Los trabajos de demolición de las viviendas afectadas en la colonia Sánchez Taboada, de Tijuana, iniciaron ayer; sin embargo, para este sábado 4 de enero de 2020, apenas se había destruido la mitad de un inmueble de dos pisos, que se encontraba punto de colapsar.
Aun cuando algunos residentes ya firmaron un acuerdo con la actual administración estatal para permitir la destrucción de las viviendas, hay personas que se resisten a que sean demolidos los inmuebles.
Foto: Jorge Dueñes
Una de las preocupaciones de los vecinos de la calle Casiopea -donde comenzaron los trabajos de demolición- radica en que la estructura de un inmueble de grandes dimensiones (que anteriormente albergaba un mercado de nombre “Rosalía”) se encuentra inclinada, y los residentes temen que las vibraciones de la demolición de las casas cercanas puedan hacerla caer y lesione a algún transeúnte.
Por otro lado, la falta de autorización por parte del dueño de dicho edificio es el principal obstáculo para proceder a derribarlo. A la par, ha faltado apoyo para una pareja que el dueño contrató para cuidar el lugar, y que dormitaba en el inmueble dañado, denunciaron.
Otra inconformidad de la comunidad es que les quitaron los servicios básicos, como luz y agua, en la zona, y a decir de las autoridades, ya no están en condiciones de restablecerlos dado que el área ya no será habitable.
A ello se suma la incertidumbre de la comunidad sobre si efectivamente recuperarán sus hogares al cumplirse el tiempo prometido por el gobierno, según al acuerdo que varios residentes han firmado. El cual indica que durante doce meses cada familia recibirá 3 mil 500 pesos, que deben destinarse a la renta de un inmueble.
Foto: Jorge Dueñes
De acuerdo con los vecinos, en dicho documento no se establece qué ocurrirá una vez que se cumpla el plazo, por lo que consideran que sólo han recibido la promesa verbal de que las autoridades construirán casas para ellos durante ese tiempo.
La mayoría de las familias llegaron 40 años atrás y fundaron las primeras calles de la colonia, como la Casiopea donde actualmente las casas se encuentran etiquetadas con engomados rojos y amarillos que indican que se encuentran en zona de riesgo, y son inhabitables.
Finalmente, los residentes señalaron que desde hace varios años han denunciado fugas de aguas negras en la colonia, factor al que atribuyen los derrumbes que han afectado su patrimonio.
