En la misiva que María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, entregó ayer domingo 29 de marzo, al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la comunidad de La Tuna, del municipio de Badiraguato, Sinaloa, pide al titular del Poder Ejecutivo Federal ayuda para repatriar a su hijo y tramitar una visa humanitaria que le permita viajar a Estados Unidos.
Este es el texto íntegro de la carta:
SR. LIC. ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR
PRECIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
PRESENTE.
ESTIMADO HERMANO EN CRISTO:
EN PRIMER TERMINO DEBO AGRADESERLE SU INTERBENCION, SOBRE LA CARTA QUE LE ENTREGAMOS EN SU PRIMER VISITA A BADIRAGUATO SINALOA EL AÑO PASADO Y DESEO INFORMARLE LO SIGUIENTE AL RESPECTO.
NUESTROS ABOGADOS JOSE LUIS GONZALEZ MEZA Y JUAN PABLO BANDILLO ESTAN EN CONTACTO DIRECTO CON QUIENES USTED DESIGNO PARA LA, REPATRICCION DE MI QUERIDO HIJO, JUAQUIN ARCHIVALDO GUZMAN LOERA ES DESIR LOS SECRETARIOS DE GOBERNACION, RELACIONES EXTERIORES, SECRETARIO DE HACIENDA Y LA FISCALIA GENERAL DE LA REPUBLICA EN DONDE YA SE APORTARON TODAS LAS PRUEBAS EN DONDE QUEDA CLARO, QUE MI HIJO FUE ENTREGADO ILEGALMENTE AL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA, NADA ME HARIA MAS FELIZ A MI Y A MI FAMILIA VERLO EN DONDE DEBE DE ESTAR EN UNA CARCEL EN MEXICO.
DESGRASIADAMENTE TENGO QUE INFORMARLE QUE LAS JESTIONES DE SU, GOBIERNO PARA QUE SE ME OTORGARA VISA HUMANITARIA PARA VISITAR, UNICAMENTE A MI HIJO JUAQUIN ARCHIVALDO GUZMAN LOERA, ME FUE NEGADA POR EL GOBIERNO NORTEAMERICANO.
DESEO INSISTIRLE SOBRE SU APOYO PARA QUE SE ME PERMITA VISITAR AMI, HIJO YA QUE MI EDAD AVANZADA 92 AÑOS Y LAS ENFERMEDADES QUE ME, AQUEJAN, ASI COMO MIS GRANDES DECEOS DE VERLO.
YA QUE TENGO MAS DE 5 AÑOS SIN VERLO.
EN ESPERA DE SEGUIR CONTANDO CON SU APOYO LE DESEO QUE NUESTRO, SEÑOR JESUCRISTO LO ILUMINE Y LO COLME DE BENDICIONES EN ESA, TAREA QUE EL PUEBLO DE MEXICO LE ASIGNO.
ATENTAMENTE
A 20 DE MARZO DE 2020 EN BADIRAGUATO SINALOA,
MARIA CONSUELO LOERA PEREZ
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló este 30 de marzo, que el saludo que le dio a María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en la comunidad de La Tuna, el municipio de Badiraguato, Sinaloa, no significa nada, que lo hizo por razones humanitarias y de respeto, pero que su Gobierno no estable relaciones de complicidad con nadie.
“Sí, la saludé, hicieron también un escándalo, nuestros adversarios, los conservadores, fui a la construcción de la supervisión de un camino que estamos construyendo de Badiraguato a Guadalupe y Calvo, es un camino importantisimo, que va a atravesar la Sierra Madre Occidental, va a beneficiar 100 comunidades marginadas, el camino está, hasta ahora, en construcción, adelante de un poblado que se llama La Tuna. Y ahí vive la señora, y ella fue a donde se hizo la explicación sobre el camino”, señaló el mandatario nacional.
“Me dijeron que ella estaba ahí, y que quería saludarme, y me bajé de la camioneta y la saludé, es una señora de 92 años, y, ya dije, la peste funesta es la corrupción, no un adulto mayor, que merece todos mis respetos, independientemente de quien sea su hijo, y lo seguiría haciendo”, afimó el presidente durante su conferencia de prensa matutina.
“A veces le tengo que dar la mano, porque ese es mi trabajo, a delincuentes de cuello blanco, que ni siquiera han perdido su respetabilidad. Entonces como no le voy a dar la mano a una señora, como le voy a dejar la mano tendida, se me hace malo, el hacer eso”, indicó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
“De las cosas que más me duelen en estas giras, lo confieso, es no poder dar la mano a todos, el no poder abrazar, pero, por las medidas, estoy procurando guardar sana distancia, y, voy a seguir haciéndolo, pero hay casos en que no puedo […] Es que la verdad, es irrespetuoso, si voy con la señora y le hago así, la verdad es muy difícil, humanamente, no soy un robot, tengo sentimientos”, señaló el político tabasqueño.
