El Presidente debe respetar la voluntad mayoritaria. Este 21 y 22 de marzo, se demostró una ciudadanía consciente, valiente y redes de colaboración para enfrentar al sistema oficial contra intereses depredadores y espurios.
Los estados somos blanco de abusos múltiples; ejemplo: el capital transnacional que apostaron a la desmovilización y pobreza. Con ese error de cálculo, se reubican en zonas estratégicas de la República para sus ensayos de explotación de recursos del típico tercermundista. No repliquemos a Sonora, víctima de la minera Grupo México que envenenan por negligencia criminal ríos y mantos freáticos.
La pobreza es una mina de oportunidades para los vivales de siempre, y por hambre, que rompe dignidad y decoro, compran miles de voluntades y votos de propios y extraños. Los líderes venales que le deben favores indebidos al líder, al partido, al funcionario trabajan en las sombras en este gobierno “transformador”.
La mayoría salvo la honra, 76 de cada 100; nunca se dejó comprar por una dádiva que usaron algunos de los diputados de Morena y operadores en la tradición del priismo.
El gobierno local cayó y calló… por su insolvencia moral. Su impotencia política se muestra al autorizar una planta fabricante de alcoholes, que demanda una desproporcionada cantidad de agua en un estado desértico, con crisis de agua, que dependemos del suministro de EUA, y de un desalmado hostil en campaña electoral.
Las decisiones financieras chuecas, siempre tienen un riesgo. Vieron las bondades del Rio Colorado, se apalabraron con la gavilla de malandros en el gobierno de “Kiko”, sobornaron en la trastienda, sin inteligencia social, sin estimar la capacidad de respuesta de los cachanillas; ahora pretenden con su dinero privilegios irracionales sin tomar en cuenta el sentir social. Provocaron la ira popular. Apostaron, como en los casinos, y perdieron.
En un mundo cuerdo, se espera la renuncia de los directivos de la cervecera que tomó el camino irresponsable de la corrupción. Y pagar el error del grupo de inversionistas que apoyaron un atropello ecológico. El capital recupera 900 millones incrementando precios, evadiendo impuestos o presionando, corrompiendo a funcionarios. Así llegaron a este punto, y no cambian.
Para el gobierno del cambio (de “izquierda”) de Baja California fue una derrota política; la primera de muchas. Emergen nuevas posibilidades de enfrentar la alianza Kiko-Bonilla-Leyva, dados sus compromisos impresentables con esta empresa de adicciones, y causa de inseguridad y violencia.
El gobierno local del Estado y Federal, abonó silencio en una decisión fundamental. Los alcaldes de Rosarito, Ensenada y Tijuana, vergonzosamente callaron y nunca demandaron casillas en todo el Estado, siendo sus municipios los más afectados. La sociedad demandó una agenda democrática (salvó la participación el oxígeno en redes sociales). Pese a este vacío oficial, diversas entidades de la República fueron solidarias con la causa.
Si en la planta de Zacatecas, Corona produce 30 millones de litros diariamente, en Mexicali lo superarían; y eso indica la magnitud de la explotación hídrica. Sume el capital depredador el centralismos o coloniaje chilango tanto empresarial, como de sectores ingratos del gobierno, donde creen que la periferia somos agachados, y por “crear empleos” se toleran grandes ventajas de lucro, sin responsabilidad ambiental.
¿Y la desaladora de Rosarito? El problema es la vieja red de distribución, fugas y huachicoleo del agua. Una aberración, auspiciar un crédito descomunal para la inversión, en una contradicción administrativa, heredada por el gobierno panista y donde el nuevo gobernador tiene conflicto de intereses, dado su antecedente de ser funcionario del distrito de San Diego, su silencio con 26 millones de “moches” y los “desayunos” escolares.
¿Por qué “Kiko”, que se presumió en 2013 con su lema “Conmigo el Pueblo Manda”, nunca consultó? ni hizo su chamba, seleccionando para el estado inversión de capitales sanos. Dicen los empresarios que hay mil 400 millones dólares invertidos (¿será cierto?), ¿pero cómo arriesgar tanto, sin juego limpio? Que Constellation nunca espere premiar sus errores.
¿Qué lógica empresarial arriesga tanto dinero mediante sobornos? ¿Dónde está “Kiko” Vega y sus “brillantes cerebros”? (Algunos en Morena). Con estos desplantes no quieren negociar, sino amenazar.
Hoy deben de preguntar la viabilidad de reconversión de esa planta en procesar productos que no demanden altos volúmenes hídricos. Y el Presidente debe respetar la voluntad mayoritaria.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com