Cuando el miércoles 18 de marzo, elementos del Ejército Mexicano fueron alertados de la existencia de un narcotúnel en una bodega en la colonia Garita de Otay en Tijuana, que conectaba con un domicilio en Otay Mesa en, San Diego, California, no iban solos.
Con todo y que el Informe Policial Homologado sobre el descubrimiento del túnel del narcotráfico fue realizado y firmado por la Policía Municipal de Tijuana, los primeros en entrar a al ilícito pasadizo fueron efectivamente los militares. Entonces pudieron apreciar que aparte de la droga, en la antesala del túnel había pacas de dinero. Dólares, específicamente.
Ante un ojo experimentado, de investigador, aquellos montones de billetes sumarían unos 2 millones de dólares. Tiene lógica. La droga localizada en el narcotúnel tiene un valor en el mercado ilícito de unos 29.6 millones de dólares, estimaron autoridades de México y de Estados Unidos.
Considerando este elemento, y que la función de un túnel del narcotráfico tiene dos funciones, cruzar droga de México hacia EU y en camino inverso pasar armas y dinero en efectivo, producto precisamente de la venta de la droga, el hecho que hubiese tal cantidad de dinero, y en la parte del túnel ubicada en México, no es descabellada. En su huida, a los criminales les faltó tiempo para sacar estupefacientes y billetes.
El problema fue que las autoridades mexicanas, particularmente el Ejército, nada han informado públicamente del decomiso de los por lo menos 2 millones de dólares localizados el 18 de marzo en el túnel de la colonia Garita de Otay. De hecho ninguna corporación, fiscalía o comandancia han proporcionado información al respecto.
Vaya, que testigos (aparte de los criminales que saben cuánto dinero había en el pasadizo ilegal) vieron los paquetes de dinero, e incluso comentan, hay imágenes que prueban la ubicación de los billetes en la escena criminal. Pero de ese dinero nada se sabe… hasta la fecha.
Lo que sí informaron, pero autoridades norteamericanas y no mexicanas, es que agentes federales de la Unidad Especializada en Túneles de San Diego, fueron quienes descubrieron el narcotúnel, derivado de una investigación en la cual participaron además, la Patrulla Fronteriza, la Agencia Antinarcóticos (DEA, por sus siglas en inglés) y la Fiscalía de aquel país.
Ellos informaron a la autoridad mexicana de la existencia del narcotúnel, en busca de apoyo para localizar la entrada en territorio nacional. Los contactos de los estadounidenses fueron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Fiscalía General de la República. Y a pesar que el mismo 18 de marzo localizaron la bodega que escondía el pasadizo, después que les tomó unas dos horas encontrar la excavación, no fue hasta día 20 que los de acá lograron obtener una orden de cateo para entrar al lugar.
Autoridades de ambos países consideran que el túnel estuvo activo durante meses y hasta minutos antes de ser descubierto, pues la droga (y el dinero, aunque no lo informen) fue localizado tanto en territorio norteamericano como en mexicano, y en el caso de Tijuana, en un punto a la entrada del pasadizo subterráneo, lista para cruzar.
Es la primera ocasión, también informaron los norteamericanos, que encuentran diversas drogas en un túnel. Normalmente se trataba de solo una droga, cocaína o marihuana, o drogas sintéticas, pero en este caso, en la parte del túnel en la Unión Americana había 598 kilos de cocaína, 39 kilos de metanfetaminas, 7 kilos de heroína, una tonelada 360 kilos de marihuana y cerca de un kilo de fentanilo.
En el lado mexicano, aparentemente la droga que sería trasladada por los rieles subterráneos hacia Norteamérica, las autoridades reportaron haber confiscado 2 toneladas 850 kilos de marihuana y 10 kilos de metanfetamina. Del dinero, nada.
En total, la droga confiscada en ambos países tiene un valor de 29.6 millones de dólares en el mercado ilícito.
El túnel, revelaron desde EU, tiene una extensión aproximada a 600 metros, 9.4 de profundidad y un metro de ancho, paredes reforzadas, ventilación, sistema de iluminación y un sistema de rieles para el ágil transporte de droga hacia el norte, y el dinero hacia el sur. Mientras en territorio nacional, una profundidad de 6.55 metros, una altura de 1.35 y un ancho de 1.10 metros.
Una vez que el Ejército localizó el acceso en Tijuana el 18 de marzo, y que las autoridades civiles tardaron dos días en lograr la orden de cateo, durante ese tiempo el lugar fue resguardado por elementos de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal de Tijuana.
Posteriormente, a eso de las doce del mediodía del viernes 20 de marzo, agentes del Ministerio Público federal y demás personal de la Fiscalía General de la República, efectuaron el cateo de la bodega y el decomiso de la droga.
Acorde con las autoridades de México y EU, el túnel perteneció al Cártel de Sinaloa y fue utilizado para transportar droga hacia el vecino país, y de regreso, armas y dinero.
Pero la pregunta que varios inmiscuidos en la investigación binacional se repiten es: ¿Dónde quedaron los dólares del narcotúnel? ¿Dónde?
* Con información del reportero Gerardo Andrade Ramos