El viernes me entrevistó la apreciada reportera y conductora Aranzazu Álvarez, de Noticias Ya, habiéndose transmitido la entrevista a través del noticiero conducido por el prestigiado periodista Martín Borchardt (https://www.facebook.com/martin.borchardt.31/videos/489664481669868/).
El tema fue la manifestación que se había anunciado que llevarían a cabo en la línea internacional un grupo de mujeres.
Al respecto, dije que las manifestantes estaban en todo su derecho de expresarse y que debe resultar -en aplicación de una ley de la física- una reacción proporcional a la acción que la causó, por lo que como sociedad necesitamos reaccionar ante la gravedad de la problemática existente.
Pero también expresé que las protestas y las exigencias no deben de ser pasajeras, como una moda, y que si en el pasado reciente se hicieron manifestaciones por los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua o los asesinatos de niños como Fátima, luego tienden a olvidarse. La lucha por el respeto a los derechos de las mujeres y la protección de su integridad física y su vida deben de ser una cultura, para que no queden tan solo en un grito de dolor o en un reclamo.
En la entrevista también afirmé que las manifestaciones debían de hacerse de tal manera que no perdieran su objetivo, ya que si los efectos colaterales superaban a las metas, terminarían opacándolas (pasándose el debate a lo secundario, olvidando lo principal).
Lo mismo puede afectar a, quizá, el tema más comentado -al momento en que esto se escribe- es la convocatoria a que las mujeres se ausenten de sus actividades laborales, profesionales y de compras el lunes 9 de marzo del 2020, traducido todo esto en el mensaje #El9NingunaSeMueve.
Como el asunto ya es viral en las redes sociales, como es tendencia, obviamente ya tiene infinidad de expresiones a favor…y en contra.
De acuerdo al periódico El Universal, (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/estas-son-las-instituciones-y-dependencias-que-se-uniran-al-undiasinmujeres), hasta el 21 de febrero del 2020, las Instituciones que habían anunciado que se unirían a #UnDíaSinMujeres eran: SEGOB, Senado, Cámara de Diputados, CCE Nacional, Secretaría de Salud, Secretaría de Economía y la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos.
Por una parte, hay que comentar que si un objetivo principal es “que se visibilice” el problema, evitando que se vea a las mujeres en sus actividades cotidianas, el resultado puede ser confuso; además, es necesario tener en cuenta que será imposible que prácticamente todas las mujeres dejen de presentarse a sus trabajos u otras ocupaciones.
Asimismo, será inevitable que en el río revuelto haya ganancia de pescadores. Ya hay acusaciones en contra de políticos, argumentando que están queriendo aprovechar la situación.
Más allá de la polémica, lo crucial es que se produzca un hito en la vida de México y que la sociedad entera cambie su forma de ver y atender el tema, para lo cual es necesario seguir mucho más lejos de un movimiento y de manifestaciones. Indudablemente, se requieren medidas trascendentales en las instituciones, lo cual debe reflejarse en cambios a las leyes y optimización en cuanto a la efectividad y eficacia del trabajo de las autoridades.
A la mayor brevedad posible, como consecuencia de foros y grupos de trabajo, deben hacerse adecuaciones legislativas y la puesta en marcha de observatorios, talleres y mesas técnicas que den seguimiento y aplicación a los cambios que se lleven a cabo. Hasta que el tema de las agresiones a los derechos y a la salud de la mujer y de los sectores vulnerables deje de ser tema, rompiéndose los círculos viciosos existentes. Hasta que se conviertan en círculos virtuosos.
El cambio tiene que darse en el hogar, en la escuela, en los trabajos y en las instituciones; o sea, en toda la sociedad.
Todo es cuestión de prevenir la violencia contra la mujer.
Alberto Sandoval es comisionado del ITAIPBC y fundador de Alianza Civil, A.C.
Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval