La Secretaría de Economía informó que los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá trabajan para establecer criterios, lineamientos, protocolos y condiciones que deberán observarse para reabrir las actividades productivas del sector automotriz en América del Norte, ante la epidemia de SARS CoV2 (COVID-19).
En un comunicado, la dependencia -a cargo de Graciela Márquez Colín- destacó la relevancia económica de la industria automotriz, la cual “es un pilar del empleo formal en Norteamérica. Sólo en México cerca de un millón de personas están ocupadas en dicho sector”.
Además, la industria automotriz es particularmente importante por la dimensión, alcance geográfico y extensión de las cadenas de suministro entre los diversos proveedores de todo tamaño en los tres países, resaltó.
Abundó por las características de la industria automotriz su reapertura implica un reto en términos de salud, por lo que los gobiernos de los tres países diseñan una estrategia coordinada que priorizará mecanismos que resguarden la salud pública.
“En México, el gobierno será particularmente enfático en la protección de la salud de los trabajadores, sus familias y su comunidad, por lo que las autoridades competentes vigilarán que la reapertura de la industria automotriz sea ordenada, gradual y cauta”, afirmó.
El plan de reapertura del sector automotriz en Norteamérica contemplará las características demográficas, las condiciones de salud, de riesgo y vulnerabilidad de las personas, así como las capacidades y restricciones de los sistemas de salud pública locales para atender la emergencia, mientras que la industria automotriz y sus cadenas de proveeduría en México acatarán la suspensión de actividades determinada por el Consejo de Salubridad General.
La dependencia gubernamental apuntó que este ejercicio de colaboración trilateral servirá como antecedente para determinar en México el retorno de otras actividades económicas no esenciales.
El 22 de abril, 327 directivos de empresas estadounidenses pidieron al gobierno mexicano reabrir fábricas que han sido consideradas como no esenciales, con el fin de reactivar las cadenas de suministro en la región.