Los mismo acribillan a cárteles enemigos que a agentes del gobierno
Francisco Castellanos J./ Partidero.com
MORELIA.—De años atrás, Michoacán está en el regazo del crimen organizado y nadie ni nada frena la violencia y muerte, al contrario, se han incrementado las ejecuciones más despiadadas y las masacres.
La supuesta estrategia conjunta de los gobiernos estatal y federal con la llegada de la Guardia Nacional, han sido un fracaso.
Los índices de inseguridad en el gobierno de Silvano Aureoles Conejo han aumentado, rebasando incluso, los niveles que había en 2012, cuando la desesperación ante la violencia y extorsiones sin control ocasionó el surgimiento de las autodefensas que se levantaron en armas con el doctor José Manuel Mireles a la cabeza.
Así, en lo que va de 2019, de acuerdo con datos oficiales, se han cometido mil 620 homicidios dolosos; de ellos, 162 son de mujeres. Las ciudades más socorridas por el crimen organizado han sido Uruapan, Zamora y Morelia, donde mueren por “racimos”.
Con este número de mujeres víctimas de homicidio doloso de enero a noviembre, Michoacán se convirtió en la séptima entidad con mayor incidencia de este delito, ocupando el 4.8 por ciento del promedio nacional por cada 100 asesinatos en contra de la población femenina.
De acuerdo con el más reciente informe sobre incidencia delictiva en contra de mujeres emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se desprende que de las 84 mil 600 féminas víctimas de algún delito, el 2.49 fueron por homicidio doloso y tipificados como feminicidios, sólo el 0.88 por ciento.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica también que el homicidio doloso es el rubro que más se ha disparado en el estado.
Hasta 2014, no llegaron a mil los homicidios. Ese año hubo 932. Sin embargo, en 2016, cuando Silvano ya era gobernador, se disparó a mil 428. En 2017, subió a mil 732 y en 2018, sumaron 2 mil 78. En lo que va de este año, se registró un aumento de 8.7 por ciento en homicidios dolosos, en comparación con 2018, el doble de hace diez años.
Tiempo de masacres
El 23 de mayo en un enfrentamiento entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada dejó un saldo de diez muertos y tres más heridos. La balacera se registró en la colonia Arroyo Colorado, en Uruapan.
El 27 de mayo, en Zamora, en un ataque al cuartel de la Policía estatal perpetrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), murieron cuatro elementos de la corporación.
El 8 de agosto, 20 cuerpos fueron encontrados colgados en diversos puntos de Uruapan. Las ejecuciones fueron ocasionadas por la lucha de grupos criminales que se disputan la ciudad, indicó el fiscal general del estado, Adrián López Solís. Trascendió que la masacre la cometió el CJNG en presunta venganza contra Los Viagra. Sin embargo, al día siguiente aparecieron mantas donde este grupo se deslindaba. Siete de las víctimas fueron encontradas colgadas en diferentes puentes de la ciudad.
Posteriormente, tras ser atacado por un grupo armado, en el municipio de Ziracuaretiro, murió el Coronel de Infantería Víctor Manuel Maldonado, comandante del 14 Cuerpo de Caballería de Defensas Rurales del Estado.
Cerca de las 9 de la noche del viernes 20 de septiembre, dos sujetos armados dispararon de manera directa contra cuatro hombres que se encontraban en el bar California Grills, en Uruapan, lugar en donde además otras tres personas resultaron heridas.
Trece policías fueron asesinados durante una emboscada en el municipio de Aguililla, Michoacán, el 14 de octubre. El municipio, según los mismos pobladores, se encuentra bajo control del Cártel Jalisco, el más importante del estado, pero no el único.
El domingo 3 de noviembre una balacera en el estacionamiento de la Plaza de Toros de Uruapan, donde había un tianguis de autos, dejó cinco vendedores muertos.
Nuestra historia
La historia no habla de que en Michoacán, desde los años 40 ya existía un tráfico de drogas como la heroína que se procesaba a partir de la amapola sembrada en zonas altas del estado y que eran enviadas a laboratorios médicos de Estados Unidos, en coordinación o con acuerdo con autoridades federales (Ejército Mexicano).
Dado lo propicio del terreno y el clima michoacano, la producción de mariguana y su exportación a Norteamérica empezó en la década 50-60.
Para las siguientes dos décadas (70-80 y 90-2000), el estado se convirtió en lugar clave para el narcotráfico por la actividad del puerto de Lázaro Cárdenas, punto estratégico para el crimen organizado, ya que no solo sirve para recargar combustible sino también para el trasiego de droga en general que va principalmente al país del norte… y dejar parte de la misma, sobre todo cocaína, para consumidores del país.
