Un mexicano muere y va al cielo. Un día, mientras pasea por los alrededores, se topa con una casa muy pintoresca y decide visitarla. Ahí se encuentra con San Pedro, quien lo saluda y le invita a un café. Mientras San Pedro lleva el café, el mexicano observa la casa y ve que hay relojes por todas partes, en cada uno figura el nombre de un país.
Intrigado, pregunta a San Pedro:
— Por curiosidad, ¿para qué sirven esos relojes?
“Verás. Estos relojes miden las cagadas que se cometen en cada país. Por cada cagada, avanzan un minuto”.
— Muy interesante. Veo que está el reloj de Alemania, Francia, Estados Unidos y un sinfín de países, pero disculpe, San Pedro, ¿por qué no está el reloj de México?
“No te fijaste bien. México sí está, lo que pasa es que su reloj lo pusimos en el techo”.
— ¿En el techo?
“Sí, ¡es que lo usamos de ventilador!”.
Autor: Anónimo de la 4T.
Brillo en los labios
— ¡Qué hermosa te ves con ese brillo en los labios!
“Es aceite, de tres empanadas que me comí”.
Autor: Anónimo de esta redacción.
Molestia
— ¿Andas en tus lunas, amor?
“Para nada, solo que me molesta ese ruidito que haces”.
— Pero si nada más estoy respirando…
“¡Y llevas todo el maldito día haciéndolo!”.
Autor: Tranquilina.
Paciencia
— La paciencia es mi mayor virtud.
“¿La qué?”.
— ¡La paciencia, mugroso sordo, menso!
Autor: Un reverendo histérico.
Celoso
— ¿Dónde estás, cariño?
“En misa”.
— A ver, ¡entonces pásame a Dios!
Autor: Novio devoto.
Necia
— Qué onda, compadre, ¿tienes problemas?
“Mi mujer y yo estamos discutiendo por culpa de las vacaciones”.
— Ah, caray, ¿y por qué?
“Porque yo quiero ir a Cancún ¡y la muy necia quiere ir conmigo!”.
Autor: Soltero en la playa.
Reporte
En el cuartel de la Guardia Nacional reciben un fax procedente del Instituto de Sismología:
“Movimiento sísmico inminente en su zona. Tomen medidas de seguridad. Localice epicentro y envíen su posición para posterior estudio”.
Quince días después, llega el siguiente fax al Instituto Sismológico, procedente del mismo cuartel de la Guardia Nacional:
“Movimiento sísmico desarticulado. Epicentro y sus secuaces encarcelados. ¡No pudimos llamar antes porque había un terremoto de poca!”.
Autor: Fuente de Inteligencia de la 4T.
Diferencia
— Papá, ¿sabes cuál es la diferencia entre esta pizza y tu opinión?
“No, ¿cuál es?”.
— Que la pizza sí la pedí.
Autor: Hijo de la Chilindrina.
Día de pesca
Hoy me levanté temprano, me vestí con calma, tomé un café, agarré mis cañas de pescar, me fui silenciosamente al garaje, puse las cañas en la cajuela del autor y procedí a sacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial.
Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a una fuerza sobrenatural.
Sin lugar a dudas, no era un buen día para salir a pescar. Decidí volver a guardar el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo duraría todo el día.
Entré de nuevo a mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama. Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, puse mis manos en sus pechos y le susurré al oído:
El tiempo afuera está horrible.
Ella me contestó medio dormida:
“Ya lo sé. ¿Te puedes creer que el bruto de mi marido se fue hoy pescar?”.
Autor: Un fanático del clima.
Ladrón glotón, pero honesto
Las autoridades en Missouri no dan crédito. Dos pays fueron sustraídos de una tienda en la que accidentalmente los dueños no cerraron las puertas con llave. Sin embargo, el ladrón ¡EN ZERIO! dejó una nota con la leyenda “¡Feliz Día de Acción de Gracias! No había nadie y necesitábamos desesperadamente unos pasteles”, junto con el dinero correspondiente por los postres.
En consecuencia, esta acción solo puede ser considerada una transacción fuera del horario normal de operaciones para el comercio Honey Baked Ham.
El caso es que cada pastel cuesta 11 dólares y el sospechoso dejó un total de 26… por aquello de los impuestos.