El sector llega a niveles “mínimos históricos”, al registrar una caída del 60% en obra pública en 2019. Derivado de los malos resultados, la industria de la extrusión del aluminio reportó un decrecimiento de 9% en producción y ventas. A nivel nacional solo ocho estados reportan crecimiento
En 2019, Baja California fue una de las 21 entidades del país que reportó un decrecimiento del valor de la producción de las empresas constructoras, con lo que fue calificada en Rojo por el Semáforo Económico Estatal de la Industria de la Construcción.
De acuerdo con ese estudio, la caída en diciembre pasado fue de 31.2% respecto al mismo mes de 2018, y en el acumulado enero-diciembre 2019, el retroceso fue de 15.3% a tasa anual.
Así, Baja California se convirtió en la única entidad de la frontera Norte con un declive mayor al 15%, dado que Sonora registró un descenso de 5% y Coahuila de -2.2%. Por el contrario, la industria de la construcción creció en Chihuahua (22.2%), Tamaulipas (14.0%) y Nuevo León (6%).
Este derrumbe en la actividad de la construcción de BC es mayor si se toma en cuenta la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la cual indica que los niveles de la construcción en la entidad “está en mínimos históricos”.
Roberto Fuentes Contreras, académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), refirió que el valor de las empresas de la construcción descendió 18% al cierre de 2019, cantidad que duplica el retroceso que se tuvo a nivel nacional.
Explicó que si bien, la encuesta del Inegi solo refleja la obra que empresas privadas hicieron para empresas privadas y para el sector público, lo que es “preocupante” es que la industria de la construcción en Baja California está “en mínimos históricos de obra pública”, puesto que al cierre de 2019 se registraron 280 millones de pesos.
Como consecuencia, las contrataciones con recursos federales, estatales o municipales cayeron 60%. Mientras que las contrataciones del sector privado bajaron solo 3%. Datos que explicarían el pronunciado descenso de esta actividad económica.
Pese a ello -observó- “hay otras actividades pujantes como el comercio y el sector manufacturero que hicieron que la caída en la construcción no se viera reflejada en la actividad económica general del Estado”, aun cuando la construcción representa casi 11% del Producto Interno Bruto de la entidad.
Para Víctor Manuel Escobar Sánchez, presidente estatal de la Asociación Mexicana de los Ingenieros Constructores de Baja California, la debacle en la construcción de la entidad se debe en gran medida a que no se han activado los programas, ni las obras que se requieren.
“Tenemos obras de puras reparaciones, obra para que la gente ‘vea’ que se está haciendo algo, obras para ganar votos, pero desgraciadamente no son obras que vengan a empujar el crecimiento”, y lamentó que no haya una constructora más grande como antes lo fue ICA, porque “ahorita Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) es la empresa más grande del país, y todos los constructores que buscamos obra federal tenemos que subcontratar a esta dependencia aunque su función sea otra”.
El empresario también se quejó de que la mayoría de las obras del Estado y del Municipio en Baja California han sido por invitación o adjudicación directa, lo que reduce el acceso a estas. “Si revisas los diarios no hay licitaciones, apenas acaba de salir una del INIFE que licitó unas obras”, dijo.
EMPRESAS PEQUEÑAS EN RIESGO DE DESAPARECER
A decir del entrevistado, 97% de las empresas de la construcción en BC son pequeñas y medianas (PyME), las cuales dependen de que haya obra en el gobierno, y de que estos vean a estas empresas como “una parte esencial del crecimiento”.
Por ende, las PyME dentro de la industria de la construcción “son las que son más propensas a desaparecer ante esta recesión, porque una empresa de pocos empleados, poco capital no puede sostener un ritmo de tantos meses sin trabajo. Se busca mantener una planta estable de trabajadores, algunos de los cuales llevan muchos años contigo. Buscas estrategias como semanas menores (de trabajo) o ir cambiando de periodo para que todos tengan trabajo”, expuso el empresario. Sin embargo, sí ha habido algunos despidos.
