Al igual que millones de mexicanos, sentimos por el IMSS un gran respeto y gratitud. En forma muy especial, por quienes cuidan de nuestra salud.
Desde años pasados, consideramos que, en especial sus médicos y enfermeros, no son remunerados adecuadamente. Pero muchos de estos profesionistas tienen la oportunidad de buscar formas complementarias, para que a sus familias -y a ellos- no les falte lo necesario para vivir con cierta tranquilidad.
Coincidiendo con algunas amistades, de no poner énfasis en la actual crisis de salud (por la saturación de opiniones, consejos y sugerencias), hemos elaborado comentarios que también afectan o interesan a la comunidad… Hasta hace un par de días, en que las acusaciones se desbordaron, descalificando a deportistas, artistas, intelectuales que están opinando sobre la forma en que las autoridades están haciendo frente a esta pandemia.
No es exagerar si decimos que la enorme mayoría de los bajacalifornianos tenemos alguna relación de amistad, familiar o profesional con integrantes de la plantilla del IMSS, ya sea médicos, enfermeros o administrativos. Por esa cercanía, desde principios de marzo empezamos a preocuparnos por las carencias que usualmente padece el instituto, agravadas por el aumento de los solicitantes de servicio.
Y en esta dolorosa contingencia, los que deberían liderar con capacidad, honestidad y generosidad, lo hacen con repetitivas críticas, descalificaciones; llamando incluso a sus aguerridas huestes, cegadas por el partidismo, a que “los apoyen” y agredan a los que en buena lid expresan su punto de vista. Y hasta convocan a unir esfuerzos para ayudar a resolver las comprobadas carencias del IMSS, que están poniendo en peligro la integridad de su personal que se esfuerza en salvar vidas.
¿Qué gana el Presidente López Obrador con descalificar y quejarse? ¿Le regresarán la confianza los que creyeron en él? ¿Por decreto o encuestas patito que tanto le gustan, desaparecerá esta crisis?
No se trata de molestarlo, Presidente; la ciudadanía que sufre las consecuencias de esta tragedia que usted ignoró, cuando era tiempo de tomar medidas preventivas, le están exigiendo que, por ahora, se olvide de sus proyectos faraónicos y piense en la salud y vida de los mexicanos. Solo eso.
Primero las vidas, luego sus obras.
Nota 1.- Solo un tarado podría exigir que alguno de los médicos del IMSS, que están sufriendo las consecuencias de las carencias para realizar su trabajo, debería dar la cara. Gracias a Eugenio Derbez, que tuvo el valor de apoyar, exponiéndose a la jauría política, los mexicanos sabemos las condiciones en que se trabaja en los hospitales del IMSS.
Y sí, en la Clínica 20 y Hospital 1 de Tijuana, varios han sido contaminados en el cumplimiento de su deber.
Nota 2. Una vez más la sociedad civil está organizándose en acercar ayuda, a pesar de las mezquinas descalificaciones de gente sin valores ni respeto. Un buen ejemplo de los muchos:
En Playas de Tijuana, la Asociación de Vecinos está actuando con rapidez, eficiencia y honradez, colaborando para dotar de equipo para su protección al personal médico de la Clínica 20. El apoyo económico está siendo depositado en la Cruz Roja Mexicana para la compra directa (con comprobante para cada donador) y la entrega personal.
Nada de intermediarios.
Nota 3. Es la hora de la unidad…Y de quedarse en casa.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org