Inmovilizada por la crisis sanitaria que afectó toda su cadena, la industria del concierto en vivo resurgirá reconfigurando su modelo de negocio, mientras reprograma su reapertura en un escenario post pandemia sobre ofertado, aunado a la desconfianza del contacto social. Afectaciones económicas que son medidas con la iniciativa Música México COVID-19
El negocio de los espectáculos en vivo, particularmente el de los conciertos, fue el primero en apagarse y será el último en encenderse después de la pandemia del coronavirus que lo apalea económicamente, pese al relevante valor de la música como bienestar social y ser el motor de su industria en las últimas dos décadas, por la cual hoy lucha para encontrar su equilibrio en un escenario lo más parecido a la normalidad, frente a las nuevas formas de consumo, la agobiante incertidumbre de artistas, agentes, promotores, públicos y la inmensa cadena que posibilita su existencia; sobre todo con la duda de cuándo se reanudarán los conciertos y en qué momento se tendrá la confianza de compartir gradualmente bares, salas de espectáculos, teatros, arenas y estadios.
En Estados Unidos, expertos en espectáculos públicos (Pollstar) afirman que la industria del concierto podría perder unos 9 mil millones de dólares por adquisición de entradas a conciertos si la cuarentena no se levanta para finales de 2020, sin considerar las pérdidas de empresas proveedoras de backline, carga/descarga, catering, sonido, transporte y video; estructuras, limpieza, luces, merchandising, escenógrafos, fotógrafos, intérpretes, ingenieros y técnicos de sonidos y luces, managers, músicos, personal de shows y staff de artistas; productores, productores musicales, promotores, road managers, salas, teatros y afines, salas de ensayo, seguridad, socorristas, ambulancias, boleteras, tour managers, diseñadores de vestuario, agentes de prensa, acomodadores de salas, asistentes de escenario, autores y compositores, community managers y diseñadores gráficos.
Giras canceladas como “No Filter” de los Rolling Stones, “Hotel California” de The Eagles y “Farewell Yellow Brick Road” de Elton John, por mencionar algunas, son muestra de una industria inmovilizada que para resurgir, debe reconfigurar y reestructurar su modelo de negocio mientras reprograma su reapertura en un escenario post pandemia, sobre ofertado por los aplazamientos y nuevos compromisos económicos que buscarán garantías y seguridad financiera en toda la cadena del espectáculo en vivo.
Tanto que agencias internacionales de producción de conciertos como AEG, CAA, ICM, Live Nation, Paradigm y UTA, unifican estrategias frente a la afectación de la enfermedad COVID19 y adaptan sus políticas de reembolso.
Para la productora y representante artístico Norma Gasca, el negocio de los conciertos en México y Latinoamérica vive un clima de incertidumbre y suspicacia que, pese a que las autoridades reanuden el contacto social y se reprograme la agenda del espectáculo, el escenario post pandemia seguirá afectado.
“No sabemos si el público se sienta seguro de compartir espacios, de estar en contacto masivo, o incluso si tengan la posibilidad económica de asistir a conciertos”, dijo la titular de Rock Show Entertainment, quien pospuso más 25 conciertos y giras que suman pérdidas por 4 millones de pesos “en términos de transporte aéreo, promoción, hoteles, producción, viáticos, gastos de nómina y acuerdos legales con un valor de dólar diferente al actual, y a eso hay que sumarle que cuando la operación de conciertos regrese todos lo haremos al mismo tiempo, por lo que habrá una sobresaturación de eventos”, recalcó a ZETA Gasca quien optó por cancelar otros eventos para poder efectuar devoluciones.
“Me parece que es un momento para ser socialmente responsables y empáticos con nuestra audiencia, no debemos retener su dinero en las boleteras, ellos nos seguirán respaldando porque tendrán la necesidad psicológica y anímica de volver al contacto social; hoy funciona el streaming para interactuar, pero no para crear nuevos artistas. La reconfiguración de la industria dependerá de promotores, productores, artistas, de nuevos acuerdos económicos, de empresas y del público, incluyendo la protección de nuestros técnicos de escenario y toda esa gente que forma parte de los espectáculos en vivo”, señaló la productora con 22 años de trayectoria, quien considera importante el diagnóstico de la encuesta e iniciativa México Música COVID-19, y a su vez, encabeza un proyecto de asociación de trabajadores de la industria del entretenimiento en vivo que englobe la cadena del rubro para demandar, entre otras cosas, protección médica, seguro social y pensiones.
