Tirados en el suelo y amontonados en los patios de las funerarias, así se observan los cuerpos de personas fallecidas por COVID-19, entre otras causas, dio a conocer el delegado Federal de Baja California, Jesús Alejandro Ruiz Uribe.
Aunque en su reporte el funcionario solo mencionó las compañías fúnebres de Tijuana, de acuerdo a testimonios de trabajadores, la escena dantesca se observa también en funerarias ubicadas en Mexicali y Ensenada.
En un afán de acaparar la demanda de servicios funerarios, incrementada durante la pandemia en el estado, el cual ocupa el segundo lugar a nivel nacional en mortandad por coronavirus, los establecimientos de exequias incurren en “amontonamiento de cadáveres”, además de estar ubicadas en medio de carnicerías y viviendas.
Tal es el caso de la funeraria Monte Ararat, la cual fue clausurada este jueves 30 de abril por autoridades de los tres órdenes de gobierno “por la forma fraudulenta en que operaba, en principio por estar en medio de varias carnicerías, amontonamiento de cadáveres, precios excesivos y nulos cumplimientos a las reglas de salubridad y protocolos de protección civil”, expuso Ruiz Uribe.
Entre las funerarias detectadas de incurrir en este tipo de irregularidades mencionó: De la Cruz, Ebenezer, Monte Ararat, León, San Francisco, Bosco, Nueva Jerusalén y Cristo Rey.
Estas funerarias, a las que denominó “patito” carecen de hornos crematorios, por lo que han estado vendiendo ese servicio a través de un convenio “fuera de la ley” que realizaron con una empresa que sí lo tiene, pero ante el incremento en el número de defunciones, la empresa de cremación no se da abasto, lo que ha generado el acumulamiento de cadáveres en las instalaciones de los establecimientos funerarios, particularmente de Tijuana.
“Empezaron acumular cuerpos que no pueden ser cremados porque están en los patios de estas funerarias patito”, asentó el funcionario.
Y agregó, “ya se suspendió a una, Monte Ararat, no creo que se vaya a volver abrir esta funeraria, tenía cuerpos en el suelo, sin ningún tipo de cuidado, algunos de ellos COVID, en medio de dos carnicerías, un desorden en el que ya la COFEPRIS está poniendo orden”.
Además del incumplimiento de las medidas de salubridad y Protección Civil, la mayoría de empresas de este giro han estado “abusando de las circunstancias, abusando de los precios de las cremaciones”.
Indicó que a mediados de esta semana, después de la clausura de la funeraria ubicada en la colonia Los Álamos, en Tijuana, se efectuó una reunión con los representantes de estas empresas respecto a la aplicación correcta de los precios de los servicios funerarios y al cumplimiento de las medidas de salubridad y de protección civil, logrpandose un acuerdo verbal, el cual 15 de estos negocios han accedido a firmarlo.
“El lunes se hará la publicación de las que lo firmaron, las que no lo hagan van a ser revisadas minuciosamente por los tres niveles de gobierno”, advirtió, al descartar que las funerarias “patito” en las que se detectaron los cuerpos apilados, indicó, “con ellos no puede haber acuerdos, tiene que haber una revisión acuciosa”.
Empleados de las compañías de exequias expusieron a ZETA que no reciben los equipos de protección adecuados y muchos cadáveres, incluyendo por muerte de coronavirus, son levantados en domicilios particulares sin ninguna medida de seguridad e higiene, además de que los servicios funerarios y sepelio se llevan a cabo sin el distanciamiento social determinado durante la pandemia por COVID-19.