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viernes, octubre 4, 2024
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Baja homicidio, aumentan desapariciones

En 2017 se cometieron 788 homicidios dolosos, 345 al cierre de ese año, justo cuando recrudeció la desaparición de personas en Los Cabos, La Paz y Mulegé. Mientras autoridades señalan a bandas criminales que operan en BCS, hay poco apoyo a familiares de las víctimas

Conforme a datos de la organización civil Semáforo Delictivo, los casos de homicidio doloso en Baja California Sur disminuyeron un 50 por ciento en 2019 comparado con 2018. No obstante, agentes de Investigación Criminal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), observan que la privación ilegal de la libertad va a la alza.

“Se calentó la plaza, como se dice coloquialmente. Hay ejecuciones a plena luz del día, desde luego hay mayor presencia de corporaciones de los tres niveles, más las fuerzas militares, por eso (los criminales) cambiaron la forma de operar, con levantones. Ahora levantan, ejecutan y desaparecen”, explicó una fuente policiaca a ZETA.

La situación se agravó desde finales de 2017, año en que se cometieron 788 homicidios dolosos, 345 solo en el último trimestre, cuando recrudeció la desaparición de personas en Los Cabos, La Paz y Mulegé.

Sin embargo, el agente entrevistado destaca “mucha presencia de desapariciones a finales de 2019 e inicios de 2020”.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó 211 personas asesinadas en BCS en 2018 y, para 2019, la cifra fue de 82 homicidios dolosos hasta noviembre.

La búsqueda de personas es cada vez más angustiante, si bien en algunos casos han pasado años desde que desaparecieron, para las familias sería de gran ayuda encontrar a su familiar, en las condiciones en que se encuentren; lo que desean es terminar con la tortura de buscar y no encontrar.

“Ella es mi mamá (Elvira Yolanda Manríquez) y fue secuestrada el 12 de julio de 2017 en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, desde ese día no sabemos nada de ella, si sabes algo, dónde puedo encontrarla, márcame a mi número (612) 140-9761, no busco culpables, solo la busco a ella. Esté como esté, pero tenerla conmigo o en un lugar donde pueda yo irla a visitar, es mi mamá y la necesito”, expresó mostrando una imagen Gabriel Álvarez, quien lleva más de dos años y medio buscando a su progenitora.

Colectivo Búsquedas por La Paz tiene un listado de más de 200 personas reportadas como desaparecidas, el número sigue a la alza y en este 2020 la cifra sigue creciendo

“Por más difícil que sea el camino te buscaré, tu ausencia cada día es más fuerte. Dónde están nuestros tesoros, no buscamos culpables. Para una madre la desaparición de un hijo significa un espacio sin tregua, una angustia larga, no hay resignación y consuelo ni tiempo para que cierre la herida. La muerte mata la esperanza, pero la desaparición es intolerable, porque ni matan ni dejan vivir, solo se aprende a vivir con el dolor”, expresó una madre de familia afectada por la desaparición de su hijo.

La petición es brindar datos reales para encontrarlos, “alguien que sepa algo, mándenme mensajes a los grupos de búsqueda de La Paz y Los Cabos. Para que se fijen cuantas personas desaparecidas aquí en Baja California Sur, no son uno ni dos, ahorita en mi listado son más de 200 personas, por favor si miran o saben algo de alguien, comuníquense con nosotros”, exhortó por su parte Iris Manríquez, del colectivo Búsquedas por La Paz.

 

POCA RESPUESTA ANTE DESAPARICIONES

Ante la exigencia de familias afectadas por el delito de desaparición, en 2018 y 2019 se tomaron muestras de familiares de desaparecidos, con el fin de contar con ADN para identificar a víctimas de la delincuencia organizada, ya que se han localizado cuerpos abandonados en brechas y fosas clandestinas.

En los últimos tres años, el padrón de desaparecidos con que cuenta el colectivo Búsquedas por La Paz asciende a 200 personas. La PGJE confirmó a ZETA que de las más de 300 muestras de personas que buscan a su ser querido, 35 han podido ser identificados gracias a este método.

“Las muestras que nos aportaron en 2018 por parte los familiares, fueron 140; en 2019 fueron alrededor de 166, lo interesante es que el 10% en 2018 salieron positivas y el 13% en 2019. También rendimos cuentas de todos los cadáveres en calidad de desconocidos”, confirmó Daniel de la Rosa Anaya, titular de la PGJE en Baja California Sur.

Es probable que existan más de 270 personas desaparecidas en la entidad,  además, hay un centenar de fallecidos sin identificar y se encuentran en el panteón de la PGJE, en la comunidad de San Pedro en la Capital del Estado.

De la Rosa llamó a las familias que no se han acercado a brindar una muestra de ADN para que contribuyan, quizá su ser querido se encuentre en las instalaciones de la institución.

“En 2018 fueron 46 personas que se encontraron en esa calidad, y en 2019 cerramos diciembre con 54 en esa calidad. Tenemos también datos de las fosas que se encontraron en 2019 y años anteriores”, complementó el funcionario estatal.

En los últimos años han sido localizadas fosas clandestinas, en tanto que otras aún no se encuentran, ya que han recibido información y se han hecho búsquedas institucionales, sin resultados favorables. Otros cadáveres se han encontrado abandonados en zonas apartadas, en el monte.

“El mecanismo que se realiza a través de los laboratorios especializados de genética, química, médica, de antropología, de diversas áreas de servicios periciales, es precisamente para la identificación particular, personalizada, individualizada, ya sea de restos o de cualquier cadáver, sobre todo para que familiares puedan lograr la identificación. Les informamos que todos ellos no están distribuidos en los panteones de la diversa geografía del Estado, todos están el panteón pericial que se tiene en La Paz, se les da un trato muy digno a restos, a los cadáveres”, reiteró De la Rosa Anaya.

