Ya no sorprende tanto el actuar de algunos consejeros del Instituto Estatal Electoral, sobre todo tratándose de temas laborales. Ejemplo de ello fue el intento por otorgarse un aguinaldo superior a 150 mil pesos, y pese al recorte de 30 millones que les hicieron en el Congreso en su presupuesto para el ejercicio fiscal 2020, prefirieron castigar otros rubros como el de participación ciudadana con tal de crear su prestación laboral.
La situación no acaba ahí, ya que en la última sesión del Consejo General Electoral, el representante del Partido Revolucionario Institucional, Joel Blas Ramos, reclamó a los consejeros electorales -concretamente a Daniel García García- haberse incluido en la plantilla laboral como titulares de área y formar parte de la nómina del IEE.
Ramos solicitó en reiteradas ocasiones -sin respuesta clara- los motivos por los que insistían en identificarse jurídicamente como trabajadores.
Hay que recordar que tres consejeros dejarán el cargo el próximo año, y como es sabido, prácticamente toda su vida han laborado en el Instituto. Entonces, al reconocerse como trabajadores, prácticamente adquirirían todos los derechos como tal: aguinaldos, prima vacacional e inclusive finiquitos que para varios consejeros que llevan años trabajando ahí, representaría un jugoso cierre para su gestión. Ahora sí que salieron muy vivos.
Castigada
Hace unas semanas, en estas páginas, exhibimos el pleito entre el diputado Juan Manuel Molina y su compañera petista, Claudia Agatón, por la reconformación de los límites territoriales de Ensenada y Rosarito, que sería el acabose de una rencilla entre “morenos” y los dos legisladores del Partido del Trabajo.
Parece que la situación no pudo controlarse y terminó en una verdadera ruptura entre el PT local con Movimiento Regeneración Nacional por lo menos en el Congreso, al grado que se giraron instrucciones para que cualquier votación que deban concertar con el gobernador Jaime Bonilla Valdez o de los propios legisladores, tenga que ser a través de los delegados especiales del partido.
Al saberse esto, la diputada Monserrat Caballero sostuvo reuniones con sus compañeros y determinaron castigar a Agatón Muñiz, retirándola de la Comisión de Fiscalización del Poder Legislativo. En su lugar incluyeron a Elí Topete Robles, de Movimiento Ciudadano y a ella misma.
En cuestión de meses, los representantes de la Cuarta Transformación comienzan a distanciarse y, quienes al final darán gobernabilidad absoluta al actual régimen, son nada menos que Miguel Ángel Bujanda y Trinidad Vaca Chacón, pues de no ser por ellos, la mayoría calificada estaría comprometida. Qué caray…
Frente por la 4T
Como no queriendo la cosa, el grupo que pretende convertirse en partido político -Frente por la 4T- ya está haciendo asambleas en diversos puntos de Mexicali, donde han logrado aglomerar hasta mil personas en un evento, mostrando una importante presencia en el Distrito 1.
Este “frente” es un grupo de personas de diversas fuerzas políticas que simpatizan con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero que fueron relegados, traicionados o no coinciden con los actuales representantes de Morena, donde han visto grandes problemas debido a los conflictos ideológicos y de grupos.
Algunos personajes como el ex director administrativo de Instituto de Servicios de Salud Pública del Estado (Isesalud), Romualdo Silva Rivera; el ex regidor Francisco Martínez Estrada y el ex subprocurador Fernando Ramírez Amador, fueron invitados a formar parte de dichas asambleas, en espera de poder descararse en marzo y marcar una línea totalmente diferente a la del partido en el poder.
Habrá que ver qué tanta fuerza cobra el proyecto, pues afirman, tiene la venia del mismísimo canciller Marcelo Ebrard Casaubón.