“Nuestra calidad del aire va en decadencia, tenemos concentración 241 días del año de dióxido de nitrógeno, el cual proviene de dos fuentes: las móviles, que es el transporte, y las fijas, que es la termoeléctrica; pero también tenemos una presencia importante de 41 días de azufre, sobre todo en la estación que está más cerca de las fijas, que es la del Pedregal. Tenemos 38 días también en Estación Morelos”, advierte Jacqueline Valenzuela, directora de CERCA
Por vía aérea, sobre el municipio de La Paz son visibles las emisiones de ceniza que realiza el Centro de Combustión Interna (CCI) de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA) en Baja California Sur ya lleva a cabo el monitoreo de la calidad del aire, comentó su titular Jacqueline Valenzuela.
“Tenemos tres estaciones, una está en la Preparatoria Morelos, otra en la Primaria ‘3 de Mayo’ en El Pedregal y otra en el CETMAR. Las colocamos ahí porque son las ubicaciones estratégicas, de acuerdo a lo que nosotros conocemos. Por la ruta los contaminantes, empezamos a monitorear de manera formal ininterrumpida, y presentamos nuestros resultados que conocemos”, agregó.
De acuerdo con los primeros datos, La Paz se encuentra entre fuentes emisoras de cenizas tóxicas, que en un breve periodo podrían generar graves problemas de salud a sus habitantes.
“Nuestra calidad del aire va en decadencia, tenemos concentración 241 días del año de dióxido de nitrógeno, el cual proviene de dos fuentes: las móviles, que es el transporte, y las fijas, que es la termoeléctrica; pero también tenemos una presencia importante de 41 días de azufre, sobre todo en la estación que está más cerca de las fijas, que es la Estación del Pedregal. Tenemos 38 días también en Estación Morelos”, afirmó Valenzuela.
La principal fuente generadora, es decir, las plantas termoeléctricas, queman el combustóleo de mala calidad utilizado para generar electricidad y, en tanto sigan lanzando toneladas de ceniza tóxica al ambiente, la población está expuesta a tóxicos como dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, además de partículas PM10 y PM2.5.
“Azufre se está emitiendo a través de la generación de energía eléctrica y está viajando por la ciudad, tenemos una presencia de dióxido nitrógeno casi la mayor parte del año, y por su ubicación del aparato de medición, sabemos que es por las fuentes móviles, las fijas o ambas”, refirió la experta.
Los estatutos nacionales e internacionales marcan que urge acción inmediata, ya que ni siquiera la CFE está tomando medidas, pues alguna de las cinco chimeneas del CCI no cuentan con precipitadores electrostáticos, lo cual genera que partículas contaminantes se incorporen al ambiente sin un filtro.
Además, la ceniza se ha colocado en un depósito al aire libre, no cuenta con medidas suficientes para protegerlas del clima, vientos o lluvias, algo que ni la propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) toman en cuenta.
“Existen normas ambientales, Normas Oficiales Mexicanas que nos dicen los límites máximos permisibles concentrados en el aire de una ciudad, son para evitar daños a la salud. Estamos superando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y también a Normas Oficiales Mexicanas en un 15%, aparte esta normatividad establece que se tienen que iniciar acciones de prevención, y no las estamos tomando”, argumentó la funcionaria del CERCA.
Inspectores de la Profepa confirmaron que no hay medidas necesarias, y en consecuencia, “tenemos 241 días de presencia de dióxido nitrógeno, y eso está vinculado con problemas respiratorios; tenemos presencia de azufre, un contaminante que tiene efectos en la salud también respiratorios, pero digamos que al ser más agresivo, al momento que se pueden cruzar en los pulmones, tiene mayores daños. Estamos hablando hasta de un cáncer de tráquea y pulmón”, lanzó Jacqueline Valenzuela.
LLUVIA ÁCIDA Y AIRE TÓXICO
Pedregal del Cortez, Navarro Rubio, Colina de la Cruz y Agustín Olachea, son colonias populares en el punto rojo de contaminación por la ceniza tóxica que arrojan las termoeléctricas, el CCI de libramiento y la planta de Punta Prieta.
Además, colonias de mayor plusvalía se encuentran en la zona roja: Lomas del Palmira, Pedregal de La Paz, Puerta Cortés y Costa Baja.
“Ahí tenemos la mayor concentración de azufre, es la parte más alta del Pedregal, y es la parte más cercana a la central de combustión interna y la termoeléctrica de Punta Prieta, ahí tenemos mayores días de concentración de azufre. Consideramos que puede estar en riesgo, para eso vamos a hacer el año que viene, estudios epidemiológicos con la población que está cercana y expuesta a estas concentraciones”, adelantó la especialista del CERCA.
