Los médicos de Baja California, los de todo el país, de hecho, necesitan ahora más que nunca de la solidaridad de la ciudadanía. Para empezar, necesitan médicos, neumólogos, internistas, infectólogos, generales, cirujanos, que ofrezcan sus servicios para atender a los cada vez más pacientes que se están ingresando por COVID-19 o neumonía atípica, como son clasificados antes de tener los resultados de la prueba.
En el Hospital General de Tijuana, como en muchos del país, las universidades decidieron retirar a sus internos y pasantes de medicina que laboraban en hospitales públicos, al no contar con las medidas de protección personal pertinentes que aseguren las óptimas condiciones físicas de los estudiantes.
A la ausencia de los internos y pasantes, se suma la inasistencia de un considerable número de médicos que, o presentan síntomas del virus y han sido enviados a cuarentena, o están en una edad en la que corren mayor riesgo de contagio. A la fecha, solo tres profesionales de la salud del General, han dado positivo al virus COVID-19 y están en aislamiento.
El Gobierno del Estado, por más que niegue el desabasto, no lo ocultará. En el Hospital General de Tijuana se requiere en estos momentos de todo, especialmente desde que, ahora sí, el área de urgencias fue cerrada y se atenderá de manera exclusiva pacientes con síntomas de coronavirus.
Los médicos que ahí laboran, han realizado una lista de sus necesidades, y aquí le anoto a grosso modo: batas de cirujano, batas desechables, cascos, botas, guantes, jeringas, mascarillas N95, caretas, cubre bocas simple y cubre bocas pato; esponjas, gasas, esponjas quirúrgicas, gel antibacterial, gorros desechables, gorros para pacientes, gorros plisados; guantes de vinilo en todas las tallas, guantes estériles, heparina, jeringa de insulina, mangueras de succión, batas quirúrgicas impermeables, puntillas nasales, overoles, toallas interdobladas, viseras en distintos modelos y tamaños. Tubo endotraqueal, jeringa de 10 mililitros; agujas amarillas, bolsa válvula mascarilla, filtro para virus, soluciones inyectables, sonda de aspiración, sonda Foley, entre muchas, muchas otras cosas.
A los ciudadanos que no presentan síntomas, que cuentan con salud, que están en cuarentena y en sus negocios si estos son esenciales, además de los medios para hacerlo, se les solicita ser solidarios con los médicos de los Hospitales Generales en el Estado, y acudan y realicen un donativo.
En condiciones muy pobres, muy limitadas y de abandono, los médicos están haciendo todo a su alcance para contener la crisis por el COVID-19 y por salvar las vidas de aquellos que han sido infectados. En nuestro país la mortalidad de este virus rebasa el 5%, por ello debemos apoyar a nuestros médicos y a los hospitales.
Lo que no está haciendo el Gobierno de la República, que destinó más recursos para sus obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el Aeropuerto de Santa Lucía en lugar de destinar esos dineros a la contingencia de salud que nos aqueja ahora mismo; o el gobierno estatal que a diario informa una realidad alterna a lo que sucede en los Hospitales Generales, lo puede hacer la sociedad en estos momentos, al donar material a los médicos para que hagan su labor en las mejores condiciones posibles.
Hoy más que nunca los médicos y los hospitales necesitan del apoyo, las donaciones y la solidaridad de todos. Aparte, claro, de seguir las recomendaciones nacionales e internacionales, mantener el aislamiento en casa, respetar la cuarentena, mantener la sana distancia cuando se está en grupos mayores a diez personas, en espacios público, o mientras trabaja en caso que la suya sea una labor esencial para el desarrollo del país.
Al evitar el contagio propio, se protege a la familia y a las personas con las que se convive a diario, y esto evita que cada vez más personas estén registrándose en los hospitales como sospechosos de contagio de COVID-19. En algunos estados como Nuevo León, ya se ha recomendado a la población portar la mascarilla de protección, tal como se ha hecho en otros países, aunque en Baja California esa no es una medida aún y Usted puede protegerse de esa manera. No es necesario tener una mascarilla profesional, de médicos, ya existen muchos videos en redes sociales de cómo hacer mascarillas caseras para auto protegerse del contagio.
Si tiene recursos, apoye con donaciones a médicos y hospitales, es por el bien de todos, si no los tiene, protéjase y proteja a los suyos cumpliendo con la cuarentena, es evidente por lo que está sucediendo en los hospitales públicos (en esta edición de ZETA se publica un amplio reportaje) que los gobiernos no están tomando conciencia de lo que realmente está sucediendo con la salud de los mexicanos, que las pruebas que se realizan en las entidades federativas fuera de Ciudad de México, están tardando hasta diez días en entregarse los resultados. Todos en el sistema de salud están trabajando al límite y con carencias.
Es tiempo de solidaridad y donaciones.
PD.- El sábado 11 de abril, ZETA cumple 40 años de fundación. Lo celebramos haciendo llegar esta edición a sus manos, ejerciendo el periodismo de investigación, libre, independiente, crítico, que ha significado a este Semanario y que nos legaron los fundadores J. Jesús Blancornelas y Héctor Félix Miranda. Por ellos, por Francisco Javier Ortiz Franco, por nuestros amigos y patrocinadores, por Ustedes, Lectores, seguimos libres como el viento. Muchas gracias, pero muchas, por mantenernos vigentes y en cirulación.