“Me entregó una carta, porque les decía, tiene 92 años, es una mujer grande, la señora, es una adulta mayor, una anciana, y como todas las madres, todavía no conozco a una madre que acepte la culpa de un hijo, las madres tienen amor especial, sublime a los hijos”, abundó López Obrador respecto a la misiva que le entregó la madre del ex líder del Cártel de Sinaloa.
“Entonces, que no lo ha visto en 5 años, y que no se quiere morir sin verlo. Y me pide, que, yo ayude en gestiones para que el Gobierno de Estados Unidos le permita viajar para ver a su hijo, y voy a hacer el trámite. Desde luego, esto corresponde al Gobierno de Estados Unidos, a la Embajada, y yo creo, que por razones humanitarias, esto, se le debería permitir ir, desde luego con cuidados sanitarios, médicos, lo haría por cualquier ser humano”, insistió el presidente.
“Pero eso son otras cosas, es la hipocresía del conservadurismo, no me reúno con la señora, la saludo, y un gobierno conservador, que negoció con el hijo de la señora, y no dicen nada, o sea, deveras que son hipócritas, esa es la verdadera doctrina del conservadurismo, la hipocresía, que acepten que no somos iguales, no establecemos relaciones de complicidad con nadie”, acotó López Obrador, cuestionado sobre las críticas por el saludo a la madre del capo sinaloense.
“Claro que no, es una situación humanitaria, y lo haría ante cualquier circunstancia parecida, aunque se me vengan encima los conservadores y sus voceros, y los asalariados al servicio del conservadurismo”, respondió López Obrador al significado del saludo a la madre de “El Chapo” Guzmán.
“No sé, yo creo que sí, yo les cuento, les hago la crónica, para que no se invente”, respondió el mandatario nacional ante la pregunta de un reportero de si un representante de Loera Pérez fue quien les solicitó que se bajaran a saludarla.
“Donde está el tramo de construcción, que es a 19 kilómetros del entronque a la carretera de Guadalupe y Calvo, o sea nos va a faltar 19 kilómetros para finales de este año, ahí estábamos a mil 400 metros a nivel del mar, y a donde vamos a llegar son dos 600 metros, aproximadamente, a nivel del mar”, divagó el presidente.
“Nos queda lo más difícil, lo más agreste de la Sierra, pero es un camino que va a comunicar Parral [Chihuahua], Guadalupe y Calvo, comunidades de Durango, y todo Sinaloa, importantisimo. Estamos haciendo otro, de Tamazula, Durango, atrás de Culiacán, a Canelas, y para decirlo con toda claridad, se trata del llamado “Triángulo Dorado”, son dos caminos, importantes”, abundó.
“Y, a mismo tiempo que se están haciendo los caminos, va el programa Sembrando Vida, este año, 25 mil hectáreas para 10 mil sembradores, para darle opción, alternativas a la gente, entre otras acciones de bienestar”, detalló.
“Bueno, termina el acto, los técnicos de comunicación nos informan de las características del camino, del avance, del presupuesto, este año están asignados 400 millones para lo que se va a hacer, y nos van a faltar 800 millones para terminarlo”, continuó.
“Ya tenemos contemplado que no falten esos 400 millones a pesar de la caída de la economía, no va a faltar, son de los programas prioritarios, como los todos los programas de bienestar, esos están blindados, pase lo que pase, esos van a seguir llegando”, dijo.
“Sí, había un control, ella se queda afuera. Desde que paso por el control, me manda a decir que quería hablar conmigo. Le pedí al representante del Gobierno Federal que hablara con ella, le dijo que quería ella, saludarme, hablar conmigo”, narró el presidente.
“Fuimos al acto, terminó el acto, me entregaron la carta, donde firma, donde me pide lo que acabo de decirles, que quiere ver a su hijo. Y ya cuando paso, este, empece a tomar la decisión, si bajar de la camioneta o no, me pude haber pasado, y no verla, lo pude hacer, para que no dijeran nada los adversarios”, insistió.
“Pero no, no, cómo voy a dejar una anciana, respetable, independientemente de quien sea su hijo. Entonces me paré y me bajé, ya sabía, ya sabía. Pero no voy a hacer lo políticamente correcto. No soy ortodoxo, soy heterodoxo, en estas cosas”, indicó el político tabasqueño.
“Y siempre hago lo que me dicta mi conciencia, y actúo con principios e ideales, y con sentimientos. Es cabeza, pero también corazón, no es la frialdad, ya lo dije no soy un robot, soy un ser humano y tengo sentimientos”, finalizó López Obrador.