El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal ordenó a la Fiscalía General de la República (FGR) que levante el aseguramiento de ocho cuentas bancarias congeladas a Sandra Ávila Beltrán, alias “La Reina del Pacífico”, por lo que podrá hacer uso de éstas y de los rendimientos que hayan generado desde 2002.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) nunca pudo demostrar que Ávila Beltrán, como se afirmó, tiene vínculos con el capo sinaloense Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, y de que coordinaba los envíos de cocaína a Estados Unidos para el líder del Cártel de Sinaloa.
Por mayoría de votos, el Tribunal federal otorgó la protección de la justicia a “La Reina del Pacífico”, para el efecto de que el agente del Ministerio Público de la Federación (MPF), adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud, de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), deje sin efecto el acuerdo de 7 de agosto de 2002, a través del cual ordenó el aseguramiento de todas las cuentas bancarias de Ávila Beltrán.
Los magistrados del Tribunal señalaron que, a pesar del amparo concedido por una juez federal, los efectos fijados no fueron del todo claros, “pues de ellos se observa que no especificó respecto de cuáles cuentas bancarias de la quejosa debía levantarse su aseguramiento, es decir, número de cuenta e institución donde están radicadas cada una de ellas, sino que solamente señaló de manera genérica que debían descongelarse las cuentas bancarias que le hubieren sido aseguradas”.
Los votos a favor fueron de los magistrados Horacio Armando Hernández Orozco -ponente del caso-, y Juan José Olvera López. El único que manifestó su desacuerdo y votó en contra del proyecto de sentencia fue Francisco Javier Sarabia Ascención.
Ante ello, el MPF deberá emitir un nuevo acuerdo y ordenar el levantamiento de dicho aseguramiento, “así como la devolución del numerario contenido en esas cuentas, y de ser el caso, sus respectivos rendimientos”, según lo indica la sentencia.
Asimismo, la autoridad ministerial deberá informar a la quejosa del procedimiento y girar oficios a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre dicha determinación. Esta última debe notificar a Banco Santander; Banorte; HSBC México y BBVA, para que procedan al descongelamiento de las 8 cuentas, cuyos saldos no se precisaron.
El 3 de diciembre de 2010, Fernando Córdova del Valle, Juez Decimoctavo de Distrito de Procesos Penales Federales, determinó absolver a Ávila Beltrán, y a su pareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinoza, alias “El Tigre”, del delito de delincuencia.
Ello porque las pruebas aportadas por la PGR, además de insuficientes, no acreditaban las circunstancias de tiempo y lugar. Después, el magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano, titular del Tercer Tribunal Unitario del Primer Circuito, confirmó la sentencia dictada en primera instancia.
Para evitar que quedara libre, durante un cateo realizado en Jalisco, la PGR supuestamente encontró en una de sus propiedades de “La Reina del Sur”, un arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, delito por el cual se ordenó que Ávila Beltrán compurgara una pena de un año de prisión.
El 9 de agosto de 2012, “La Reina del Sur” fue extraditada a Estados Unidos, después de cinco años presa. Luego de un año de estar bajo custodia de las autoridades estadounidenss, un juez de Miami consideró que había cumplido con su pena de 70 meses de prisión, ya que tomó en cuenta el tiempo que estuvo recluida en México.
Ávila Beltrán fue repatriada y de nuevo ingresó a la cárcel en México el 20 de agosto de 2013, para concluir un juicio por el presunto delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, del cual fue exonerada por un Tribunal Colegiado en 2015, recobrando así su libertad.
En 2016, “La Reina del Pacífico” dio una entrevista exclusiva al diario británico The Guardian, al que narró, tras una década de silencio, cómo el mundo del narcotráfico destruyó su vida. También se burló de las series sobre los cárteles de la droga, que dijo “nunca penetrarán en las verdaderas entrañas del negocio”.
En la entrevista, la mujer de 59 años de edad, aseguró que “fue un alivio ser detenida por las autoridades” mexicanas y que de lo único que se arrepentía era de haberse involucrado con los narcotraficantes colombianos, quienes “la separaron de su hijo”.
Ávila Beltrán vivió desapercibida en Guadalajara, Jalisco, y Hermosillo, Sonora, hasta que la Policía encontró más de nueve toneladas de cocaína en un barco antracado en Manzanillo, Colima. “La Reina del Pacífico” fue detenida, junto con el colombiano alias “El Tigre”, el 28 de septiembre de 2007.
