Se sabía que la administración de Jaime Díaz Ochoa era desastrosa, pero no en qué magnitud. La Auditoría Superior del Estado de Baja California decidió no aprobar la cuenta pública 2016 del ex alcalde panista, argumentando una serie de irregularidades y severos daños a la Hacienda pública municipal. Algunos con sospechas de corrupción, otros por una verdadera inoperancia en la administración.
En total, la ASEBC identificó ocho faltas graves en las leyes de Ingresos y Egresos, además de 17 salvedades de carácter patrimonial que debe atender la Sindicatura Municipal.
Lo que Gustavo Sánchez Vásquez -todavía alcalde-, no pudo identificar, fue exhibido en el dictamen aprobado por unanimidad en la Comisión de Fiscalización, donde legisladores acordaron que había suficientes motivos para negar la cuenta pública 2016.
Las irregularidades más graves se encuentran en la Ley de Ingresos y Egresos, pues en la primera se cobró el Impuesto Predial a una tasa mucho menor a la prevista en la Ley. Díaz Ochoa también vendió 39 predios a la mitad de su valor catastral a contribuyentes.
Además, pagó multas por recargos a instituciones de seguridad social hasta por 20 millones de pesos en una sola cuenta, detectaron sobreprecios en el pago de cubiertas metálicas hasta del doble de su valor. Otorgaron a Constructora Cadena, SA de CV la cantidad total de 2 millones 188 mil 015 pesos; y a Desarrollos y Construcciones Bajamex, S de RL de CV, un millón 823 mil 137 pesos por contratos de mantenimiento de espacios públicos, los cuales no fueron comprobados.
El proyecto de Dictamen 13 de la Comisión de Fiscalización fue aprobado por unanimidad y será presentado al pleno de los diputados la próxima semana.
Nunca hicieron encuestas
Ha quedado claro que Leonel Godoy, quien fuera delegado de Movimiento Regeneración Nacional en la pasada elección local, puede mentir tranquilamente. La tarde del martes 21 de enero, en las instalaciones del Instituto Estatal Electoral de Baja California, comentó en conferencia de prensa que había cinco aspirantes a la gubernatura: Arturo González Cruz, Jaime Martínez Veloz, Jesús Ruiz Barraza, Marco Antonio Blásquez y Jaime Bonilla Valdez.
Y aseguró que se eligió al empresario de medios de comunicación, debido a que en todas las encuestas realizadas aparecía muy por encima del resto.
“Morena resuelve por encuesta; en todas las encuestas está muy arriba Jaime Bonilla de los otros precandidatos que mencioné. Entonces, es una candidatura natural. Que a algunos no les guste es otra cosa, pero es el candidato natural, porque en las encuestas estaba muy arriba de todos”, argumentó.
En el mismo mes, CACHANILLAZ solicitó por la Plataforma Nacional de Transparencia copia de los resultados e información detallada sobre el proceso de la encuesta, a lo que Morena se negó.
La solicitud 00057219-PNT fue recurrida y, tras varios meses de impugnaciones y respuestas a medias, el partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador se vio obligado a negar la existencia de esa documentación. La respuesta fue:
“Para la designación de candidato a gobernador no se practicaron encuestas en el proceso de que se trata, esto en razón de que la Comisión Estatal de la Coalición ‘Juntos Haremos Historia en Baja California’ determinó ocioso realizar dicha encuesta, máxime que de acuerdo al convenio de coalición celebrado por los representantes de los partidos políticos; MORENA, Partido del Trabajo, Partido Verde Ecologista de México y Transformemos, se estipuló cual sería el procedimiento a seguir para la selección de sus candidatos postulados por la coalición de mérito, en el caso especial el que aquí nos ocupa; ‘Candidato a Gobernador’, puesto que en el citado convenio de coalición se precisó que se realizaría por consenso”.
Tal parece que Leonel Godoy “tenía otros datos”… o ninguno.