnos en seres humanizados; no tan solo “humanos”.
Otro asunto que a muchos preocupa, especialmente a los involucrados en Organismos de la Sociedad Civil, es el futuro que les espera. ¿Qué harán las instituciones que sirven como refugio, hogares sustitutos o lugar de desarrollo para personas con algún tipo de discapacidad? Parece ser que el COVID-19 llegó para quedarse y enfermar a toda persona que pueda. ¿Significará que a los lugares mencionados ya no podrán llegar visitas? ¿ni siquiera las familias? Desde principios de marzo, no se permite entrada a esos lugares, con excepción de quienes ahí trabajan (y con enormes precauciones).
Y el aspecto económico también preocupa, pues las actividades y programas para recaudar fondos complementarios que ayude a los gastos, tendrán que cambiar. Por lo pronto, el Gobierno Federal, imitado por el estatal, desconoció el servicio social que prestan los OSC. Sin miramiento alguno, borraron los programas de apoyos económicos. Y en el caso de Baja California, lo dejaron a su mínima expresión; tan miserable el monto del programa que traía experiencia de 20 años, que muchas instituciones decidieron no participar.
Y todo por el empecinamiento de un Presidente, empeñado en gobernar al estilo de su natal Macuspana, como si la nación atendiera a unos cuantos cientos de habitantes. Una tras otra, sus acciones fueron para acabar con el futuro económico de nuestra nación. Empezó con el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y ahora está decidido en sus tres obras magnas que lo harán trascender en la historia: Refinería Dos Bocas, Tren Maya y Aeropuerto Santa Lucía; y en el camino quedan obras como Constellation, la malograda cervecería de Mexicali.
Dios salve a México.
Nota 1. “Es lo malo de López Obrador, que tiene la mira baja, alcance chico y una visión que en estos tiempos extraordinarios, cada vez se ve más corta”. Escrito por el periodista Raymundo Riva Palacio en El Financiero el pasado 24 de abril. La ofrecemos en honor de los muchos compañeros periodistas que honran la profesión… a pesar de las circunstancias.
Nota 2. Ahora resulta que el señor de los moches en B. C., entre sus responsabilidades como secretario General de Gobierno, está litigar públicamente en contra de la SCJN, decidiendo que su patrón debe gobernar cinco años “por ser uno de los diez mejores”.
Nota 3. En esta época han aumentado las víctimas de violencia familiar. Grupo Apoyo ofrece terapia psicológica vía telefónica al número (664) 191-28-74. Horario de 10 a 14 horas, de lunes a viernes. Siempre habrá una solución a ese problema. El servicio profesional es gratuito.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org
