En 2019, Baja California fue una de las 21 entidades del país que reportó un decrecimiento del valor de la producción de las empresas constructoras, con lo que fue calificada en rojo por el Semáforo Económico Estatal de la Industria de la Construcción.
De acuerdo con ese estudio, la caída en diciembre pasado fue de 31.2 por ciento respecto al mismo mes de 2018, y en el acumulado enero-diciembre 2019 el retroceso fue de 15.3 por ciento a tasa anual.
En tanto, la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la cual indica que los niveles de la construcción en la entidad “está en mínimos históricos”, refirió Roberto Fuentes Contreras, académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
El valor de las empresas de la construcción descendió 18 por ciento al cierre de 2019, cantidad que duplica el retroceso que se tuvo a nivel nacional. Explicó que si bien, la encuesta del INEGI sólo refleja la obra que empresas privadas hicieron para empresas privadas y para el sector público, lo que es “preocupante” es que la industria de la construcción en Baja California está “en mínimos históricos de obra pública”, puesto que al cierre del año pasado se registraron 280 millones de pesos.
Para Víctor Manuel Escobar Sánchez, presidente estatal de la Asociación Mexicana de los Ingenieros Constructores de Baja California A.C., las pequeñas y medianas empresas “son las más propensas a desaparecer ante esta recesión, porque una empresa de pocos empleados, poco capital no puede sostener un ritmo de tantos meses sin trabajo”.
A nivel nacional la producción disminuyó 9 por ciento en 2019, respecto al año previo. Esto afectó también la producción y ventas del sector de extrusión de aluminio (fabricante de puertas, ventanas y fachadas) que también registró una caída de casi 9 por ciento a tasa anual, indicó Ramón Beltrán Arellano, presidente nacional de la Cámara de la Industria del Aluminio (Canalum).
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