MÉXICO MÚSICA COVID-19
“Con la iniciativa y encuesta Música México COVID-19 buscamos la opinión de los miembros de la industria con respecto a sus necesidades económicas en medio de esta pandemia y crear un mecanismo que permita donaciones para apoyar a los más afectados que por tiempo indefinido han perdido su fuente de ingreso, como todos aquellos que colaboran para la realización de un concierto”, asegura Guillermo González King, presidente de la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas (Amprofon), quien junto a Ana Rodríguez (Música Relatable), Francisco Arriagada (Casete) y Sergio Arbeláez (Cipro), lanzaron el proyecto que considera el estatus y área laboral, ingresos, dependientes, afiliaciones, cuántos eventos y cantidad de público fueron afectados por la pandemia; así como el impacto económico por el coronavirus entre marzo y junio, gastos imprevistos durante la contingencia sanitaria y opinión sobre medidas para contrarrestar los efectos de la cuarentena en su actividad.
“No sabemos el alcance de la iniciativa, pero está siendo bien acogida por la industria ante las posibilidades de distribuir recursos a las afectados, donaciones económicas y en especies, además de fondos internacionales que permitan volver a generar confianza para que se asista a los conciertos”, subrayó a ZETA González King, quien recibió el aval y donación de artistas como Alejandro Fernández.
Por su parte, Ana Rodríguez, presidenta de la Asociación Internacional de Mánager IMMF, expuso que las implicaciones económicas y el impacto laboral buscan medir con la encuesta en línea (musicamexicocovid19.com) toda la cadena de la industria de la música en vivo, “el paro operativo, el tamaño del reto de trabajo inmediato y la formalidad laboral para darle sentido a las acciones de la iniciativa, salir unidos después de la pandemia, con mejores ideas y organizados como industria; renegociar con las plataformas Spotify y Apple Música las ganancias generadas para que las disqueras compartan una parte con los músicos independientes”, complementó, para concluir:
“Estamos ante una crisis que representa una oportunidad de reestructurarnos”.
NEGOCIO DE LA MÚSICA DEPENDE 80% DE LOS CONCIERTOS: WISIN Y PONCHO LIZÁRRAGA
“La música ha estado antes, durante y post pandemia. Quizá tenemos que adaptarnos a cómo la gente consumirá la música. Es complicado, pero tenemos que tomar conciencia. Es una oportunidad de reinventarnos y repensar los conciertos en vivo, que es donde tenemos contacto directo con miles de personas. Enfrentar el futuro con creatividad tal como hicimos frente a la piratería, no es algo opcional, necesitaremos estrategias. Este es un negocio de contenido visual y musical”, mencionaron Poncho Lízárraga, de Banda El Recodo y el reggaetonero Wisin durante un conservatorio para la plataforma Monitor Latino.
“No hay certeza más que el negocio de la música depende 80% de los conciertos en vivo. La situación nos afecta al mundo entero, pero todos los que conformamos la industria de la música debemos aportar para que no se detenga”, concluyeron.
PRODUCTORA BAJACALIFORNIANA HACE FRENTE A LA CRISIS
“En Baja California, unas mil 200 personas nos dedicamos a proveer de sonido, backline, iluminación, transporte, escenarios, video para conciertos, de los cuales hay unas 800 familias directamente afectadas por desempleo. Es un tema delicado porque el resto son freelance, no tienen seguro ni apoyo del gobierno, pero todos tenemos incertidumbre desde el 18 de marzo que paramos”, afirmó Carlos Pacheco, quien dirige la reconocida productora bajacaliforniana MC Proaudio, la cual hace frente a la crisis sanitaria manteniendo los sueldos de sus 29 empleados, pese a tener pérdidas por la cancelación de las fiestas patronales en San José del Cabo, festivales como Urbanizzimo, el concierto de Danna Paola, la inauguración de la temporada de Toros de Tijuana, una función de lucha libre AAA, el concierto “4 Latidos” de Camila y Sin Bandera en Valle de Guadalupe y Expo Mazatlán, entre otros.
“Mandamos a todos los trabajadores a casa a resguardarse, la empresa se hará cargo de los sueldos hasta donde aguantemos, tenemos unos 600 mil pesos ahorrados que se irán en tres meses y no sabemos qué pasará después, solo que los eventos programados para antes de agosto se posponen, lo que hace más difícil la situación para los técnicos y staff, por ello nosotros actuamos responsablemente, pero no todas las empresas pueden ni quieren hacerlo, otros están despidiendo empleados”.
