La madrugada del 9 de diciembre de 2018, el oficial César Guillermo Blancarte Sandoval desapareció luego de salir de su casa. Las autoridades ya no han mostrado avances sobre su caso, mientras su familia sufre una penosa situación al dejar de recibir el sueldo del agente, tras el cambio de administración municipal.
En la primera quincena de octubre, Aurora Jáuregui acudió -como cada 15 días- a recibir el salario de su esposo, que por orden del ex titular de Seguridad Pública, Marco Antonio Sotomayor, se le seguía entregando puntualmente. Pero el pasado 14 de octubre ya no se le entregó el dinero, solo le dijeron que era por el “cambio de administración”.
La mujer, que actualmente es parte de la asociación Unidos por los Desaparecidos de Baja California, ha tocado las puertas de todas las autoridades posibles para exponer su caso, y cada una le promete la próxima solución. El actual titular de la Secretaría, Jorge Ayón Monsalve, ha sido el único que no la ha recibido, a pesar de que ha buscado audiencia con el funcionario desde el primer momento en que se suspendió la entrega del sueldo.
El pasado 10 de diciembre, justo un día después del primer aniversario de la desaparición de su marido, Aurora tuvo la oportunidad de acercarse al alcalde Arturo González Cruz, quien le comentó que conocía de su caso y había girado instrucciones a Ayón para que la atendiera; le tomaron sus datos, pero hasta el cierre de esta edición su situación permanece igual.
Blancarte, al momento de su desaparición, fungía como perito de tránsito y estudiaba una carrera universitaria; Jáuregui comentó que el propio Sotomayor reconoció que era un elemento con excelente historial, razón por la cual fue elegido para ser cara de una campaña publicitaria de la misma dependencia.
Añadió que tampoco ha habido avances sobre la investigación que se abrió por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE); días después de que reportó la desaparición, las autoridades hallaron el vehículo de su marido, abandonado en las inmediaciones del bulevar 2000, muy cerca de la salida a Playas de Rosarito.
La misma Fiscalía confirmó a este Semanario que no se han registrado cambios en el estatus de “no localizado” del elemento, cuya desaparición quedó asentada en el acta de denuncia con folio 0204-2018-12831/NAC.