El escritor peruano Mario Vargas Llosa, ganador del premio Nobel de Literatura en 2010, dijo que la “dictadura perfecta” del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya cayó una vez, pero podría estar de regreso con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“No era tan perfecta, porque finalmente la dictadura desapareció, pero lo que es terrible es que vaya a resucitar, ¿no? Porque yo tengo un poco la impresión de que López Obrador es como la resurrección del PRI, del PRI que formó parte de su juventud”, señaló Vargas Llosa en una entrevista que le dio al diario Reforma, que adelantó un fragmento.
El pasado 2 de junio, el escritor aseguró en un artículo de opinión titulado ‘El populismo mexicano’, publicado en el diario español El País, que el pueblo mexicano está “embelesado” por los “desplantes” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El escritor de 83 años de edad, recordó que en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, en Jalisco, bajo el espectacular mural de José Clemente Orozco contra el fanatismo ideológico, se celebraron tres mesas redondas en las que participaron varios intelectuales mexicanos.
Vargas Llosa abundó que todos los participantes del evento manifestaron su preocupación por el giro que tomó la política mexicana desde que asumió la presidencia el político tabasqueño, a principios de diciembre del año pasado. El escritor sudamericano señaló que el pasado de López Obrador y sus campañas políticas delatan a un dirigente impregnado de populismo que no se ha cuidado de disimular desde que está en el poder.
El también premio Miguel de Cervantes de Literatura en 1995, mencionó, además, que durante las conferencias de prensa matutinas que el mandatario mexicano ofrece desde diariamente en el Palacio Nacional, “los periodistas suelen ser más obsecuentes que independientes”.
El galardonado con el premio Planta en 1993, por su novela ‘Lituma en los Andes’, destacó, también, que López Obrador suele tomar sus decisiones “de improviso, prescindiendo de los marcos legales”.
Todo ello “mediante úcases que, luego, sus funcionarios se las arreglan, no sin dificultad, para darles cobertura legal. Y todas sus iniciativas parecen guiadas por un instinto o pálpito del momento, más que de acuerdo a un programa, pese a que lo tuvo en su campaña y parece haberse olvidado de él”.
“Es verdad que su enorme popularidad lo defiende contra todas las críticas, pero esto parece haber agudizado en el personaje lo que estos intelectuales advierten en él: la presencia del caudillo tradicional latinoamericano, voluntarista y despótico que, precisamente porque es muy popular, se cree por encima de las leyes y las normas democráticas”, abundó el también premio Rómulo Gallegos, en 1967, por su obra ‘La casa verde’.
Vargas Llosa concluyó su artículo de opinión diciendo que “el pueblo que jalea y sigue embelesado por los desplantes del presidente López Obrador comprenderá -ojalá sea más pronto que tarde- que la era de los caudillos debe quedar atrás y para siempre en una América Latina en la que la libertad y la democracia van reemplazando a las tiranías populistas que le han hecho tanto daño”.
El 28 de febrero del 2018, Vargas Llosa advirtió del “suicidio democrático” que cometerían los mexicanos de elegir en las elecciones del 1 de julio, como presidente, a López Obrador, entonces candidato presidencial de la coalición de Morena, Partido del Trabajo (PT), y Encuentro Social (PES), “Juntos Haremos Historia”.
El premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986 aseveró que el político tabasqueño “representa una democracia populista y demagógica, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”, por lo que deseó que los mexicanos “voten con lucidez y no con el estómago”.
“Mi esperanza es que haya suficiente lucidez como para ver a dónde conduce ese suicidio de votar por el populismo, de votar por la demagogia, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”, dijo el ex candidato presidencial en Perú en 1990, en los comicios que perdió ante Alberto Fujimori Fujimori.
El también premio Rómulo Gallegos (1967) y Planeta (1993), cuestionó riendo si el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México se consideraba a sí mismo un liberal, y luego reconoció que existía un grave riesgo de que en las elecciones de México el crimen organizado pudiera intervenir para tratar de influir en el resultado de los comicios.
“Yo espero que no gane López Obrador. Creo que sería un retroceso tremendo para la democracia en México”, enfatizó Vargas Llosa, quien también señaló que los mexicanos debían tomar en consideración “la tragedia” que ocurre en Venezuela, donde, acusó, se ha impuesto una dictadura.
