* Élmer Mendoza: “No podemos confiar en un gobierno que solo declara, pero que en la realidad se están viendo otras cosas”
* Javier Sicilia: “El Presidente Andrés Manuel pone justamente la desgracia humana al servicio de sus intereses particulares, que no son los intereses de la nación”
* Sergio Aguayo: “La estrategia del gobierno mexicano contra la pandemia huele a desorden”
Diversos escritores muestran su preocupación ante lo que reconocen como “desorganización”, “sub registro”, “estadísticas maquilladas” o el “uso político” que el gobierno del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está dando a la crisis sanitaria por el virus COVID-19.
El narrador Élmer Mendoza desde Culiacán, el poeta y ensayista Javier Sicilia en Cuernavaca y el académico y profesor de El Colegio de México, Sergio Aguayo en Ciudad de México, comparten con ZETA sus análisis o preocupaciones ante la forma en que la administración de López Obrador está abordando la pandemia.
Los entrevistados cuestionan, por ejemplo, desde la clasificación de muertes por “neumonía atípica” en tiempos de coronavirus, hasta declaraciones como aquella en que la pandemia le vino “como anillo al dedo” a la llamada Cuarta Transformación, mientras miles de personas pierden a sus familiares por la enfermedad.
ÉLMER MENDOZA: “EL PRESIDENTE NO PUEDE SEGUIR MINTIENDO”
Radicado en Culiacán, el novelista Élmer Mendoza explicó cómo se está desarrollando la pandemia, sobre todo considerando que Sinaloa es de las cuatro entidades con más contagios por coronavirus:
“No podemos confiar en un gobierno que solo declara, pero que en la realidad se están viendo otras cosas. Yo tengo amigos médicos y lo que hice fue hacerles algunas llamadas, y lo que me dijeron ellos es que mientras acá el Gobierno Federal decía que no había nada, pues había ya pabellones completos en los hospitales con personas infectadas; además, una carencia muy lamentable del equipo tiene que ver con camas especiales, ventiladores, todo eso, incluso de equipo especial para proteger a médicos: bandas, guantes, zapatos con los que se cubren.
“Por las mañanas (en las conferencias de López Obrador) haciendo declaraciones alegres, y por las tardes (con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell) igual, diciendo que realmente los infectados eran muy pocos. Entonces, veo muy grave que no lo han tomado con la seriedad que merece, no han identificado realmente que es un problema muy fuerte, sobre todo, viendo lo que está pasando en el mundo”.
— Cada vez que los reporteros le hacen una pregunta a López Obrador, éste aprovecha para culpar a quienes llama sus adversarios, los conservadores, los neoliberales…
“Veo al Presidente muy rijoso. Es un hombre que peleó mucho por ser Presidente, pero no entiende que al estar ahí pues ya lo otro tiene quedar en el pasado y no tiene que justificar sus grandes errores, sus peligrosos errores, ni echarle la culpa a nadie, porque él tiene un grave problema: un virus letal que está demostrando la debilidad de nuestro sistema de salud, que evidentemente no es un sistema de salud que se debilitó en su gobierno, sino que ya venía desde antes, pero cómo es imposible que se ponga a invertir en el Tren Maya, en un estadio (de beisbol, en Sonora), cuando lo que necesitamos es hospitales, camas, respiradores, tapabocas, medicamentos, impulsar el trabajo de los científicos mexicanos, de gente que está investigando en las universidades.
“El problema no tiene qué ver nada con todo el discurso de culpar a quien sea, es un problema real que hay que increpar. El Presidente no puede seguir mintiendo que estamos bien, que hay camas, que los médicos están bien equipados. Todos los días médicos protestan y no tienen la culpa los neoliberales, ni los fifís, ni los conservadores, ni los chairos, ni nada; no tiene la culpa ni él, el virus está ahí y hay que luchar contra él, y además hay que tratar de salvar a los mexicanos.
El autor de “La cuarta pregunta” (Alfaguara, 2019) sentenció:
“Él dice que ama mucho al pueblo, pues ¡órale!, porque el pueblo es el que está más desprotegido en este caso, sobre todo 31 millones de mexicanos que trabajan en el comercio informal y no tienen servicios médicos, que no tienen nada, e incluso si no trabajan, pues no tienen la posibilidad de comer, y a ver qué van a hacer con los 25 mil pesos que les van a prestar que alcanza para la maldita cosa, ¿no? Pero si se trata de sobrevivir unos días, pues ojalá, pero que se los presten a todos los que lo necesiten, no nada más a los que forman parte de los grupos que lo apoyan a él, o sea, eso no puede ser, ese señor quiere acabar con el pueblo de México, es otro virus que tenemos que superar y quitarnos de encima”.
JAVIER SICILIA: “APLANAR LA CURVA NEGANDO LA REALIDAD”
Establecido en Cuernavaca, el poeta Javier Sicilia también compartió con ZETA cómo están enfrentando la crisis sanitaria en Morelos; para empezar, coincidió en que una fuente fidedigna de la situación es el personal de salubridad:
“En Morelos nos hemos tenido que enterar por lo que sabemos de los amigos médicos. Por la cantidad contagiados, por una falta de política sanitaria y una política de Estado, muchos médicos y muchas enfermeras en condiciones límites han estado siendo infectados y han muerto; es decir, si a nivel nacional las cifras están maquilladas, a nivel de la localidad de Morelos están peor donde desde hace mucho tiempo no hay gobierno en el Estado”.
— ¿Cuál es su análisis en torno a que muchas muertes en México son clasificadas por “neumonía atípica” durante la pandemia por COVID-19?