De acuerdo con el Inegi, el número de empleados en la construcción en BC disminuyó 5.48%, al pasar de 17 mil 488 personas en diciembre de 2018 a 16 mil 529 en el mismo mes de 2019. En el mismo periodo, las horas trabajadas tuvieron una reducción de 3.57%.
En cuando a la remuneración media por persona ocupada en pesos constantes (considerando la inflación), esta fue inferior en mil 501 pesos, al pasar de 12 mil 097 en diciembre de 2018, a 10 mil 596 pesos en el mismo mes de 2019.
Este último dato es también el tercero más bajo desde 2009, cuando se reportó la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, que derivó en una crisis económica mundial.
Sobre las posibles soluciones para reactivar la construcción, tanto Fuentes Contreras como Escobar Sánchez coincidieron en que las Asociaciones Público Privadas podrían ser una buena alternativa, siempre y cuando haya transparencia en los proyectos.
SOLO OCHO ESTADOS REPORTAN CRECIMIENTO
Igual que en Baja California, a nivel nacional se observa un panorama sombrío, ya que solo ocho de las 32 entidades reportaron crecimiento. La producción de las empresas constructoras ascendió a 351 mil millones de pesos al cierre de 2019, lo que significó una disminución de 9% respecto al año previo.
Según los datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Colima reportó el mayor aumento, con 121.3% seguido de Tlaxcala (44.5%) y Quintana Roo (34.6%), a tasa anual.
La dinámica positiva en la industria de la construcción se vio reflejada en su desempeño económico. Esto también explicaría que esas tres entidades hayan sido (en ese orden) las que mayor crecimiento económico tuvieron a lo largo de 2019.
Fuentes Contreras señaló que hay un pronunciado descenso en el valor de la producción de las obras públicas contratadas, al registrar una caída de 24%, en línea con lo observado en BC.
Esto obedece a la reducción de la inversión pública, la contención en el gasto del Gobierno Federal y a que en algunas dependencias se está centralizando la ejecución de obras emblemáticas de la actual administración, acorde con el consultado.
El valor de la producción de empresas privadas a nivel nacional se mantuvo en 2019 comparado con el año previo, destacó.
En cuanto al número de empleos, la disminución a nivel nacional “es marginal” (7 mil 713 personas). Los datos del Inegi también apuntan a que las remuneraciones por persona bajaron 3.1%, ya que en diciembre de 2019 la percepción promedio por persona fue de 10 mil 769 pesos.
El monto total de los gastos en la adquisición de materiales se redujo 3 mil 255 millones 433.1 pesos, cantidad que representó una caída del 23.23% durante el último año.
SECTOR DE EXTRUSIÓN DE ALUMINIO CAE CASI 9%
El sector de la extrusión del aluminio -que emplea a más de 90 mil personas y es el principal proveedor de la industria de la construcción en México- registró una caída en su producción y ventas de casi 9% en 2019, respecto al año anterior.
Por regiones, la actividad se ha mantenido frenada en el centro del país. En el Norte está repuntando luego de haber tenido decrecimiento durante 2019, año en que el Sureste tuvo un crecimiento de apenas 3%, el Sur de menos de 1%; en tanto que Occidente y el Bajío registraron los mayores niveles de crecimiento.
Ramón Beltrán Arellano, presidente nacional de la Cámara de la Industria del Aluminio (Canalum), explicó que el sector de la extrusión del aluminio está dedicado a la fabricación de diversos productos para la construcción, como puertas, ventanas y fachadas, las cuales son consideradas fundamentales, toda vez que representan “el 93% de cómo cerrar un espacio”.
Al subrayar que el sector de la extrusión es un “enramado” de la construcción, consideró fundamental la inversión pública, ya que el Estado es el principal constructor, la principal fuente de empleos y de inversión que tiene el país. Mientras que “los empresarios somos los principales proveedores de esta inversión”.
