Aunque seas el mismo, siempre, tu renovación nos fortalece porque nos trae alegría con tus nuevos horizontes. Aunque digan los letrados que siguen siendo los mismos, a mí no me lo parecen.
Vivimos en nuevos tiempos, el sol nos alumbra menos y el invierne nos agrede con sus vientos; las noches son más largas que los días, y aunque el tiempo sigue siendo complaciente, a febrero le hacen falta ya tres noches.
No se percibe esperanza de igualar un día los tiempos porque el creador así lo hizo (y nosotros lo aceptamos).
Las razones que me inspiran para agradecer al mundo no las diré por escrito; pude crear una familia y esa es la razón que tengo. Si han sido buenos o malos… para mí, todos son buenos. Viven bien y eso me agrada, lo demás no se comenta. Cada quien vive su vida.
Mi opinión no la dedico; el mundo bien que me entiende; mi alegría, ya la conocen. Si me dan un comentario, que cada quien se acerque a mi mundo.
Nos saludamos, para continuar nuestro camino.
Atentamente,
Vicente Martínez.
Tijuana, B.C.