 

BUSCAN FOSAS CLANDESTINAS

En los últimos meses se ha incrementado la presencia de cuerpos policiacos, municipales  y agentes de Investigación Criminal de la PGJE y de la Policía Estatal que han brindado acompañamiento con equipo especializado en la búsqueda, dirigida a sitios ya conocidos, como grandes extensiones de terreno que se dividen en cuadrantes por salida.

Incluso se ha capacitado a miembros de los distintos colectivos de búsqueda para que sepan identificar los sitios dónde buscar y que los resultados sean favorables, tanto para las familias de desaparecidos como para la institución.

“En cuanto a las fosas, en 2019 se localizaron cuatro con cinco cuerpos, ya están plenamente identificados y entregados a sus familiares, incluso, están vinculados a proceso también los responsables de estos elementos delictivos en la zona norte de la entidad, pero también tenemos personas vinculadas en Comondú, La Paz y Los Cabos en otros eventos delictivos”, informó Daniel de la Rosa Anaya desde la PGJE.

Para 2020 se tiene calendarizadas veinte fechas para continuar con la búsqueda de familiares, así como información y toma de muestras. El primer evento tuvo lugar el viernes 17 de enero, con un módulo itinerante en Miraflores en San José del Cabo.

Familiares de desaparecidos se han manifestados constantemente, señalan que el hecho de que hayan disminuido los homicidios dolosos, no significan que no los haya, esto en referencia a las múltiples desapariciones

Serán diez búsquedas de personas, una por mes, descansando este enero y agosto; el resto de los meses ya hay fecha de búsqueda, iniciando en Vizcaíno en Mulegé, para concluir en San José del Cabo, en Los Cabos.

“En el tema de desaparecidos hay una disminución en el último año, prueba de ello es que está desarticulada una de las células que estaba operando en la zona norte, recordarán la detención de ‘El Chuky’, todo lo relacionado a ‘El Moreno’, inclusive vinculados al homicidio del periodista (Rafael) Murúa. Hay una disminución muy sensible en ese esfuerzo que se realizó”, celebró el procurador estatal.

El mando se refiere a la célula criminal dedicada a secuestrar a sus víctimas para causarles daño, algunos fueron localizados, sin embargo, otro número de personas se encuentra en calidad de desaparecido.

Si bien la PGJE indica que se ha reducido considerablemente la incidencia de desapariciones, familiares aseguran que en el año en curso, estas continúan.

Por ejemplo, la cifra de homicidios dolosos en 2019 no se disparó porque muchas personas siguen en calidad de desaparecidas, algunos quizá hayan sido enterrados en fosas clandestinas, en tanto que de otros, nada se sabe.

“Tuvimos un descenso en la zona norte, de alrededor del 60% en la incidencia que se nos presentaba en 2018, lo que también se reflejó en una reducción del 80% en la zona sur, el área de San José del Cabo y Cabo San Lucas, en La Paz y Comondú; hay ocho casos más resueltos de desaparición de personas, se han judicializado cinco, tres más están en cierres y ya tenemos mandamientos judiciales en contra de personas en ese tipo de hechos. Ya cumplimentamos otra más en diciembre y se ha venido reduciendo significativamente”, contabilizó el procurador.

 

GRITO DESESPERADO

En 2018, Ricardo Basilio García, de entonces 21 años de edad, salió de su casa para no regresar. Sus padres lo han buscado con desesperación, no tienen ni una sola noticia que les confirme que se encuentra sano y salvo, menos aún indicios de su paradero.

Su madre, Andrea García y su padre, Andrés Basilio, recuerdan el último día que estuvo con ellos:

“Ese día yo platiqué con mi hijo, le di puros consejos buenos, lo abracé y se quedó toda la tarde aquí, y en la noche, eran las once de la noche, salió de casa y ya no regresó, ya no supe más de él”, lamentó.

Ambos reconocen que el joven no traía buenas juntas, pero siempre regresaba a casa sin importar la hora.

Hoy el dolor es profundo, dos años de buscar y no encontrar, de salir y escuchar sitios en los que ha sido visto, pero no lo han podido localizar. Supuestamente algunas personas lo han visto, pero no se sabe dónde se encuentra.

“Mi hijo trabajaba conmigo, era pintor, como a todo noven se le llamaba la atención, dejó de venir a la casa, se descarriló, tuvo muchas amistades, de ellos no hablo, pero él siempre tenía la responsabilidad de llegar a casa, siempre llegaba dos, tres de la mañana, pero llegaba. No me voy a dar por vencido, seguiré buscándolo”, insistió el señor Basilio.

Como muchas familias, el matrimonio arribó a Los Cabos en busca de una mejor vida, con Ricardo de 2 años de edad.

La única petición de los padres, es que las autoridades los ayuden a localizarlo, ya que les han cerrado muchas puertas, ni siquiera les han brindado información si se encuentra detenido o internado en algún Centro de Readaptación Social.

“Vinimos a vivir a Cabo San Lucas porque supuestamente era tranquilo, les pido a todos los ciudadanos de Baja California Sur que me echen la mano, no es vida vivir sin un hijo, no sabemos dónde está, pedimos a las autoridades que nos apoyen”, finalizó el padre de Ricardo.

Los “amigos” del joven solo responden que no tienen información, incluso lo han desconocido. Sus familiares saben que algo le ocurrió, pero quieren encontrarlo o saber de su paradero para mitigar el dolor que los está consumiendo.

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