Con el fin de poder enfrentar las afectaciones económicas que se tendrán por el COVID-19, integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana pedirán echar a tras el incremento y creación de los impuestos aprobados el 31 de diciembre, así como la reciente aprobación del Decreto 33 que establece fianza para las nuevas empresas.
En entrevista con ZETA, Gabriel Camarena Salinas, presidente del CCE Tijuana, indicó que el coordinador de los CEEs “está buscando una junta entre hoy y mañana con su equipo y con los presidentes municipales para establecer mesas técnicas para que tengamos más conocimiento de sus acciones preventivas y les compartamos las acciones que requerimos”.
Para el gobierno federal la petición es acelerar la devolución de impuestos, sobre todo el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Además de la suspensión temporal del Impuesto Sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolina y diésel; la detención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y la suspensión temporal de los actos de fiscalización.
Así como el establecimiento de estímulos fiscales temporales al empleo e inversión, y mejorar la disponibilidad del financiamiento y acceso a créditos por parte de Nafinsa y Bancomext, expuso Roberto Rosas, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Tijuana.
Durante la conferencia de prensa celebrada este 17 de marzo en las oficinas del CCE Tijuana, y en la que además participaron los presidentes de la CMIC Tijuana-Rosarito-Tecate, Gabriel Valenzuela; Canacar, Israel Delgado, y Canacintra Tijuana, Francisco Rubio, el presidente de Deitac, Carlos Higuera indicó que derivado de las afectaciones a las cadenas de suministro ante el paro de operaciones de plantas en China en Baja California se reporta “una afectación leve, pero se espera que en dos meses la afectación sea crítica”.
No obstante, también se prevé que derivado de la contingencia del coronavirus, muchas empresas regresen al país al procurar tener ciertos procesos cerca de su mercado, que es Estados Unidos.
“México sería una opción muy viable y por ende Tijuana, el fenómeno va a tener una contrapropuesta a lo largo de 2 o 3 años”, apuntó.
De acuerdo con los empresarios si bien los sectores turístico y de servicios son los que ya empezaron a resentir las afectaciones económicas, aún no hay un estimado de las pérdidas que dejará el COVID-19 a las empresas en Baja California ni su impacto en el PIB estatal.