Sin especificar las razones, en el Ayuntamiento de Tijuana, revelaron que detrás de la destitución del capitán José Luis Jiménez González como director de Bomberos Tijuana, del capitán Óscar Guillén de la subdirección operativa y de Francisco Javier Beltrán como Jefe de Talleres, no está ni el huachicoleo ni el tráfico de influencias, sino “por presuntos malos manejos administrativos”.
Efectivamente, grupos de rescate privado aclararon a ZETA que el traspaso -evidenciado en imágenes- de gasolina de una unidad de Bomberos a una ambulancia, no se trata de un acto de huachicol, sino de “una práctica de colaboración”. Explicó:
“Entre bomberos y las autoridades de salud se llegó a un acuerdo, para que las unidades que estamos apoyando la contingencia tengamos el combustible asegurado. Así ha pasado siempre; no nos venden combustible, es un intercambio”.
Explicó que la unidad que se aprecia en la fotografía había sido asignada para apoyar en el trasladado de casos sospechosos de COVID-19 atendidos por la Jurisdicción Sanitaria; sin embargo, la dependencia no cuenta con el combustible que se requiere (diesel) para su funcionamiento. Por esto buscó apoyo de otras entidades, y fue Bomberos Tijuana quien atendió la convocatoria.
“Es muy lamentable que por algo político se esté manchando a la corporación, más en estos momentos que se requiere unidad para salir adelante. Los cambios que hicieron pueden afectar la atención de la emergencia sanitaria que estamos viviendo”, añadió.
En relación a un conflicto de intereses, al beneficiar con contratos a empresas de familiares de los funcionarios que fueron removidos de sus cargos, aseguran se detectó la facturación de más de medio millón de pesos en solo unos días, y a un mismo taller mecánico propiedad de un familiar del entonces subdirector operativo, el director de Comunicación Social del Ayuntamiento, Miguel Ángel Larre, sostuvo que la versión oficial de la destitución de los tres funcionarios fue por la investigación de “presuntos malos manejos administrativos” (como lo mencionaron en su boletín de prensa, emitido el pasado 3 de abril) y aseguró que en esta semana se interpondría la denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
Después de la destitución de Jiménez, el gobierno municipal nombró a Néstor Nicolás Alarcón Morales como encargado de despacho de la corporación, argumentando que cuenta con más de 20 años de experiencia. Pero esto no fue suficiente para el resto de los bomberos, y el mismo día que se les presentó al nuevo mando, la mayoría de los jefes de turno presentaron su renuncia a sus responsabilidades, optando por seguir laborando bajo protesta.