Ya viene la catrina sonriendo muy coqueta
con falda hasta el huesito, listones en las trenzas,
arracadas muy finas, “perfume de gardenias”
zapatos con tacones que usaba su abuelita.
“Al ZETA de Tijuana” lo busca con empeño
pues quiere que publiquen esta calaverita
en la Sección de Cartaz que edita Carlos Sánchez
dando espacio a escritores que quieren ser famosos.
La flor de cempasúchil adorna los altares
con su color brillante, su aroma inolvidable,
en este semanario de la bella Tijuana
a donde llegan gentes con ganas de ser libres.
Los fuegos y los vientos han herido a esta tierra
de gente luchadora que ayuda a su vecino
con algo de comida, con agua de sabores
y cobijas calientes de lana de borrego.
Esta tierra es muy buena con todos los que
llegan solos o en caravana cuando se hace difícil
en casa de sus padres y quieren ayudarlos
para que sean felices al final de su vida.
Ya viene la catrina cantando sus canciones
al lado del mariachi, con rebozo en los hombros,
botella de tequila que calma su tristeza
al menos un minuto porque regresa luego.
Que todo se mejore cuando llegue noviembre
son los grandes deseos los que hemos conocido
la Baja California, esta tierra bendita
donde tañen las campanas con notas de esperanza.
Lourdes P. Cabral.