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martes, octubre 1, 2024
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¿En qué país vive? ¿”Amloland”?

De Trez en Trez

 

 

 

1.- Invariablemente -y por obvias razones- a lo largo del día estoy al pendiente de la información que por diversos medios se da a conocer; así tengo diversas fuentes, diferentes puntos de vista y variados enfoques de lo que está sucediendo.

Antes de dormir, un repaso; al despertar, aún antes de ponerme de pie, un recorrido por los resúmenes para estar al tanto de las novedades; ya más entrada la mañana, y después del mediodía, igual: revisando noticias de todos colores y sabores, leyendo y escuchando opiniones certeras (y otras, no mucho).

En lo que respecta a las novedades locales y nacionales, desde hace buen tiempo se refieren a la violencia, la inseguridad, la impunidad, los narcocárteles y sus líderes buscados, capturados o liberados; a las ejecuciones, los videomensajes que se envían entre sí, amenazas, los comandos ilegales que asolan los territorios de nadie (solo de ellos); los robos, los asaltos, las fugas de peligroso de delincuentes de diversos niveles en cuanto a su peligrosidad.

Hay también mucha información de las conductas ilegales de todos los calibres: desde el policía de crucero que acepta un soborno de 50 pesos y los equívocos de las autoridades, incapaces de actuar conforme a la ley, hasta los fraudes, la desviación de recursos millonarios ambos, y la riqueza inexplicable de pocos ante la pobreza de muchos más.

De las redes sociales, pues, ni hablar. Son fuentes inagotables de información: cierta o falsa; de opinión centrada, otras muchas sin argumento, sin sustento alguno; intrascendentes, muchas más; inocuas o dañinas. Son también canal por donde circulan la venganza y los intereses particulares o de grupo que manipulan millones de cuentas. En fin, son los riesgos existentes en el ciberespacio. Ahí también reviso.

2.- Por eso, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirma “…a 14 meses de estar en la presidencia ya puedo sacar el pañuelito blanco y decir que arriba no hay corrupción, se acabó el bandidaje oficial. Y eso nos está dando resultados porque si no hay corrupción el presupuesto rinde, alcanza; cuando hay corrupción solo unos cuantos, una minoría rapaz se beneficia, mientras el pueblo se empobrece. Eso ya se terminó, se va a acabar la corrupción y la impunidad”, no puedo sino preguntarme: ¿En qué país estoy viviendo, junto con otros tantos  millones de mexicanos que sabemos que eso no es cierto?

O mejor planteadas las interrogantes: ¿En qué país vive el presidente de la república? ¿De qué le sirvieron los años que se dedicó a hacer campaña a lo largo y ancho del país? ¿Qué le dicen sus cercanos, sus asesores? ¿Ya perdió la brújula? ¿O está tratando de vendernos una idea que sabemos no es verdadera? ¿Nos quiere ver la cara?

En el conocido estudio que realiza Transparencia Internacional sobre la Percepción de la Corrupción 2019, cuyos resultados se dieron a conocer a principios de 2020, si bien es cierto que México pasó del puesto 138 al 130 de un total de 180 países evaluados, apenas obtuvo una calificación  de 29/100; cuando el año anterior su calificación fue de 28/100. Nuestro país es el peor evaluado entre los integrantes de la OCDE, ocupando el lugar 36… de 36 países miembros.

Si se compara con países de Latinoamérica, según el referido estudio, en México hay más corrupción que en Chile, Colombia, Brasil, El Salvador y Bolivia; apenas se coloca por encima de República Dominicana, Paraguay, Guatemala y Honduras.

3.- No se puede dar crédito a lo que viene afirmando AMLO sobre la corrupción. Esta no se acaba por decreto; no basta con declararlo, es necesario actuar de verdad contra ella para tratar de disminuirla por lo menos.

Y vaya que si en su entorno AMLO tiene muchas oportunidades para demostrar -no solo afirmar- que lucha contra las corruptelas. Ahí están varios personajes que son la encarnación viva de la corrupción. Usted los conoce. Él los conoce, y aun así los apoya y defiende a capa y espada. ¿Qué les debe?

La violencia e inseguridad que se vive en buena parte del país -y de la que se dan cuenta los medios- no sería posible sin la corrupción de quienes permiten que suceda, apoyan su realización y se hacen de la vista gorda sacando provecho de ella; y así muchas de las situaciones en otros ámbitos de la vida cotidiana del país y de la administración pública.

La negligencia, la complicidad, la ignorancia, el nepotismo y la simulación también forman parte de la corrupción. Contrario a lo que afirma, AMLO no ha cumplido… y tiene mucho trabajo por hacer.

P.D.- No basta con decir “¡Fuchi caca!” para desaparecerla.

P.D.2.- ¿Se acuerda de “Foxilandia”?

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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