La tarde del jueves 27 de febrero se vinculó a proceso Juan Pérez Hernández por su probable participación como autor directo de forma dolosa en el feminicidio de Marbella Valdez Villareal. (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP).
“Desde el primer día hablamos a Capea, nosotros dijimos ‘él tiene algo que ver, investíguenlo’; inclusive mi hermana seguía viva el día 5 de febrero, hasta que el día 8 de febrero apareció asesinada. Pero desde el primer día nosotros dijimos que era él y mostramos la mayoría de pruebas que entregamos; desde el primer día, ya las teníamos”, indicó una familiar de Marbella, quien prefirió mantener el anonimato.
El imputado mantuvo la vista al frente durante la audiencia, mientras escuchaba a detalle la descripción de 13 pruebas que previamente había presentado la Fiscalía y que el juez de control, Daniel Aguilar Patiño, repitió antes de emitir la vinculación, en la que dio prisión preventiva como medida cautelar y un plazo de seis meses para la investigación complementaria.
Fue el 8 de febrero cuando se localizó el cuerpo sin vida de Marbella, -quién había sido reportada como desaparecida desde el día 5 por sus familiares- dentro de una bolsa de plástico color negro. Vestía una bata de dormir y unas pantuflas, los pies y las manos sujetadas con cordones, y presentaba lesiones en el rostro, el abdomen y el área genital.
Los indicios presentados por la Fiscalía indican que, desde el 5 de febrero, Marbella fue sustraída de su hogar en la colonia los Altos y llevadas a la colonia Xicoténcatl Leyva, lugar donde vivía el hoy vinculado a proceso.
Antes de que muriera asfixiada, aparentemente por Juan Pérez, fue violada vaginal y analmente por él, según los resultados tanto del certificado de necropsia como de dos dictámenes periciales de laboratorio de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Incluso Juan Pérez Hernández se presentó al velorio de Marbella, haciéndose pasar como un afectado más por el asesinato de la joven; por momentos se encontró cerca de los familiares. Se le vio colocando arreglos florares y unirse a los reclamos de justicia que hacían las personas que estaban en el lugar. De ser encontrado culpable, podría pasar hasta 45 años en prisión por el delito de feminicidio.