“Es un uso muy perverso, político, de la pandemia, porque están jugando en función del proyecto político del Presidente Andrés Manuel López Obrador con las vidas humanas; entonces, lejos de asumir con seriedad el tema de la pandemia, los infectados, los que están muriendo, pues ellos decidieron una lógica de poner la ciencia al servicio de la política, donde se iba a aplanar la curva negando la realidad, y a causa de cuidar el proyecto político antes que a los seres humanos, pues lo que tenemos son cifras falseadas; nadie o muy poca gente cree lo que Hugo López-Gatell nos está diciendo noche con noche con respecto a los contaminados y los muertos de la pandemia. Entonces, este uso perverso pues está desquebrajando y fracturando mucho más gravemente al país de lo que estaba antes de la pandemia.
“Me parece absolutamente grave para la realidad del país, para la humanidad, que debería de conmovernos a todos a través de una política inteligente que no está por ningún lado; la fractura de los gobernadores en parte, la ausencia de una política inteligente a nivel federal, pues nos está generando este malestar y están haciendo lo mismo con estas cifras con el mismo desprecio que han tenido por otras víctima, como las víctimas de la violencia que ahora han pasado a un segundo plano, cuando la violencia ha crecido de una manera brutal; entonces, habla muy mal de la posición no solo política, sino humanitaria de la Presidencia de la República y de algunos gobernadores que no están al pendiente como otros”.
— Pero el Presidente dice que la pandemia le vino a su gobierno “como anillo al dedo”…
“El Presidente Andrés Manuel pone justamente la desgracia humana al servicio de sus intereses particulares, que no son los intereses de la nación; son los intereses de una nación que construyó en su cabeza de manera abstracta, improvisada, que simplemente ha llevado a la fractura a la nación y al desprecio por las vidas humanas. Esta forma en que Andrés Manuel se expresa de la pandemia se suma al desprecio que ha tenido por las víctimas, por el movimiento feminista”, reflexionó el autor del poemario “Tríptico del desierto” (Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2009).
SERGIO AGUAYO: “TENEMOS UN PRESIDENTE QUE VA DICIENDO LO QUE SE LE OCURRE”
Desde Ciudad de México, el académico y analista político externó a este Semanario su análisis e incertidumbre ante la forma en que, desde el Gobierno de México, Andrés Manuel López Obrador está combatiendo la pandemia:
“Muchos estamos con una gran incertidumbre de la capacidad que tiene el Estado, o más bien de lo bien que se preparó el Estado para enfrentar la pandemia. Frente al discurso triunfalista del Presidente Andrés Manuel, de que se va a atender a todos los contagiados y ante la imagen de control que transmite el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, pues también uno detecta señales de inconsistencia, por ejemplo, si todo iba tan bien, ¿por qué tuvieron que meter a Marcelo Ebrard como el zar de la pandemia? Me queda la impresión de que hay bastante de improvisación y de ocurrencias”.
En todo caso, ante el discurso oficial, el Profesor de El Colegio de México lamentó el hecho de que muchas de las grandes empresas con actividades no esenciales continúan laborando con miles de trabajadores -con el beneplácito de López Obrador- y podrán contagiarse, además de propagar el virus en forma de corona.
“Un área de preocupación es la rebeldía de empresas y de ciudadanos que no obedecen o no siguen las instrucciones, las maquiladoras son unas, Grupo Azteca es otro que hace lo que le da su gana sin que el Estado tenga la capacidad o voluntad para poner los controles que requieren, aplicar las multas y los castigos que uno esperaría. Además de eso, varios gobernadores ya declararon sus propias estrategias independientes del Gobierno Federal, por tanto, la estrategia del gobierno mexicano contra la pandemia huele a desorden, descoordinación y rebeldías por muchos lados”.
— ¿Cuál es su análisis o reflexión en torno a que muchas muertes en México son clasificadas como “neumonía atípica” durante la pandemia por COVID-19?
“Ese es uno de los misterios que espero se vaya esclareciendo, pero hay la impresión de que sí tenemos un sub registro del número de infectados y de muertes. Entramos a la Fase 3 de la pandemia con incertidumbre, desconfianza en el Estado, con falta de información confiable y verificable. Espero fervientemente equivocarme y reconocer que soy un mal mexicano que no creyó en la Cuarta Transformación y sus capacidades, si es así pediré disculpas, pero por ahora los veo muy desorganizados, cada quien haciendo lo que quiere, da la impresión que es un barco con varios capitanes peleando por agarrar un timón descompuesto”.
— Finalmente, ¿qué opina Usted de la expresión del Presidente Andrés Manuel de que la epidemia le vino “como anillo al dedo” a su gobierno, mientras miles de personas mueren por COVID-19?
“Creo que el Presidente está incurriendo en el pecado de muchos gobernantes que tienen incontinencia verbal en ocasiones, no sabe controlarse y dice frases que son endebles y hasta ofensivas, porque creo que los familiares de los muertos que se van acumulando, no creo que celebren que la pandemia le venga como anillo al dedo al Presidente, me parece que es un despropósito; tenemos un Presidente que le gusta platicar y abrir su ronco pecho, porque él lo dice, ‘mi pecho no es bodega’, y bueno, tenemos un Presidente que va diciendo lo que se le ocurre.
“Entro a la peor etapa de la infección con un profundo escepticismo y preocupación. Estoy convencido que el Gobierno de México no está preparado, espero fervientemente equivocarme, pero los indicios no son positivos; afortunadamente hay estados donde se están preparando bien, municipios también, empresas, grupos, personas, pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está dando un ejemplo de desorganización, desunión y que inquieta por ahora”.
Para concluir la entrevista con ZETA, Aguayo aseveró:
“Muy pronto sabremos si López-Gatell y López Obrador se ciñen los laureles de la gloria de haber tenido razón, o si se alejan con la cola entre las patas por habernos engañado”.