Todavía era marzo de 2020 y los diputados del Congreso de Baja California se reunían por última vez personalmente, antes de iniciar las sesiones legislativas virtuales. Dicen que aprovechando la reunión, la presidenta de la Junta de Coordinación Política, la morenista Monserrat Caballero, solicitó a cada uno de los 25 legisladores, 100 mil pesos de los recursos que se les entregan para labor social. Cuentan que la intención era reunir 2.5 millones de pesos para comprar insumos para los Hospitales Generales de la entidad, y entregarlos en donación a nombre del Congreso. Todos menos una legisladora estuvieron de acuerdo, aunque al final terminaron convenciéndola. Ya con prácticamente el dinero reunido, los diputados se comunicaron con el gobernador Jaime Bonilla para darle la buena noticia y que les orientaran sobre cuáles insumos adquirir para la protección de los médicos en el sector público. Para tales efectos, el mandatario se comunicó con el secretario de Salud, Alfonso Pérez Rico, quien le dijo, de verdad, que no requerían nada. Que estaban completos y abastecidos. Para pronto los legisladores retiraron los 100 mil pesos del gasto social y se fueron a cumplir con la cuarentena. Cuando la situación se salió de control, particularmente en el Hospital General de Tijuana, precisamente porque nunca contaron con el equipo adecuado para atender la contingencia sanitaria, alguien intentó reunir a los diputados para pedirles los 100 mil pesos de nueva cuenta, pero la abrumante mayoría respondió que ya se los habían gastado. No apoyaron con nada hasta la fecha. Lo que sí, Bonilla y Pérez recularon y ahora todas las mañanas dan a conocer los números de cuentas para que la ciudadanía realice donaciones para adquirir equipo y entregarlo a médicos del Hospital General.