— ¿Por qué estás tan contento, amigo?
“Es que fui por unos tacos y el taquero me preguntó si me ponía salsa”.
— Ajá, ¿y?
“Nos pusimos los dos a bailar y todos nos aplaudieron. ¡Fue hermoso!”.
Autor: Taquero ilusionado.
Preferencia
Tres amigas de la tercera edad conversan:
— Cuando me muera, pediré ser cremada.
“Yo no; me gustaría que me enterraran”.
— Pues yo he bebido tanto vino, ¡que creo que podría terminar embotellada!”.
Autor: Anónima.
Causa de muerte
Un agente de Policía llega a una oficina donde un hombre murió. En eso interroga al personal forense que está a punto de levantar al cuerpo:
— ¿Y ya identificaron al difunto?
“Sí, era diputado”.
— A simple vista, ¿cuál es la posible causa de muerte?
“Al parecer en vez de su sueldo le depositaron la quincena de un jubilado ¡y no pudo soportarlo!”.
Autor: Un senador.
Asalto
Una sensual joven camina por el centro de la ciudad cuando se le acerca un asaltante:
— A ver, muchacha, ¡tu celular!
“¡Está bien! 664-185-2234”.
Autor: Sala de Audiencias.
Culpable
— ¿Sabes que Paco y Ana se van a separar?
“¡No me digas! Pero si se veían taaan enamorados… ¿Quién tuvo la culpa?
— Pues él.
“¿Sí? ¿Y qué hizo?”.
— Se fue de viaje de negocios una semana ¡y el muy bruto regresó dos días antes de lo previsto, sin avisar!
Autor: Paco arrepentido.
Cómo aguantar el frío
Un cura es enviado a Alaska. Un obispo lo visita un año más tarde y le pregunta:
— ¿Cómo le va aquí?
“Si no fuera por mi rosario y mis dos whiskys al día, estaría completamente perdido. Por cierto, ¿le gustaría tomar un whisky?”.
— Sí, por favor.
“¡Rosario!… ¡Trae un whisky al obispo!”.
* * *
Un maestro advierte a sus estudiantes sobre los peligros de salir a jugar cuando el clima es muy frío con la vestimenta incorrecta. Les cuenta una breve historia:
“Había una vez un muchachito, que estaba tan ansioso por salir a jugar con su trineo, que no se puso un abrigo y una bufanda. Al salir a jugar, el frío le provocó una neumonía y a los días el pequeño murió”.
El profesor hizo una pausa para permitir que la moraleja de la historia causara efecto en los jóvenes. Desde el fondo se escucha una voz que pregunta:
“Profe, ¿qué pasó con el trineo?”.
* * *
¿Qué hace un tacaño si tiene frío?
Se pone al lado de la estufa.
¿Y si tiene mucho frío?
La enciende.
Autor: Un meteorólogo.
Origen del mal gobierno
Había una vez un rey que quería ir a pescar. Llamó al meteorólogo real y preguntó por el pronóstico del tiempo para las próximas horas. El meteorólogo le aseguró que no había ninguna posibilidad de lluvia en los próximos días.
Así que el rey fue a pescar con su esposa, la reina. En el camino se encontró con un granjero que iba en su burro. Al ver al rey, el granjero le sugirió:
“Su Majestad, debe regresar al palacio de inmediato porque en poco tiempo una gran cantidad de lluvia caerá en esta zona”.
El rey hizo caso omiso, confiando en su pronosticador profesional del tiempo. Así que siguió su camino.
Poco tiempo después una lluvia torrencial cayó del cielo. El rey y la reina quedaron totalmente empapados y su séquito comenzó a reír al verlos en tan vergonzoso estado.
Furioso, el rey regresó al palacio y dio la orden de despedir al profesional. Entonces convocó al granjero y le ofreció el prestigioso y muy bien pagado trabajo de pronosticador real.
El granjero le dijo:
“Su Majestad, no sé nada de previsiones, obtengo mi información de mi asno, si veo las orejas de mi asno caer, significa con certeza que lloverá”.
Así que el rey contrató al burro. Y así comenzó la práctica de contratar burros para trabajar en el gobierno y ocupar las posiciones más altas e influyentes.
Autor: Anónimo de Morena.
Viaje en tren
Un niño va en el tren con su madre. Durante 400 kilómetros, el chamaco se pica la nariz, sin mucho éxito.
Otro pasajero que estaba cansado de verlo duro y dale, dice a la madre:
— Es listo, ¿eh?
“No, señor. Es normal”.
— ¡Me refiero al moco!
Autor: Pasajero incómodo.
Entrevista de trabajo
— Soy una persona seria, responsable, emprendedora, altruista, que gusta de trabajar en equipo.
“Pero dibujó una casita con un árbol en el currículum…”.
— ¡También pinto!
Autor: Desempleado.