Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dados a conocer el 25 de noviembre, señalan que durante el último trimestre de 2018, así como el primero y segundo trimestre de 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo. Lo anterior, confirma que la economía mexicana estuvo en recesión en la primera mitad de 2019; la primera en una década.
De julio a septiembre, el PIB no reportó variaciones en términos reales respecto al segundo trimestre de 2019. Sin embargo, en su comparación anual, descendió -0.2%. El Inegi detalló que las actividades secundarias que agrupan a la industria, construcción y minería, reportaron una diminución real de -1.5% a tasa anual. Las terciarias (comercio y servicios) tuvieron un crecimiento anual de 0.1%. En tanto las actividades primarias (agropecuaria) reportaron un alza de 5.4%.
Pese a los datos del PIB, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, rechazó que la economía esté en recesión y ratificó el pronóstico del organismo multilateral para México en 2019, de 0.2%.
En esa línea, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, minimizó las cifras al comentar: “Cuando hay desaceleraciones es que entran a ese nivel, un punto menos o un punto más, eso es irrelevante. Lo importante, el tema que hay que entender es que la economía está creciendo a niveles muchísimos más bajos de lo que serían deseables”.
Un día después de conocerse las cifras revisadas del Inegi, el Banco de México recortó su expectativa económica el miércoles 27 de noviembre, y por primera vez desde 2009, la situó en terreno negativo, ya que considera que el PIB crecerá entre -0.2% y 0.2%.
Aunque el gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, consideró que el próximo año la economía tendrá un crecimiento más positivo al crecer gradualmente, la institución también revisó a la baja el pronóstico para 2020, en un rango de 0.8 a 1.8%. Anteriormente la estimación oscilaba entre 1.5 y 2.5%.