Luego de estimar que 56 por ciento del total de habitantes de California, Estados Unidos, podría contraer el virus en las próximas ocho semanas, el gobernador de la entidad Gavin Newsom, emitió una orden para que los residentes permanezcan en casa a partir de la noche de este jueves, como medida para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
De acuerdo con un reporte del rotativo estadounidense The Washington Post, la orden detalla que sólo las personas que trabajen en ciertos sectores críticos podrán ir a laborar. Permanecerán abiertas las farmacias, tiendas de conveniencia, supermercados, bancos y servicios de lavandería.
Además de oficinas de gobierno esenciales, mientras que cerrarán bares, restaurantes (excepto para órdenes a domicilio), gimnasios, centros de convención y lugares para eventos públicos.
Y aunque la orden ejecutiva firmada por Newsom no aclara las consecuencias para quien no la acaten, es la mayor medida que ha tomado ese estado para combatir el COVID-19.
Por otro lado, Newsom pidió al presidente Donald Trump que envie el buque USNS Mercy Hospital al puerto de Los Ángeles para ser utilizado hasta el 1 de septiembre, con el fin de ayudar a descomprimir el sistema de salud estatal.
Datos de la Organización Panamericana para la Salud (OPS) indican que al corte de las (14 horas EST) del 19 de marzo, Estados Unidos tenía alrededor de 10 mil 455 casos, lo que representó 80 por ciento del total de la región de las Américas. Además de que concentraba el 84 por ciento del total de muertos. California figuraba entre los estados con mayor número de personas contagiadas.
Con información de Reforma
