Un entusiasta de los automóviles estrena unos potentes frenos en su nuevo carro. Deseoso de probarlos con alguien que alabe su eficacia, encuentra a un amigo y le dice:
“¡Ven!, te voy a enseñar los potentes frenos que le puse a mi carro”.
El amigo accede un poco expectante de la prueba. Están en el campo dentro del auto y, entusiasmado, el conductor pregunta:
— ¿Ves aquel papel higiénico en el suelo?
“¡Claro!”.
— ¡Pues verás!
Entonces acelera de manera vertiginosa y, cuando está cerca del papel higiénico, frena en seco a un palmo del mismo, asombrándose de la hazaña. Después se encamina hacia un muro a toda velocidad, cuando casi se lo comían, frena de nuevo bruscamente y queda a centímetros de la pared.
“Espectacular, ¿eh? ¡Pues verás ahora!”, advierte a su copiloto.
Acelera el auto todo lo que puede, van directo a un acantilado y cuando prácticamente solo ven el horizonte, frena violentamente, quedando con las ruedas al borde del precipicio. Entonces pregunta a su amigo:
— ¿Qué te pareció?
“Hay que volver donde estaba el papel”.
—Te gustó, ¿verdad? ¡Quieres repetir!
“No, ¡¡¡es que de veras lo necesito!!!”.
Autor: Peatón convencido.
Cita a ciegas
Una pareja que no se conocía se reúne en un bar, en una cita a ciegas organizada por amigos en común. Después de estar con la mujer toda la noche, el tipo ya no pudo soportar ni un minuto más junto a ella.
Anteriormente había dispuesto en secreto que un amigo lo llamara por teléfono a cierta hora para tener una excusa e irse si algo así sucedía.
Y así ocurrió. El amigo llamó y el hombre se retiró de la mesa para contestar. Cuando regresó a la mesa tras la “llamada”, bajó la mirada, puso una expresión sombría y se dirigió a la dama:
“Tengo malas noticias. Mi abuelo acaba de morir y debo irme de inmediato”.
Ella exclamó:
“Gracias a Dios, ya que si el tuyo no hubiera muerto, ¡habría tenido que matar al mío!”.
Autora: La abuela.
Hombre perdido en su auto
Un señor va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
— Disculpe, ¿podría usted ayudarme? Quedé de verme a las dos de la tarde con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde estoy.
“Claro que sí. Se encuentra usted en un coche, a unos siete kilómetros del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de Latitud Norte y 58 y 60 de Longitud Oeste”.
— Es usted ingeniero, ¿verdad?
“Sí, señor, lo soy. ¿Cómo adivinó?”.
— Muy sencillo: porque todo lo que me ha dicho es “técnicamente correcto”, pero “prácticamente inútil”, pues sigo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
“Y usted es político, ¿verdad?”.
— En efecto, ¡¿cómo lo supo?!
“Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, hizo una promesa que no puede cumplir ¡y espera que otro le resuelva el problema!”.
Autor: Anónimo del gobierno de BC.
Objeto sexual
Un amigo a otro:
— Mi mujer es un objeto sexual.
“¿Y eso?”.
— Porque cada vez que me apetece estar con ella, ¡objeta algo!
Autor: Hombre frustrado.
Secretos para ser una mujer feliz
1. Es importante encontrar a un hombre que comparta contigo la responsabilidad y las tareas del hogar, además, que tenga un buen trabajo.
2. Es importante encontrar a un hombre alegre, que disfrute del baile, los paseos y te haga reír.
3. Es importante encontrar a un hombre tierno, de quien se pueda depender afectivamente sin que por ello te subordine y, aparte, que no mienta.
4. Es importante encontrar a un hombre que sea buen amante y adore tener sexo contigo.
5. Es MUY, pero MUY IMPORTANTE, que estos cuatro hombres NO se conozcan entre sí.
Autor: Una mujer infielmente feliz.
Juicio por combate
En Kansas, un ciudadano solicitó a un juez de Iowa que lo deje llevar su proceso a manera de juicio por combate. El propósito: encarar a su ex esposa y al representante legal de esta ¡EN ZERIO! con espada en mano.
David Ostrom, de 40 años de edad, tiene líos con Bridgette Ostrom, de 38, y el abogado de la mujer, Matthew Hudson, a quienes acusa de haberlo destruido legalmente, según reza el expediente registrado el 3 de enero.
Por lo tanto, Ostrom hizo la petición formal de conseguir espadas katana y wakizashi para resolver sus diferencias de una buena vez. Sin embargo, necesitará doce semanas para conseguir las armas.
Acorde con el solicitante, el concepto de juicio por combate no ha sido explícitamente prohibido ni restringido como un derecho en Estados Unidos.
El juez Craig Dreismeier advirtió que llevará un buen rato tomar una decisión.