En su calidad de empresario, Jaime Bonilla Valdez, gobernador de Baja California, también se queja (para no repetir las palabras que él dedicó a los empresarios) y combate a los gobiernos. En 2018, durante la administración de Juan Manuel Gastélum Buenrostro en Tijuana, el Ayuntamiento le pagó a Bonilla -en parcialidades- 630 mil dólares, luego que su empresa Media Sport de México, SA de CV demandó el pago de daños en 2006, cuando un policía comercial impactó su unidad contra una antena de una estación de radio de Bonilla. El juicio iniciado durante el gobierno de Jorge Hank Rhon fue ignorado tanto por esa administración como por las subsecuentes, hasta que en 2016, un juez del Juzgado Quinto de lo Civil dictaminó una sentencia definitiva, condenando al gobierno municipal al pago de los daños, tasados en 630 mil dólares o 12 millones de pesos, cantidad a la que sumó el pago de intereses y costas judiciales por 3.1 millones de pesos. “El Patas” intentó negociar con Bonilla para que no le cobrara al Ayuntamiento los 3.1 millones de pesos adicionales, pero el ahora gobernador no solo no aceptó, sino que continuó la disputa judicial para que el Ayuntamiento de Tijuana le entregara 630 mil dólares adicionales de gastos y costas. Entonces el Ayuntamiento se amparó contra el ambicioso reclamo del morenista, logrando que el Tribunal Superior de Justicia redujera la indemnización a 1.5 millones de pesos, lo cual el ingeniero no aceptó y decidió continuar el juicio ante el Tribunal Federal de Justicia. Sin quitar el dedo del renglón, Jaime Bonilla sigue exigiendo se le pague una indemnización de 630 mil dólares del erario de Tijuana. A ver si el gobierno de Arturo González Cruz, también de Movimiento Regeneración Nacional, le concede el capricho al gobernador y le paga otros 12 millones de pesos, claro, para que deje de estar chillando… ¿O cómo era?