Luego de pasar por un “periplo” de espacios y decisiones políticas, se estima que a las 11 horas -hora de la CDMX- de este martes 12 de noviembre Evo Morales llegue a nuestro país a bordo de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana, así lo detalló el canciller Marcelo Ebrard en la conferencia matutina de este día.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores informó ante los medios de comunicación la serie de gestiones que la representación mexicana llevó a cabo para sacar a Morales de Bolivia, luego de que presentara su renuncia como presidente de aquel país por petición de sus fuerzas armadas, motivo por el cual México le ofreció el asilo político que derivó en el traslado en cuestión.
El primer movimiento fue el arribo a Lima, Perú, donde se esperó que Bolivia otorgará permiso para llegar por Morales, fue cuando México se enfrentó a la primera dificultad. Debido a la situación política que se vive en el país sudamericano, el primer permiso fue denegado debido a que las fuerzas aéreas no reconocieron a la autoridad que lo emitió, por lo que el avión tuvo que retornar a Lima para esperar un nuevo permiso.
Cuando se logró el arribo a Bolivia, se vivieron nuevos momentos de tensión, narró Ebrard, debido a que los países contemplados para el regreso reconsideraron sus permisos por “valoraciones políticas”, en este caso Perú que estaba contemplado para la recarga de combustible antes de seguir la ruta por aguas internacionales hasta llegar a México.
“Fue un momento muy difícil, muy tenso. Primero porque los simpatizantes y seguidores de Evo estaban en torno al aeropuerto y al interior había elementos de las fuerzas armadas de Bolivia. En lo que conseguimos un plan b, se pudo haber dado una situación muy difícil en el lugar”, declaró Ebrard.
Fue cuando Paraguay aceptó que la aeronave descendiera a recargar combustible, Perú otorgó permiso para usar solo su espacio aéreo y Ecuador para descender a recargar combustible en caso de requerirlo antes de llegar a aguas internacionales, sin embargo Bolivia negó el uso de su espacio aéreo para llegar a Perú, por lo que se tuvo que solicitar permiso a Brasil para poder usar su espacio aéreo que rodea Bolivia.
De momento el canciller no quiso proporcionar información de las personas que viajan con Morales ni de quienes son los funcionarios bolivianos que aceptaron el asilo y que posteriormente también serán trasladados a nuestro país.
Tampoco pudo precisar si a su arribo el ex presidente de Bolivia tenga la intención de hablar con la prensa, y por razones de seguridad no pudo informar en que lugar se hospedara.
Sobre las críticas que se expresaron desde el momento en que México manifestó su anuncio de ofrecerle asilo al político boliviano, el canciller reiteró en distintas ocasiones que esto corresponde al derecho que tiene cualquier ser humano, en calidad de perseguido político, de recibir protección por parte de nuestro país para salvaguardar su integridad y seguridad. Añadió que esto no significa que México vaya a cambiar su política y refirió las ocasiones en las que el país asiló a Rigoberta Menchú y a León Trotski, que no han significado una alteración a la vida política del país. De igual forma rechazó que asilar a Morales complique la relación que se mantiene con Estados Unidos, debido a que ésta “está en uno de sus mejores momentos”, señaló el funcionario.
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador despidió la conferencia matutina refiriendo que se siente muy orgulloso de dirigir un país como México “donde se respeta el derecho de asilo” de las personas.
Cerca de las 10 de la mañana, hora de México, el periodista Joaquín López-Dóriga informó a través de sus redes sociales que la aeronave que traslada a Evo Morales ya está en el espacio aéreo mexicano, por lo que en cuestión de minutos el mandatario boliviano estará ya concluyendo su traslado a nuestro país.