Los estudios preliminares apuntan que, mientras más cercanos a las termoeléctricas, es mayor el índice de contaminación al que están expuestos los pobladores. El Pedregal del Cortez, donde se encuentra la estación de monitoreo del Centro, es más lejano que las colonias de mayor plusvalía, por lo cual están más expuestos a la ceniza tóxica.
La zona roja se ubica justo en medio de ambas plantas, donde el alcance de los tóxicos varía con relación a la intensidad del viento.
“La contaminación de las plantas de generación de electricidad, el rango de alcance es de 4.7 kilómetros, ahí estudiamos el rango de contaminación de ambas plantas”, dijo Valenzuela.
Pero hay otro fenómeno que se pudiera estar dando, sobre todo en estos tiempos de lluvias registradas: las partículas de ceniza flotante que se mueven más de cuatro kilómetros a la redonda, pero no hay autoridad que haga labor monitora. Al no existir el estudio debido, solo es especulación, “pero cuando ya hablamos de lluvia ácida, hablamos del cambio climático, desde el cambio climático se monitorea la lluvia ácida de los ecosistemas, porque afecta los mantos acuíferos, los suelos, las especies en el mar”, citó la consultada. Cuando hablamos de concentración de dióxido de nitrógeno o dióxido de azufre, y resulta que son los mayores precursores para una lluvia ácida, pues a + b = c, entonces lo que tenemos es que dióxido nitrógeno y dióxido de azufre, es igual a lluvia ácida”, ejemplificó.
“No es tan sencillo, realmente es un fenómeno complejo y necesitamos monitorearlo, al igual que monitoreamos los gases en el aire y su concentración. Necesitaríamos una red de pluviómetros para las próximas lluvias para comprobar que en muestras de agua tenemos precisamente concentración de ácido sulfúrico y ácido nítrico, y con esos resultados podríamos hablar de la presencia de lluvia ácida en La Paz”, remató la titular del CERCA.
VIENTOS CAMBIARON EN CONTRA
El clima de La Paz cambió y con ello sus vientos: anteriormente empujaban el material particulado fuera de la ciudad y ahora se queda dentro, lo que implica un riesgo aún mayor.
Previamente, los ciudadanos se quejaban de los apagones por la sobrecarga del sistema eléctrico, lo que hacía trabajar aún más la planta termoeléctrica, y ahora es más visible la nube café o amarillenta, como si en este periodo de invierno se recurriera en mayor medida a la quema de combustible.
“La mancha es más visible, nuestra hipótesis es algo que tenemos que comprobar: mayor presencia de material particulado, y como los vientos han cambiado, los contaminantes se quedan estacionados, de todas las áreas de la ciudad son visibles. Todo esto lo hemos documentado para presionar en el Senado para que se tomen acciones, estos puntos de acuerdo van con recomendaciones y peticiones puntuales. A la CFE, por ejemplo, un sistema de control de emisiones, también hay recomendaciones para la Semarnat y la Profepa, para que haya una verdadera supervisión de contaminantes”, es la conclusión del CERCA.
El llamado se ha hecho a diversas instancias de gobierno, congresos y ayuntamientos para hacer un frente por la salud del viento de La Paz. Hay dos solicitudes importantes desde la sociedad civil, ambas dependen de servidores públicos, una está en manos de diputados de Baja California Sur; de ellos depende que el Gobierno del Estado destine el recurso necesario.
“Es la primera vez que el Congreso del Estado, el Senado de la República, los ayuntamientos, el Gobierno el Estado y ciudadanía, estamos en un momento de pedir acciones concretas. Hicimos gestiones con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, encargado de distribuir estaciones de monitoreo por todo México, haciéndole la solicitud para una campaña aquí en La Paz .También estamos gestionando con el Congreso local que se destinen recursos para que se adquiera una caseta de monitoreo fija, avalada con todos los controles necesarios, validados por Semarnat y por el Instituto Nacional”, afirmó Jacqueline Valenzuela desde el CERCA.
Para el próximo año, la sociedad civil prepara otro instrumento de estudio epidemiológico para determinar si hay afecciones a la salud. Por ello, exhortan a los ciudadanos a denunciar no solo a través de redes sociales, sino de manera anónima en el portal de la Profepa.
“Ya no tenemos tiempo, la ciudadanía ya tomó conciencia, a través de las denuncias debemos conjuntar todas las acciones, requiere una gran estrategia de comunicación. Como Centro tenemos que pasar a esa parte en 2020, las denuncias que se hicieron en redes sociales, las vamos a enfocar a Profepa”, reiteró Jacqueline Valenzuela.