Ya para esa época existían operando varios cárteles y estaban clasificados por zonas. Por ejemplo, en la costa operaban los Arellano Félix; en Tierra Caliente, los hermanos Amezcua; en el oriente —de Zitácuaro hasta Huetamo— el Cártel del Golfo encabezado por los García Abrego; y en la región Tacámbaro, Nocupétaro, Carácuaro y Villa Madero, Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”.
En los límites de Jalisco, Guanajuato y Michoacán, desde Sahuayo hasta Zamora, “Los Ranger” o “Cowboy”, grupo que estaba ligado a los “Mexican Mafia” (MM), quienes controlaban la goma de opio, su principal producto.
En el centro del estado, con base Uruapan, estaban los hermanos Valencia, quienes no sólo eran los principales traficantes entonces, sino interlocutores entre el crimen y el gobierno.
A partir del año 2000, las elecciones en la entidad ya las ganaba no el PRI, sino el PRD encabezado por Lázaro Cárdenas Batel, y ante la detención de los hermanos Amezcua, a quienes se les ligaba con la familia del entonces presidente Ernesto Zedillo, dos grupos pretendieron tomar el negocio: fue como se inició un enfrentamiento afuera de un centro comercial en Morelia donde murió un operador y sobrino de los Valencia.
Después de este hecho, se inició una guerra en territorios donde denominada Carlos Rosales, “El Tísico”. Éste, contrató un grupo de sicarios denominados “Los Z” para posesionarse de los principales territorios del estado.
Así inició una guerra que duró hasta 2003. En 2004, “El Tísico” fue detenido iniciándose una restructuración con hechos sangrientos y fue en 2006 cuando surgió la Familia Michoacana al arrojar varias cabezas humanas en un centro nocturno de Uruapan junto con un letrero en el que anunciaban la nueva célula encabezada por Nazario Moreno y “El Chango” Méndez,
Para el 2010, y a la supuesta muerte de Nazario, “El Más Loco” (en 2014), se inició la recomposición de la célula criminal. En 2011, casualmente antes de la elección gubernamental, mediante mantas informan la división la “Familia Michoacana” para darle da paso, a “Los Caballeros Templarios” encabezado por Enrique Plancarte “El Kike”, y Servando Gómez “La Tuta”. A la par del nuevo gobierno inician su actuar mediante diversas acciones, incluido el terrorismo social.
En 2012, iniciando el gobierno de Fausto Vallejo, ante el terrorismo social e intimidación delictiva se conforman los grupos de autodefensa encabezados por el doctor José Manuel Mireles Valverde e Hipólito Mora. Luego se suman personas de cerca de 50 municipios, quienes ante agresiones y extorsiones, enfrenan a este grupo delictivo.
La llegada en 2014 de Alfredo Castillo, comisario de Enrique Peña Nieto, dividió y dispersó las autodefensas y los grupos delictivos aprovecharon la coyuntura para posicionarse.
Así se crean cotos de poder donde a partir de las células que quedaron de los Templarios y la incursión del CJNG, se inicia una nueva lucha.
El mapa geodelictivo
Actualmente hay una guerra geodelictiva dividida regionalmente: entre 1) CJNG, de Nemesio “Mencho” Oseguera y El Abuelo; 2) Los Viagra, hermanos Sierra Santana, Nicolás “El Gordo”, Carlos Sierra Santana más seis hermanos, originarios de Huetamo; 3) Nueva Familia Michoacana, Antonio Méndez, su sobrino “La Góndola”; 4) Caballeros Templarios, (lo que quedó), Homero González Silva El Gallito, sobrino de Nazario Moreno y Migueladas, aliado con CJNG; 5) Los Blancos de Troya, El Troyano, uno de los guardaespaldas de El Chayo, zona de Tierra Caliente; 6) Los Justicieros, controlan Zamora y Lázaro Cárdenas (son ex marinos y PF); 7) La Vieja Guardia, comandantes y ex policías de la Policía Ministerial del Estado; 8) Los locos de la sierra, ex miembros de los Caballeros Templarios; 9) H3, Tercera Hermandad Simón El Americano y Don Chava, levantados desde el año pasado;10) Los Vengadores, que operan en Morelia; 11) Grupo Iris, en la zona de Huetamo, San Lucas, Don Boni; 12) Los Caballeros de Elite, en Morelia y Pátzcuaro; 13) Los Valencia o Milenio, Chava Lentes; 14) Mayo Zambada; 15) Brazo de Oro; 16) El Grupo del Cenizo; 17) “El Grupo de El Metro” y, 18) Los Cinco del Cerro.