El precio de la mezcla mexicana retrocedió 0.12 por ciento respecto al cierre previo este viernes 24 de abril, para ubicarse en 8.53 dólares por barril. De esta manera, el valor del petróleo mexicano de exportación cayó 40 por ciento durante la presente semana, la peor de que se tiene registro.
El 17 de abril el barril se vendió en 14.35 dólares, y el lunes pasado, el precio de la mezcla mexicana para entregas en mayo reportó un descenso inédito al colocarse en terreno negativo y venderse en -2.37 dólares, en línea con la debacle en el precio del West Texas Intermediate (WTI). que se cotizó en -35 dólares. Pese a que un día después el precio repuntó, aún se encuentra en los niveles más bajos desde 1999.
Hoy, el West Texas Intermediate (WTI) tuvo una ganancia de 2.67 dólares para cerrar en 16.94 dólares por tonel, sin embargo, en la presente semana su precio bajó 6.19 por ciento. En tanto el precio del Brent del Mar del Norte tuvo una contracción de 22.44 por ciento a lo largo de la semana, tras cerrar en 21.8 dólares este viernes.
La caída en los precios del crudo es consecuencia de la sobre producción del hidrocarburo, la disminución en la demanda -derivada de la pandemia de SARS CoV2 (COVID-19)-, así como del “nerviosismo” que causará la pandemia en la economía mundial.
En ese contexto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó este mismo día, que para la semana del 25 de abril al 1 de mayo de 2020, mantendrá sin estímulo fiscal el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en las gasolinas y el diésel; por lo que se pagará la cuota de 4.95 pesos por litro de la gasolina regular.
La cuota de la gasolina Premium será de 4.18 pesos por litro, mientras que la del litro del diésel será de 5.44 pesos.
El analista en energía y economía, Ramsés Pech, señaló que durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en México la demanda de la gasolina ha caído hasta 50 por ciento y “se espera que inicie lentamente a partir de junio”. Por ello, pronosticó una mayor contracción en la importación de la gasolina, para tener control del balance de inventarios (entre producción e importación) y no ocasionar un colapso del almacenamiento.
“El almacenamiento total disponible en México es de alrededor de 7.5 millones de barriles, en función de tener 9.8 días a una demanda de 790 mil barriles diarios”, puntualizó.
