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domingo, octubre 6, 2024
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¿Dónde está el virus?

En un reciente artículo titulado Wuhan y el virus que cambió el mundo, decíamos que el virus brotó en un mercado de la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China, en diciembre del 2019, y de ahí se esparció lentamente por todo el mundo.

Por lo que he leído del tema, aun hoy no se sabe con exactitud la fuente del virus, cuyo nombre técnico es SARS-CoV-2; el coronavirus (CoV) es quien causa la enfermedad COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal y no es un virus creado en laboratorio. Finalmente, ya aceptaron esta parte, lo que descarta una teoría que mucha gente traía en su cabeza y que decía que habían plantado ese virus en China como parte de una guerra biológica.

La OMS afirma que “lo más probable es que el virus tenga su reservorio natural en los murciélagos”; textualmente así lo dicen. Agregando que el SARS-CoV-2 pertenece a un grupo de virus genéticamente afines, en el que se encuentran también el SARS-CoV y otros CoV que han podido aislarse en poblaciones de murciélagos. El MERS-CoV también pertenece a este grupo, pero está menos relacionado con estos últimos.

Lo que es un hecho es que la enfermedad COVID-19 está provocando muchas muertes en todo el mundo -en Tijuana y en San Diego también- y no se ve que los contagios se detengan en el corto tiempo. Para poder bajar la gráfica, creo que todos necesitamos educarnos un poco en el tema.

Para no infectarnos, considero básico saber dónde está el virus. Empezaré por comentarles que la OMS dice que una persona puede contraer COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca, que salen despedidas cuando una persona infectada tose, estornuda o exhala.

Estas pequeñas gotas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser, estornudar, escupir o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de un metro (tres pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.

Los recientes estudios de la OMS apuntan a que el virus no se transporta en el aire por mucho tiempo, ya que es pesado y rápidamente cae a la superficie. Es una cosa imperceptible -y dicen- que en unas superficies dura más que en otras, dependiendo de las condiciones ambientales, pero no se sabe con precisión cuánto tiempo puede vivir en la madera, metal, plástico, vidrio, pavimento, ropa o cualquier otra; dicen que en unas superficies puede durar pocas horas y en otras hasta días. Lo que sí creo es que el virus debe estar preferentemente en el piso, por eso es importante limpiarse las suelas de los zapatos con agua con cloro antes de entrar a la casa; pero también es recomendable no andar descalzo en la casa o afuera de está, para no meterlo al hogar.

Es tan reciente el virus, que los estudiosos del tema aún no conocen muchas de sus características y su comportamiento. De hecho, decían que el virus se desintegraba en una temperatura de 26⁰ C (78⁰ F), pero luego dijeron que esa parte no era del todo segura. A mí me queda claro que el virus no camina (puesto que no es un animal), pero creo que sí pudiera transportarse de una superficie a otra por el viento; de ahí la necesidad de utilizar el tapabocas cuando uno anda fuera de casa.

Un amigo doctor me decía que una persona inconscientemente se lleva la mano a la cara incontables veces en el día, pero que él consideraba que la forma más fácil de infectarse era por los ojos, ya que la boca, al ser húmeda, el virus puede no durar mucho o bien irse al estómago, donde moriría rápidamente por los ácidos que producimos, y que por la nariz también era complicado porque tenemos pequeños vellos que le dificultan el ingreso al virus.

Lo que sí se sabe es que los virus se mueren con agua con cloro, agua con vinagre, también con agua tibia y jabón; de ahí la recomendación de que nos lavemos las manos constantemente. Limpieza, higiene y prevención son la clave en esta época. Ahora que estamos en cuarentena, me doy cuenta que los niños y jóvenes no se lavan mucho las manos; debemos insistir hasta que se les forme un hábito, porque este virus llegó para quedarse un buen tiempo.

Cuando el gobernador de California declaró el estado de emergencia el pasado 19 de marzo, dijo: “22.5 millones de californianos (la mitad de la población) tendrán el virus en un periodo de 8 semanas”; eso me llamó mucho la atención, pero también dijo que muchos ni cuenta se darán (ya que no se les desarrollará, pero serán portadores). De ese gran número que señaló Gavin Newsom, ¿cuántos habrán cruzado o siguen cruzando a Tijuana y al resto de ciudades de Baja California?

Pronto saldremos de esta, pero en el inter hay que hacer caso a las indicaciones que nos dan las autoridades, porque el virus puede estar en cualquier superficie.

 

Atentamente,

Álvaro Montaño Rubio.

Autor de “Welcome to Tijuana”.

Tijuana, B.C.

Correo: librowt@gmail.com

Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
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