Aferrándome a la vida,
sin agua y ningún nutriente,
no me asusta a mí la muerte
si no queda otra salida.
Y aquí me tienen cautiva,
maldiciendo yo mi suerte
porque me tienen inerte.
No queda otra alternativa
que morir siendo valiente,
aunque mueras sin saliva.
Alberto Torres B.
Tijuana, B.C.