Y reflexionó:
“Esta situación nos enseñará a ser pacientes, pensé que en 2020 iba a haber carros voladores, y resulta que apenas me estoy enseñando a lavar las manos. Veo muy difícil que haya normalidad, la gente pensará mucho invertir en un concierto, creo que el gobierno y patrocinadores tienen que empezar a organizarlos de forma gratuita. No veo a un artista cobrando millones, sino buscando reconectar con su público”.
Pacheco, quien forma parte de una docena de empresas audiovisuales en Tijuana, es parte de la cadena de la industria de la música en vivo, al igual que centenares de empresas compañías proveedoras de dichos servicios en Latinoamérica que se unieron para enfrentar la crisis e implicaciones económicas del sector técnico, evaluar la implementación de medidas como la exención del pago de IVA y subsidios, postergar deudas financieras, créditos de compra de equipamiento, compra de camiones y automóviles, reacondicionamiento de lugares de trabajo por 180 días, congelar intereses, eximir pago de energía eléctrica, agua, gas y renta; además de generar fondos o seguros de desempleo para futuras situaciones no previstas.
Negocio de la música depende de los conciertos
“La música ha estado antes, durante y post pandemia. Quizá tenemos que adaptarnos a cómo la gente consumirá la música. Es complicado, pero tenemos que tomar conciencia. Es una oportunidad de reinventarnos y repensar los conciertos en vivo, que es donde tenemos contacto directo con miles de personas. Enfrentar el futuro con creatividad tal como hicimos frente a la piratería, no es algo opcional, necesitaremos estrategias. Este es un negocio de contenido visual y musical”, mencionaron Poncho Lízárraga, de Banda El Recodo y el reggaetonero Wisin durante un conservatorio para la plataforma Monitor Latino.
“No hay certeza más que el negocio de la música depende 80% de los conciertos en vivo. La situación nos afecta al mundo entero, pero todos los que conformamos la industria de la música debemos aportar para que no se detenga”, concluyeron.
Productora bajacaliforniana hace frente a la crisis
“En Baja California, unas mil 200 personas nos dedicamos a proveer de sonido, backline, iluminación, transporte, escenarios, video para conciertos, de los cuales hay unas 800 familias directamente afectadas por desempleo. Es un tema delicado porque el resto son freelance, no tienen seguro ni apoyo del gobierno, pero todos tenemos incertidumbre desde el 18 de marzo que paramos”, afirmó Carlos Pacheco, quien dirige la reconocida productora bajacaliforniana MC Proaudio, la cual hace frente a la crisis sanitaria manteniendo los sueldos de sus 29 empleados, pese a tener pérdidas por la cancelación de las fiestas patronales en San José del Cabo, festivales como Urbanizzimo, el concierto de Danna Paola, la inauguración de la temporada de Toros de Tijuana, una función de lucha libre AAA, el concierto “4 Latidos” de Camila y Sin Bandera en Valle de Guadalupe y Expo Mazatlán, entre otros.
“Mandamos a todos los trabajadores a casa a resguardarse, la empresa se hará cargo de los sueldos hasta donde aguantemos, tenemos unos 600 mil pesos ahorrados que se irán en tres meses y no sabemos qué pasará después, solo que los eventos programados para antes de agosto se posponen, lo que hace más difícil la situación para los técnicos y staff, por ello nosotros actuamos responsablemente, pero no todas las empresas pueden ni quieren hacerlo, otros están despidiendo empleados”.
Y reflexionó:
“Esta situación nos enseñará a ser pacientes, pensé que en 2020 iba a haber carros voladores, y resulta que apenas me estoy enseñando a lavar las manos. Veo muy difícil que haya normalidad, la gente pensará mucho invertir en un concierto, creo que el gobierno y patrocinadores tienen que empezar a organizarlos de forma gratuita. No veo a un artista cobrando millones, sino buscando reconectar con su público”.
Pacheco, quien forma parte de una docena de empresas audiovisuales en Tijuana, es parte de la cadena de la industria de la música en vivo, al igual que centenares de empresas compañías proveedoras de dichos servicios en Latinoamérica que se unieron para enfrentar la crisis e implicaciones económicas del sector técnico, evaluar la implementación de medidas como la exención del pago de IVA y subsidios, postergar deudas financieras, créditos de compra de equipamiento, compra de camiones y automóviles, reacondicionamiento de lugares de trabajo por 180 días, congelar intereses, eximir pago de energía eléctrica, agua, gas y renta; además de generar fondos o seguros de desempleo para futuras situaciones no previstas.