La entrevista hecha por Jonathan Franklin en Guadalajara, comienza con la narración del entorno de la presunta criminal. El primero de estos detalles es la puerta principal de la casa de Ávila Beltrán con un altar y velas encendidas para honrar a su primer marido, acribillado por disparos, también para su segundo cónyuge, apuñalado en el corazón, y para su hermano, torturado hasta la muerte.
Según el rotativo inglés, la mujer es conocida como “La Reina del Pacífico” por su supuesta destreza organizar una flota de atuneros cargados con 10 toneladas de cocaína cada uno, que navegaban hacia el norte desde la costa del Pacífico mexicano, hacia el primer mercado mundial de cocaína: los Estados Unidos.
Ávila que pasó siete años en prisión por lavado de dinero, incluyendo dos años en régimen de aislamiento, dio una entrevista exclusiva a The Guardian, su primera vez en casi una década, “en la que atacó a la corrupción políticos mexicanos, se burló de la futilidad de la prohibición de las drogas y celebró la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”.
“Lo más que he oído fue de un soborno de 100 millones de dólares para un presidente mexicano […] Un millón de dólares no es nada. He visto a [políticos] mirar en la bolsa para ver si [el dinero] estaba allí. Lo sabía todo […] No me sorprendió, el dinero compra todo en México. Pero me hizo feliz”, dijo Ávila Beltrán al describir la fuga de la prisión de “El Chapo”.
“Tiene que ser la ayuda de los más altos niveles de gobierno. El sistema federal de prisiones es difícil. ¿Para poder comprar ese sistema? Tiene que ser desde lo alto, no el director de una prisión. Ni los guardias. Tiene que ser a nivel del gabinete [Federal]”, aseguró “La Reina del Pacífico”.
“En primer lugar hay que atacar la pobreza. La pobreza es la causa de la violencia. Usted comienza a ser un delincuente y luego pasan a ser violentos”, dijo al ser cuestionado de cómo se podría atacar el narcotráfico, “un negocio que no ha sido legalizado”.
“Es un negocio como el alcohol [durante la prohibición], que no era legal. En aquellos días, un vendedor de alcohol se consideraba una mala persona, pero cuando se legalizó, las personas que venden alcohol se hicieron respetables. No veo que los vendedores de alcohol o de tabaco se sienten culpables. Usted va a un restaurante o un bar y los propietarios no se siente culpables”, insistió “La Reina del Sur”.
Sobre las muertes relacionadas con los cárteles, dijo, son el resultado de la competencia, y “brutales” tácticas de asesinato del Gobierno mexicano, mismo que “a veces tiene que matar a la gente, porque no es conveniente encarcelar testigos que podrían declarar en contra de ellos”, enfatizó.
Tres horas de entrevista fueron suficientes para auto exonerarse de su papel en el tráfico de cocaína y en los muertos que ha dejado a guerra contra las drogas. Es más, “La Reina del Pacífico” dijo no sentir culpa por nada.
Al rotativo británico la mujer le contó como quiso ser periodista de investigación, pero no lo logró, a pesar de que a los 17 años de edad se inscribió y cursó tres años de licenciatura en Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UdeG).
Fue “un novio celoso”, “un hombre joven y poderoso, estrechamente ligado a los carteles”, quien la secuestró, “poniendo fin a sus esperanzas de una carrera como periodista”.
Ávila Beltrán también contó cómo utilizó sus atributos físicos para establecerse en el mundo del narcotráfico. Narró que a los 21 años de edad, el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, le envío un sobre con 100 mil dólares, para que ella viajara a verlo en privado.
Aseguró también que en el mundo del narcotráfico las mujeres son vistas como objetos, “adornos”, y son “abusadas, descartadas, echadas”, usadas como muñecas Barbie.
Tal como si fuera una de las hermanas Kardashian, indicó The Guardian, la mujer mostró fotos de su amistad con J“El Chapo” y con Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara. Solo que a diferencia de las socialité estadounidenses, en el mundo del narco, casi todos sus cómplices estaban muertos, acotó el diario británico.
Ávila Beltrán aseguró que la mayor parte fortuna de está enterrada, y ella y un grupo de abogados estaban luchando para recuperar sus 15 viviendas, 30 coches deportivos y un estimado de 300 joyas. “Camaros, Trans-Am, Mercedes, Audi, tenía de todo”, dijo, para después recordar su favorito: un Bentley.