Este jueves 16 de abril un grupo de médicos y enfermeras pertenecientes a la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme) fueron despedidos en plena contingencia sanitaria, cuando se supone que la Secretaría de Salud requiere precisamente más personal médico.
La primera justificación que recibieron los afectados fue por presuntamente “no acatar órdenes”, luego de que se les notificara de forma verbal que debían acudir al Hospital Materno Infantil a prestar sus servicios. El personal aceptó y se quedó a la espera del oficio correspondiente.
En lugar del oficio, se les citó la mañana de este jueves para informarles que se les rescindiría el contrato por no acatar la orden, quien se presentó a iniciar este proceso pertenece al área de jurídico de la Secretaría y no de la Uneme, institución descentralizada al sector salud.
El mismo jurídico, que se identificó como Luis Covarrubias, les aseguró que era mejor proceder de esta manera, debido a que la institución no contaba con la suficiente solvencia económica para seguir cumpliendo con el pago de nómina, y también por esto se les ofrecía una compensación económica en lugar del finiquito.
Después de esto, les aseguró que tarde o temprano iba a suceder un despido por la falta de recursos de la Uneme, institución que habían tratado de “salvar” desde principios de este año, pero no se había logrado estabilizar la situación.