El 12 de noviembre de 2017, en una cama de la clínica #20 del IMSS, Keyra Marisela González Lavín perdió la vida por una falla orgánica múltiple, consecuencia de las quemaduras que cubrían el 80 por ciento de su cuerpo. Tenía la edad de 32 años y una buena salud, factores que le ayudaron a sobrevivir casi un mes hospitalizada, tras la agresión que sufrió a manos de su ex pareja.
La mañana de este martes 24 de septiembre, se llevó la audiencia para el debate del juicio oral en contra del presunto responsable de la muerte de Keyra, Jonathan Espinoza Pantoja (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP), ex pareja y padre del hijo de la joven.
El hombre al final de la audiencia pidió la palabra, portando el uniforme naranja asignado para los imputados en prisión preventiva, comentó que entiende que la familia de la joven piense que las cosas sucedieron tal y como lo relató la defensa, pero que no fueron así, que todo fue un accidente. “También me duele”, aseguró que él y Keyra se amaban y que ella incluso lo había esperado los tres años que estuvo en prisión en Estados Unidos, por el delito de tráfico de drogas.
En esta audiencia, que podría ser la penúltima del proceso, la defensa de la parte ofendida enlistó las razones por las cuales el imputado debe ser juzgado por el delito de feminicidio, mientras que su defensa descartó varios factores para determinar que su cliente no había cometido dicho delito.
El hecho ocurrió el 18 de octubre de 2017, cuando Keyra viajaba como copiloto en un Nissan Frontier, color blanco, Jonathan iba al volante, le pedía que retomaran su relación sentimental, de acuerdo al último testimonio de Keyra, su negativa enfureció al hombre y por esto aceleró cuando transitaban por la avenida Televisión de la colonia Juárez, en Tijuana, advirtiéndole “Nos vamos a matar hoy”. Jonathan impactó contra un muro de contención y otro vehículo que se encontraba sobre la vialidad.
El hombre bajó del carro, tomó un bidón con gasolina y roció a la mujer. “Fue un lamentable accidente”, alegó la defensa de Jonathan, tras escuchar el relato de los hechos desde el punto de vida de la víctima y de los testigos que se presentaron durante el proceso judicial.
De acuerdo a los testigos, a la mujer se le caía la piel a pedazos, pero estaba consciente y pudo rendir su declaración sobre la agresión que sufrió. Se trasladó de inmediato a la Cruz Roja, donde la indujeron a un coma para poder tratarla, a los dos días se ingresó a la clínica #20 del IMSS donde murió 23 días después. Los médicos que dieron testimonio, aseguraron que la buena salud y la edad de la joven le permitieron vivir un poco más.
La defensa de la víctima comentó que existían los antecedentes suficientes para la versión, que Jonathan agredió a Keyra, en diciembre de 2016 la joven interpuso una denuncia en su contra por amenazas y acoso, incluso obtuvo una orden de restricción, misma que no fue respetada.
Pero tanto el imputado como su defensa, alegaron que todo fue un accidente y que el último testimonio de Keyra fue “implantado” por los policías municipales que atendieron el hecho, también los responsabilizaron de alterar la escena para “fabricar” la culpabilidad de hombre.
La defensa del imputado incluso comentó que la presunta agresión no fue validada por métodos científicos, que “fue imaginación de los policías” y la falta de capacidad del personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). “Mi cliente no tiene la culpa que contraten personal no capacitado para realizar su trabajo”, sostuvo el abogado defensor. Al final la Jueza a cargo del proceso, programó la última audiencia para mañana 25 de septiembre, en la cual se podría definir una sentencia en contra de Jonathan.