“Nadie puede ver a Dios cara a cara si no ha reducido a la nada el yo que hay en él. Quien quiera ver a Dios tiene que anonadarse. En este universo tempestuoso, ¿quién se atreverá a decir ‘He triunfado’? Nosotros nunca triunfamos; es Dios quien triunfa en nosotros”.
-Mahatma Gandhi, Mi Dios. 1925.
Al asumir la gubernatura de Baja California, el Ing. Jaime Bonilla expresó este 1 de noviembre de 2019 que finalmente terminaron “30 años de mentiras y falsedades”, en referencia a los cinco sexenios de la oposición en el Estado de Baja California: Ruffo, Terán Terán, Elorduy Walther, González Alcocer, Osuna Millán y Vega de Lamadrid.
Con la llegada de Ernesto Ruffo al gobierno de BC, se realizó la autopista de cuatro carriles del tramo El Centinela a la Rumorosa, en lo que ha quedado como récord de ser la autopista más barata del país, administrado por el Fiarum. Ruffo, como presidente de Ensenada, venía con una marca importante -creo de un millón de metros cuadrados de pavimentación de la ciudad- a través de colaboradores como el Lic. Sánchez del Palacio., quien fuera invitado por el gobernador Beltrones al gobierno de Sonora. Cosa que no aceptó.
Con Ernesto Ruffo nació en Baja California el Instituto Estatal Electoral (IEECB), del que surgió la primera credencial electoral con fotografía; la “inútil propuesta” bajacaliforniana, despreciada en el IFE regional -con sede en Hermosillo- se quedó mudo, cuando a nivel nacional se transformó en uno de los más importantes documentos de identificación de los mexicanos: la credencial para votar con fotografía.
Como diría el inolvidable Carlos Castillo Peraza, la democracia era como una botella de champagne que solo habría que abrirla para que pudiera servirse. Y así fue después de las luchas de la oposición en BC, desde 1959; con el entonces candidato a la presidencia de la República, Lic. Luis H. Álvarez, comenzó el acceso de diferentes fuerzas políticas a la administración pública (legisladores, senadores, gubernaturas, alcaldías, etcétera).
De muchos partidos, como hoy mismo, el país es gobernado desde Mérida hasta Cabo San Lucas por múltiples denominaciones partidistas, como Jalisco con el Movimiento Ciudadano, Michoacán con el PRD, Guanajuato con el PAN y Sonora por el PRI.
Como no puede sostener el Ing. Jaime Bonilla que a Baja California con el PRI le fue muy mal, lo que es una mentira; basta ver la canalización del Río Tijuana por el destacado gobernador Milton Castellanos Everardo, o más lejos; como la carretera Transpeninsular desde 1974 que, por cierto, el Presidente López Obrador prometió en campaña ampliarla a cuatro carriles, y ni si quiera la ha mencionado en sus mañaneras ocurrencias.
En Baja California, don Carlos Slim tiene varias minas de oro, entre ellas la carretera de cuota La Rumorosa-El Hongo-Tecate-Tijuana, se necesitan unos $400.00 pesos -de ida- para cubrir un vehículo normal. Son millones de pesos que recauda la empresa del propietario, a quien AMLO acaba de entregar el Premio Nacional de Ingeniería.
A los gobernadores Guadalupe Osuna Millán y a Francisco Vega de Lamadrid hay que reconocerles la realización de la carretera libre Tecate-Ensenada, que cruza por el admirable Valle de Guadalupe. Con acotamiento y bien señalada, no se pide cuota, por ser una obra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. (SCT).
En Mexicali la gente no se puso de acuerdo para acoger el Centro de Rehabilitación y Terapia (CRIT); gracias a la apertura de los tijuanenses y del gobernador Vega, la obra pudo ser bienvenida en Tijuana.
Cuántos proyectos pudieron lograr los presidentes municipales de Tijuana, Ensenada, Tecate, Rosarito y Mexicali a través de las tres décadas de sus gobernadores. En cada municipio se cuenta con Centros para Cultura y las Artes, los importantes Ceart; no olvidemos los centros locales, como Meyibo, o los museos de historia de Ensenada, o el del Vino en el Valle de Guadalupe.
Cuántas publicaciones ha logrado el Instituto de Cultura de Baja California a través de personajes como Manuel Bejarano Giacoman, su primer y último director (1989 y 2013-2019).
Es demagógico y maniqueo iniciar un discurso pandillero en la toma de posesión del Ing. Bonilla, afirmando que con su llegada y la de muchos de sus colaboradores -que solo “cambiaron” de partido- han terminado “30 años de mentiras y falsedades”. No, pos guau. Parece que han descubierto el hilo negro. ¡Guau!
Si van a juzgar al ex gobernador Vega por mil 200 millones de pesos, ¿por qué no juzgan a Panchito Pérez Tejeda por los 900 que desvió de las cuotas de los trabajadores al Issstecali? ¿Será que la pobre gente en Baja California, o el 11 por ciento que “votaron” por Morena, necesitan la “caja china” que esté haciendo ruido? Como si la democracia en Baja California haya iniciado en 1989. Ruffo ya había sido alcalde de Ensenada antes.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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