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viernes, febrero 16, 2024
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Contrastando

De Trez en Trez

 


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1.- Mientras desde la presidencia de la república se habla de neoliberalismo, de los conservadores, de la derecha, de los “cachitos” para la rifa del avión sin avión, de la llanta ponchada y de las delicias garnacheras, la violencia y sus tragedias vuelven a golpear en pleno rostro a los que -se supone- deberían garantizar la seguridad de los gobernados, sin lograr despertarlos del todo.


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Se siguen repitiendo frases como “no somos iguales”; “se acabó la corrupción”; “abrazos no balazos”; “becarios sí, sicarios no”; “me canso ganso”; “lo que diga mi dedito”; “yo tengo otros datos”; “la prensa fifí”; “ternuritas”; “vamos bien, requetebién”; “la mafia del poder”; y otras parecidas y ocurrentes. En tanto, el crimen organizado (y desorganizado) sigue “gozando de cabal salud” y la inseguridad se apodera de las calles.

A la par, en sus “mañaneras”, el Presidente saca a relucir su forma de hablar, con que pretende ser popular: “macanear”, “zopilotear”, “lamparear”, “cucar”… y así. Afuera del recinto, una tragedia, un hecho más violento que el anterior, va disminuyendo la capacidad de asombro y aumentando el enojo y la indignación social ante la impunidad y la escasez de justicia.

Pasamos de la “mataviejitas” a los 43 de Ayotzinapa, a las fosas de San Fernando; del caso de los Porkys a los escándalos de corrupción política; de Mireya, madre de tres niños a los que envenenó, al asesinato de líderes sociales y activistas ambientales; de los crímenes contra periodistas a la tragedia de la familia Lebaron; de la captura de reconocidos pillos a su posterior liberación y las “maromas” legales  para tratar de justificarlas; de plantones y marchas exigiendo el “voto por voto”, a las marchas por la paz y la justicia ignoradas y no recibidas en Palacio Nacional; hasta llegar a los casos de Ingrid Escamilla y la pequeña Fátima.

Lo anterior -como dicen algunos abogados- se cita de manera enunciativa, más no limitativa porque la lista es muy larga.

2.- No se inventa nada. Según las cifras oficiales del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del 1 de diciembre de 2018 al 30 de noviembre de 2019 se registraron 34 mil 579 homicidios en el país; en enero del presente año, hubo dos mil 376. La tendencia, pese a la negativa oficial, va a la alza.

Destacan por el clima de violencia, entidades como Guanajuato -otrora colonial y pacífico  lugar- Chihuahua, Veracruz, Jalisco, Estado de México, CDMX y Baja California; aun así, Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), afirma que a más tardar el próximo 1 de diciembre se presentarán  datos de la reversión de la violencia en el país.

3.- Por eso, la capacidad de asombro disminuye; en contraste, aumenta el enojo en la sociedad, pues las respuestas, los resultados concretos, no llegan. La línea presidencial -que siguen también algunos mandatarios estatales-  va por el lado de salirse por la tangente, y tratar de minimizar la violencia; hasta que esta los alcanza y los rebasa.

Ante la desgracia, los hechos violentos y los crímenes horrendos, se sobrerreacciona, se reparten responsabilidades entre funcionarios menores, se recurre -otra vez- a los “decálogos” que tanto gustan al Presidente. Se trata de aleccionar y de moralizar, pero solo de palabra y no en los hechos, con el ejemplo.

Lo grave de esto es que se da la percepción de que el gobierno es indiferente, que tiene poca sensibilidad y le falta empatía con sus gobernados; se sigue culpando a otros, al “pasado”, y no terminan de aceptar su responsabilidad en estos peliagudos asuntos que, si bien es cierto, no es total, ya va siendo hora de que lo hagan para no seguir poniéndose “de pechito”.

P.D.- A propósito, al momento de teclear estos comentarios, hay una gran movilización policiaca en la zona urbanizada del Rio Tijuana: se habla de robo, rehenes, detonaciones, de captura de conocido narco operador y de caos vial… seguramente en esta edición impresa de ZETA se encontrará la información.

Saludos especiales.

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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