Durante el transcurso del juicio contra Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera en la Corte Este de Distrito en Brooklyn, Nueva York, a finales de 2018, ciertamente Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública federal en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, no fue el único señalado de recibir sobornos millonarios por parte del narcotráfico, particularmente del Cártel de Sinaloa. Pero sí el primero en ser detenido por una investigación federal que confirma lo expresado en la Corte norteamericana.
Esto podría significar que lo que el gobierno mexicano desestimó en noviembre del año pasado -las declaraciones de narcotraficantes denunciando a ex funcionarios mexicanos a quienes pagaron por protección para el desarrollo de su ilícita actividad-, no estaba tan alejado de la realidad, y sí será investigado por el gobierno, aunque sea de otro país.
En su momento, Jeffrey Lichtman, quien fuera abogado del “Chapo”, denunció ante la prensa que de la estructura criminal de su cliente habían entregado millones de dólares a los hoy ex presidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, y fue tachado de querer desviar la atención del caso criminal a la arena política. Aprovechó la aprehensión de García Luna para ironizar al respecto y publicó en su cuenta de Twitter: “¿Enrique Peña Nieto aún me demandará por difamación como amenazó el año pasado? O él y Felipe Calderón ¿contrataron a otro tipo de abogado para que los representara?”.
En noviembre, el abogado citó en la Corte de Brooklyn que Ismael “El Mayo” Zambada había sobornado con millones de dólares a dos presidentes de México, Calderón y Peña. Por tales declaraciones fue amonestado por el juez Brian M. Cogan, quien por cierto también será el impartidor de justicia en el caso García Luna.
Después, en el desahogo de testimonios en el juicio contra “El Chapo”, vendrá la delación de otros criminales presos en Estados Unidos, entre ellos Jesús Zambada García “El Rey”, a quien presentaron como testigo clave en el proceso. Bajo juramento, declaró haber sobornado -en su calidad del crimen para el Cártel de Sinaloa en la Ciudad de México- a muchos funcionarios, entre ellos el comandante de la ex Procuraduría General de la República en esa ciudad, a policías federales de Caminos, a agentes judiciales federales, a estatales y municipales. Hasta a la Inrterpol incluyó en su lista de sobornados.
Tan solo en CDMX, entregaba unos 300 mil dólares mensuales para corromper autoridades de los tres órdenes de gobierno, particularmente corporaciones policiacas y de las Fuerzas Armadas. En 2004 entregó 100 mil dólares al General Marco Adame Castillo, a quien habría utilizado para la importación de cocaína de Colombia a Guerrero.
Y por supuesto “El Rey” es, de acuerdo a la investigación contra Genaro García Luna, el principal testigo contra este. En noviembre declaró en la Corte lo que hoy día aparece en la averiguación previa contra el ex funcionario federal: que entre 2005 y 2006 le había entregado personalmente dos maletas con entre 6 y 8 millones de dólares. Que lo hizo bajo el liderazgo del “Chapo” y en el sexenio de Felipe Calderón. El primer soborno se lo dio cuando aquel estaba a cargo de la Agencia Federal de Investigación, y el segundo cuando ya era titular de la Secretaría de Seguridad Pública. Es decir, en dos administraciones, la de Vicente Fox y la de Calderón.
Para 2007 -amplió el criminal detenido en Estados Unidos-, y esto es lo que informó la Fiscalía de la Unión Americana en su indagación contra García Luna, le entregó entre 3 y 5 millones de dólares, para que -entre otras cosas- nombrara en Culiacán al jefe de la Policía.
Uno más de los delatados: Gabriel Regino García, subsecretario de Seguridad Pública en la gestión de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Invertían en él por si llegaba a convertirse en secretario de Seguridad.
Por supuesto que todos los señalados por “El Rey” Zambada negaron haber estado inmiscuidos en los sobornos del Cártel de Sinaloa. Ciertamente los dos ex mandatarios federales amenazaron con demandar al abogado de Guzmán Loera, pero después nada se supo. Hasta ahora, cuando resulta que no todo lo que declaró el hermano del “Mayo” se desestimó, por lo menos la Fiscalía armó un expediente contra Genero García Luna que dio a conocer apenas días antes de su aprehensión en Texas, en el que aseguró: “García Luna recibió millones de dólares en sobornos por parte del Cártel de Sinaloa, a cambio de proveerles protección para sus actividades de tráfico de drogas (…) A cambio de los pagos de sobornos, el Cártel de Sinaloa obtuvo seguridad para la transportación de sus cargamentos de drogas, información oficial acerca de las investigaciones contra el cártel, e información sobre los cárteles rivales, de este modo facilitándoles la importación de toneladas de cocaína y otras drogas a los Estados Unidos. En dos ocasiones, el cártel personalmente envió los sobornos a García Luna en maletas conteniendo entre tres y cinco millones de dólares. De acuerdo a reportes financieros obtenidos por el gobierno, para el tiempo en que García Luna asentó su residencia en los Estados Unidos en 2012, él había amasado una fortuna personal de millones de dólares”.
Ahora sí que a cuidarse el resto de los señalados, porque la justicia llega… aunque sea en otro país.