NO MÁS CONTAMINACIÓN: SENADO
El llamado ha sido general, desde todas las trincheras: se debe hacer algo en contra de la contaminación que está generando la CFE, ya que los paceños están recibiendo energía eléctrica al costo más caro con un entorno plagado de sustancias altamente tóxicas.
Inspectores de Profepa han externado a ZETA la nula la intervención de la procuraduría, al no efectuar las verificaciones por instrucciones “de arriba”, incluso Petróleos Mexicanos ha hecho lo pertinente para tener mayor libertad.
“Exigen que se ponga atención al tema de grave de contaminación que está generando la planta termoeléctrica de La Paz, nosotros no estamos conectados a la red nacional, por lo tanto, se produce la electricidad ahí mismo en el Estado con la quema de combustóleo, lo cual provoca daños severos a la salud de la población de nuestra Capital; esos contaminantes son sumamente peligrosos debido a su elevada toxicidad para la salud humana, afectaciones a la función pulmonar, irritación ocular, inflamación del sistema respiratorio, secreción mucosa, agravamiento del asma y bronquitis crónica, entre otros”, indicó Lupita Saldaña Cisneros, senadora del Partido Acción Nacional.
Además de los dióxidos de azufre y nitrógeno, hay más contaminantes a los que están expuestos los habitantes de los alrededores de las plantas, así como flora y fauna.
En cuerpo humano, se comprobó que sustancias como el vanadio es altamente tóxico, con severos daños al sistema nervioso, cáncer y otros más padecimientos.
“El Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional ha realizado estudios que revelan que las cenizas que emite esta planta, están cargadas entre otros componentes con vanadio, un elemento que causa severos daños a la salud: problemas cardiovasculares, inflamación estomacal, alteración del sistema nervioso, sangrado de hígado, irritación de piel, temblores y parálisis; sangrado de nariz y cáncer pulmonar”, advirtió la senadora.
En diversas ocasiones, los ciudadanos han exhibido el nivel de contaminación generada por la planta termoeléctrica, solo una de sus cinco chimeneas cuenta con filtro. El resto está emitiendo toneladas de ceniza tóxica a las colonias de La Paz.
Las imágenes circulan en las redes sociales, pero basta con asomarse por una ventana y apreciar las nubes amarillentas.
“Se pueden observar claramente las emisiones contaminantes que expele cada día esta planta de generación de energía eléctrica, lo cual permite darnos una idea del nivel de contaminación en la atmósfera en nuestra ciudad”, comentó Saldaña Cisneros.
Otra de las inconsistencias reveladas por inspectores de la Profepa a ZETA, es que la planta Punta Prieta cuenta con una bitácora de emisiones, el CCI de libramiento ni siquiera dispone de una, hay omisiones y por consiguiente, las instancias de medio ambiente tendrán que pagar por ello, al permitir que los desechos tóxicos se sigan lanzando al aire.
Una alternativa sería cambiar las prácticas de generación eléctrica, sin embargo, el Gobierno Federal parce tener otras prioridades, como un mayor impulso al beisbol.
“La cantidad de emisiones no está controlada por los sistemas reconocidos por la legislación nacional, como son la licencia funcionamiento y la licencia ambiental única, esto es más grave aún, ya que según algunas fuentes, el combustible utilizado por la CFE es de pésima calidad, lo que genera se concentren varios contaminantes adicionales. Se ha propuesto cambiar la fuente de generación de energía eléctrica, mediante energías limpias”, apuntó la legisladora panista.
Y emitió un fuerte señalamiento al Gobierno Federal, dejando en claro que la política de la nación tiene sumidos en contaminación a los paceños, de allí la urgencia de una nueva alternativa de generación eléctrica, que no solo reduzca los costos de producción y las tarifas, sino la emisión de contaminantes a la atmósfera.
“Nos preocupa que la política en materia de generación de energía eléctrica del Gobierno Federal esté basada en los combustibles fósiles, los sudcalifornianos demandamos energías limpias y exigimos que la CFE controle sus emisiones contaminantes en la entidad para evitar las terribles consecuencias de salud, que ya está provocando este problema en niños, adultos y personas vulnerables. Solicitamos un informe del control de emisiones de contaminantes a la atmósfera que está llevando a cabo en La Paz respecto a los gases de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno que genera la planta termoeléctrica, para que se hagan públicos los datos generados”, concluye el punto de acuerdo de la senadora.
Para determinar oficialmente la alta emisión de sustancias tóxicas contenidas en la ceniza, la CFE debería informar sobre los desechos tóxicos que arroja al aire, pero tal acto sería “como darse un tiro en el pie”.