El sector de la extrusión también “ha sido golpeado por la llegada de perfiles y ventanas provenientes de China”, nación que tiene un sistema de ayudas arancelarias, en energía y mano de obra para sus industrias exportadoras, lo que hace que exporten productos de aluminio por debajo del costo. “No es un tema de ilegalidad, es un tema de competencia desleal”, denunció.
Ante el complejo panorama alrededor de 14 empresas industriales, que dan trabajo a por lo menos 4 mil personas únicamente en
Más de 70 proyectos de vivienda en Tijuana
Al cierre de enero de 2020, Tijuana contaba con 73 proyectos de vivienda que en total ofertaban 9 mil 968 casas nuevas; el 55% de estas correspondían a conjuntos verticales.
En estos, el grupo de viviendas que más se está comercializando son las residenciales, que van de los 2.1 a 4.2 millones de pesos, señaló David Mauricio Domínguez Martínez, director del Área de Consulta de Tasvalúo.
En la vivienda vertical residencial plus (la más cara) se venden 1.7 unidades en promedio al mes, mientras que en vivienda tradicional (la más barata) se comercializan 7.6, según el Reporte de Información del Mercado Inmobiliario Habitacional.
De estas nuevas viviendas, el precio promedio por metro cuadrado oscila entre 9 mil 492 y 60 mil 403 pesos. En vivienda vertical, el precio promedio es de 36 mil 456 pesos, esto es, 11 mil pesos más que en conjuntos horizontales.
A decir de Víctor Manuel Escobar Sánchez, presidente de la Asociación Mexicana de Ingenieros Constructores de Baja California, la derrama económica de los conjuntos verticales aún no beneficia “tanto” a las constructoras locales, ya que la mayoría corresponden a inversión foránea, que ya tiene subcontratadas a empresas del centro del país.
Por otro lado, Domínguez Martínez resaltó que aun cuando Tijuana tiene más de 70 proyectos, es una cantidad menor a la observada en las siete ciudades más grandes del país. Monterrey, Nuevo León concentró la mayor parte, con 300; y Guadalajara, Jalisco, cerca de 240.
el área de extrusión, han tenido que bajar su producción sin recortar su mano de obra.
“No es una opción reducir costos vía la mano de obra, porque pensamos que como empresarios tenemos que ser responsables socialmente”, afirmó Beltrán Arellano en entrevista con ZETA.
Igualmente, en el área de fabricación e instalación, expuso que los 14 mil talleres de aluminio y vidrio en el país, que tienen de uno a cinco trabajadores, “no llevan una reducción en el empleo, pero sí una reducción en el ingreso bastante seria, en el que como se diría coloquialmente, empieza uno a ponerle dinero o a salir a mano, en el mejor de los casos”.
En su percepción, 22019 pintó mal, y 2020 no está pintando bien”, aunque mostró confianza en que este sector saldrá adelante. “Ya estamos entrados en 2020, cerrando el primer trimestre del año, estamos ansiosos y en espera de que las promesas que se han pactado en el Plan Nacional de Desarrollo, en el Plan Nacional de Inversión y en el Plan Nacional de la Vivienda, se lleven a cabo”.
Agregó que Canalum le apuesta a las personas, la innovación y al futuro. Eso implica una educación de altos estándares y con un sistema de confianza cuyo marco es la congruencia. “Congruencia entre el gobierno, congruencia entre los empresarios; esa congruencia debe llevar a un crecimiento de un país. Sin educación no tenemos futuro, sin inversión no tenemos empleos, y es ahí donde tenemos que empezar a promover las cosas”, finalizó el presidente nacional de la Canalum.
Mientras que la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero reportó una caída anual en el consumo nacional de cuatro familias de productos vinculados a la construcción: Alambrón -9%; Alambre y derivados -7.9%; Varilla corrugada -16.9%; y Perfiles estructurales (caliente y frío) -16.6% al cierre de 2019.